Hay que ser bien gafo, y no entender que esas ridículas bravuconadas del mandatario colombiano, corresponden a una agenda desesperada del imperialismo norteamericano con sus aliados del mundo occidental. Como es archisabido, la CIA y el Pentágono llevan años cocinando a fuego lento un conato bélico entre ambos Estados. Desde luego, esta sería la argucia perfecta para justificar la intervención militar, so pretexto de restituir la paz en la región. Y conste que otras veces, gobiernos norteamericanos han inventado excusas baratas para sacar de circulación a países que rechacen ser oveja mansa en el patio trasero de la Casa Blanca. Por ello, ese argumento sofista de que el fin justifique los medios, ya constituye otra de las armas sucias de las mafias gringas, cada vez más aisladas y perdiendo espacio geopolítico.
Descubriríamos el mundo demasiado tarde, si dijéramos que se han hecho tensas las relaciones colombo- venezolanas con el cierre de la frontera. Y como la sangre amenaza con llegar al rio, el Estado venezolano deberá ser más cauteloso con respecto a esas últimas declaraciones de las autoridades del vecino país, pues detrás de esos improperios se mueve la mano peluda de Washington. ¿Quién no sabe que Estados Unidos, esta chinguita por nuestras reservas petroleras, hoy consideradas las más grande del mundo? ¿Acaso siete bases militares gringas en suelo neogranadino, no son pitazo de alerta para entender que Washington esta como caimán en boca de caño, y cazando cualquier descuido para violar nuestra soberanía?
Para tranquilidad y orgullo de nuestro gentilicio, podemos afirmar que nuestra FANB no son de esas que le tienen miedo al cuero después que matan al tigre, y tampoco estamos solos a la hora de la chiquita, pues Venezuela cuenta con aliados como Vietnam, China, Rusia, Bielorrusia, amén de Suramérica, Centroamérica y el Caribe. ¿Acaso las recientes derrotas de la oligarquía neogranadina en la OEA y UNASUR, no están anunciando que soplan vientos anticolonialistas en la región?
Y aunque la paz sea nuestro principal estandarte continental, no por ello aceptaremos que esa oligarquía colombiana se equivoque creyendo que nuestra tolerancia sea signo de debilidad o parranda de chuco. De ahí, que si un narcoterrorista como Álvaro Uribe, dice que le faltó tiempo para invadirnos; a nosotros nos sobraron cojones para repeler cualquier agresión extranjera. Por sobreentendido, que un hombre de Estado como Nicolás Maduro, esta vez no fue a pasear a Vietnam y China, pues su estadía la aprovecho para tratar algo más que préstamos y alimentos. O acaso el inquilino de Miraflores se está chupando el dedo, ignorando la guerra de desabastecimiento que la burguesía pitiyanqui promueve con el malsano propósito de exacerbar los ánimos del poder popular.
Que el Procurador colombiano, en un acto de rabieta histérica, haya solicitado orden de captura contra nuestro alto gobierno, eso nos tiene sin cuidado por cuanto son cursilerías de fatuos, y que a la final solo conseguirán que los chavistas patriotas se caguen de la risa.
