Teatralidad en la crisis del Medio Oriente

“Si se tienen en cuenta los años de existencia de la campaña de propaganda que rodea a Irán y su programa nuclear, es evidente para cualquier observador informado que el reciente acuerdo nuclear Estados Unidos-Irán no es más que teatro”. Tal es la conclusión a que llega un análisis del escritor estadounidense Brandon Turbeville publicado en el sitio “Activist Post”.

La maquinaria imperialista EEUU-OTAN ha realizado su deseo de hacerexplícita su decisión -tomada desde hace algún tiempo- de librar una guerra contra la nación persa. Queda por precisar cuánto durará este teatro antes de que finalmente se proceda al objetivo.

Turbeville sostiene que “mientras la prensa occidental y corporativa presenta el acuerdo como “una trágica capitulación del belicismo mortal de los iraníes” o “una brillante estocada por la paz de Occidente”, la premisa de su enfoque es que Irán es peligroso, quiere guerra y hace todo lo posible por adquirir el arma nuclear.

Estados Unidos y la Inteligencia israelí conocen que Irán no tiene armas nucleares, no intenta adquirirlas, ni realiza preparativos agresivos en la región. Sus capacidades militares son básicamente defensivas, no ofensivas. El acuerdo firmado con Occidente es un extraordinario acto de conciliación y cooperación; Irán ha pretendido apaciguar a Occidente para aplacar sus objetivos imperialistas, opina el escritor estadounidense.

“He defendido desde el inicio de las conversaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán que no eran más que gestos teatrales para ser utilizados más adelante como prueba de que Washington hizo todo lo posible para evitar la confrontación… Aunque presagiar el futuro es
imposible, puede creerse razonablemente que Estados Unidos pronto saboteará el acuerdo nuclear”, asegura el escritor.

Lo más probable es que Estados Unidos formulará algunas desmedidas demandas que los iraníes serán incapaces de aceptar para así poner fin a las conversaciones nucleares… O que Estados Unidos acusará a los iraníes de violar alguna regla insignificante y vaga que conduzca a la ruptura del acuerdo nuclear, lo que se utilizará por los Estados Unidos, la OTAN e Israel para justificar una acción militar.

Turbeville advierte que ya se empiezan a observar síntomas de ello en la OTAN por las declaraciones del Canciller francés Laurent Fabius quien señaló que, "Francia no aceptará un acuerdo si no queda claro que se pueden hacer inspecciones de instalaciones en todo Irán,
incluyendo instalaciones militares".

El plan occidental o israelo-occidental contra Irán, en un teatro de supuestas tensiones entre Tel Aviv y Washington se ha manejado anteriormente.

En 2009, Brookings Institution, centro académico de estudios que nutre a intereses bancarios, corporativos y militar-industriales, publicó un informe titulado "¿Qué camino a Persia? Opciones para una nueva estrategia estadounidense para Irán" que recomienda un plan que no
deja dudas acerca de los fines que persiguen las clases financieras, corporativas y gubernamentales estadounidenses.

El plan describe maneras y vías por las que la oligarquía occidental podría destruir a Irán, incluyendo una serie de métodos a implementar antes de la invasión militar directa y la ocupación abierta. El plan incluye la desestabilización dentro de Irán mediante el aparato de
revolución de color, violentos disturbios, terrorismo y ataques aéreos limitados, llevados a cabo por Estados Unidos, Israel o ambos.

Curiosamente, el informe señalaba que cualquier acción contra Irán debe hacerse después de haber sembrado la idea de que Irán ha rechazado una justa y generosa oferta por parte de Occidente.

El informe decía: “…cualquier operación militar contra Irán será muy impopular en el mundo y se requiere de un adecuado contexto internacional … La mejor condición para minimizar el rechazo y maximizar el apoyo internacional es atacar sólo cuando exista una convicción generalizada de que los iraníes aceptaron pero luego rechazaron una oferta magnífica. Bajo esas circunstancias, Estados Unidos (o Israel) podría presentar sus operaciones militares como algo lamentable, sin iracundia, y al menos algunos en la comunidad mundial concluirían que los iraníes "se la buscaron" al negarse a una muy buena negociación.

El acuerdo provisional entre los Estados Unidos e Irán sobre el programa nuclear de este último, con Israel lamentándolo, puede verse como una reproducción del plan descrito por Brookings.
Los israelíes no están satisfechos con los estadounidenses ni Estados Unidos satisfecho con Israel. Ambas partes están jugando sus respectivos papeles en una obra cuidadosamente preparada que implica, en última instancia, más guerra contra los enemigos del imperialismo
angloamericano y la oligarquía mundial.

“Mientras los iraníes negocian, norteamericanos e israelíes se ocupan de preparar el engranaje para la guerra, concluye Brandon Turbeville.

Junio 17, 2015.


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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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