No olvido detalles leidos en “Abanico de Espinas”, folleto cubano explicando consecuencias de muerte de niños y ancianos, por el bloqueo comercial y de medicinas hecho por EE UU a Cuba. Politiqueria para castigar al gobierno cubano, porque la revolución de 1959 nacionalizó empresas transnacionales y Fidel Castro se declaró marxista, que evidenció el fracaso 54 años después.
Nos cubren con el nuevo izamiento de banderas en Washington y La Habana, ocultando que al capitalismo salvaje no le importa aliarse con mafias asesinas. Asesinaron a Jhon Kennedy, provocaron golpes de Estado y desaparición física de Salvador Allende y Maurice Bishop. Sanciones capitalistas salvajes a líderes que no les sean afectos han adornado la política de la Casa Blanca y el aparato bélico de USA. En recientes décadas, modernizando agresiones utilizan drones para bombardear y han invadido, intervenido y asesinado pueblos enteros en el Medio Oriente, legalizando torturas y humillación a “prisioneros de guerra”. Hacinan el mundo de víctimas innombradas en cárceles clandestinas y espían a la humanidad, todo en supuesta defensa de la democracia al estilo gringo, país de disposiciones homicidas contra migrantes mexicanos y centroamericanos, 10 mil de ellos “dados de baja” desde 2006 en la frontera con territorio azteca.
Venezuela sufre por parte de Colombia guerra económica debida al llamado bachaqueo. La nación mimada de gringolandia y los imperialistas alberga siete bases militares, donde los soldados y civiles no están bajo la ley colombiana y han violado 53 mujeres incluidas menores de edad. Se llevan la gasolina, legalizan el contrabando de extracción, justifican los cambistas, no cuidan su frontera y afirman que violamos los derechos migratorios, pese a los millones de colombianos que han llegado huyendo de la miseria, violencia paraca, carteles de la droga y del abandono social. El mundo se entera, e igual que el bloqueo contra Cuba, fracasará el desgarrador saqueo contra Venezuela.
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