No es casual que a escasas 72 horas antes de que Venezuela acuda a la sede la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, para presentar su informe sobre logros en materia de Derechos Humanos, aparezca un documento acusatorio por parte de los Estados Unidos que pretende desmeritar los avances y la imagen del Gobierno Bolivariano en tan delicada materia.

Tampoco es casual que mañana lunes 29 y el martes 30 de junio, mientras la delegación oficial venezolana presente sus documentos en la 114° sesión del Comité de Derechos Humanos, ya la oposición venezolana y sus aliados hayan hecho lobbie, bajo el manto de unas cuantas ONG´s, en el excelso escenario internacional, con la única intención de restar veracidad a los informes oficiales.

Tratan de generar falsas matrices negativas sobre el uso del aparato de represión del Estado en todos sus niveles, para coaccionar al pueblo venezolano y a los políticos de oposición, con resonancia fuera de las fronteras.

No es producto del azar que recientemente el alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas la situación de violencia y de violación de los derechos fundamentales en 38 países, y entre ellos figuraba el nombre de Venezuela, en lo que se ha convertido en una práctica sistemática contra la nación suramericana.

¿Será coincidencia la aparición de esta nueva agresión, con la fecha del retorno de varios representantes de la oposición venezolana que fueron a afianzar las relaciones con sus patronos políticos del norte en estos momentos de agudización ofensiva?

Informe inconsistente

El nuevo informe registra denuncias sobre el uso de la fuerza para disolver protestas, detenciones arbitrarias y hasta tortura, e indica que el Gobierno usó el poder judicial para enjuiciar a líderes opositores (que ahora pretenden hacer ver como presos políticos, cuando la realidad es que son políticos presos); y no explica el citado documento que estos personajes están imputados por graves delitos cometidos contra el pueblo y su derecho a la vida.

El intencionado informe denuncia hechos con víctimas y victimarios anónimos y ni siquiera menciona las investigaciones, procedimientos ni denuncias oficiales hechas por organismos con competencia legal en tan delicada materia e incluso por familiares de las víctimas que sí tienen identidad.

Denuncia el documento que “fuerzas de seguridad y grupos progubernamentales violaron derechos humanos de manifestantes en varias ciudades de país, entre febrero y mayo de 2014”, indicaron varios portales web.

“Las guarimbas no fueron manifestaciones pacíficas, sino una modalidad de acción parapolicial y paramilitar”, dijo antier el defensor del pueblo Tareck William Saab; por ello se antoja adverso (quizás inexplicable) que el informe estadounidense plantee todo lo contrario.

También luce contradictorio que se han venido adelantando conversaciones y acercamientos diplomáticos entre ambas naciones luego de la alta tensión que generó el decreto Obama, pero ahora surge este nuevo traspiés que llama a profundo análisis para ser contundentes durante la intervención en Ginebra.

El discurso real y comprobado por el respeto a los DDHH privados y sociales, constituyen el núcleo central del buen vivir, que es la base de lo planteado en el Plan de la Patria, ahora ley.

Rodeando el objetivo

Sería muy inocente creer que es producto del azar una serie de hechos que tienden a cercar el accionar de Venezuela, con ataques de diverso índole, siempre en el ámbito geoestratégico, como la tentación para el conflicto con la Guayana Esequiba, por la zona sureste; la insistencia de la aceleración del Plan Colombia y la siembra de bases militares en la zona, por la zona oeste; desde Trinidad han sonado voces apátridas que enfilan su tono contra nuestros intereses, por el norte; y desde dentro no puede pasar desapercibida la ofensiva mediática, sicológica y económica, a lo que se une los recientes asesinatos de escoltas de personas claves, a manera de claro mensaje de poder con carácter de sicarios y además, todo relacionado con cercanía a fechas patrias, quizás para golpear en la moral y en el sentido profundo de las gestas libertarias. Así que ojo avizor.

Informe ridículo

“(El documento) está lleno de prejuicios e ignora los hechos. Es ridículo”, aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang, en referencia a lo publicado por Washington, donde opinan sobre la situación interna de la potencia asiática.

Le hacen un llamado a Estados Unidos para un diálogo constructivo sobre DDHH desde el respeto mutuo, ejemplo para todos los demás países agredidos.

Cuba y Ecuador también están en la lista negra estadounidense.

Por su parte, Fundalatin, el Instituto de Desarrollo Humano y Economía Social, la Red Nacional de DDHH, la Asociación de Redes y Organizaciones Sociales, la Red Alternativa de DDHH, el Consejo Nacional para la Defensa del Derecho Humano de la Salud, el Centro Juvenil de DDHH, grupos prodefensa de la igualdad de géneros, entre otros, y gobiernos vecinos, ya han tendido la mano en muestra de solidaridad a la causa del pueblo y el Gobierno de Venezuela, y estarán atentos ante lo que acontecerá la próxima semana en Ginebra, en donde el país con el mayor prontuario criminal y de invasiones e injerencias pretende aplicar un manual de vida para mantener invariable en el orden mundial que le permita mantener o acrecentar su poderío, a costa de sacrificar el buen vivir de los pueblos.

 

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