Si EEUU y la OTAN hicieran un minuto de silencio por cada víctima de sus bombardeos, se quedarían mudos

En estos día hemos asistido al impactante desastre ocasionado por supuestos integrantes del Estado Islámico con sus acciones terroristas. Una lista de muertos que sobrepasa al centenar y una histeria colectiva desatada en la capital francesa y en buena parte de ese país han consensuado el apoyo moral de prácticamente todo el mundo, y el repudio casi unánime a estas acciones,  como método de lucha, porque hace víctimas a personas inocentes. En todo juego de fútbol, tenis, beisbol, etc., se hacía un minuto de silencio por los caidos durante la asonada.

Pero se da la tremenda ironía de que Francia, junto a otros países de la unión europea y el depredador de la guerra, EU, han venido ejecutando acciones militares contra una serie de países del Oriente medio y en Afganistán, durante los cuales han provocado más de cinco millones de víctimas, entre asesinados, heridos, mutilados, desplazados, y en ninguna parte del mundo occidental se hizo ni un segundo de silencio al iniciar algún espectáculo deportivo o musical.

Esto, si apelamos a la simple lógica, significa que las vidas de los iraquíes, afganos, libios, sirios o palestinos, no valen medio comparadas con una valiosa (claro que sí) vida europea o estadounidense, por lo menos para la mediática occidental.

Hagamos ahora un ejercicio imaginativo bastante absurdo. Supongamos que un presidente suramericano como Evo, o Correa (ni hablar de Maduro) realizara un ejercicio militar que diera como resultado la muerte de dos millones de ejemplares de algún animal, en un lago, laguna o cualquier otro hábitat. De inmediato se alzarían voces iracundas, vengativas, acusando a tal gobernante de ser un criminal, inhumano, indigno de su cargo. Las ONGs, organismos internacionales protectores de los animales y otros entes pedirían la dimisión de quienes acabaron con la vida de tantos animales...

Pero sólo en Irak y Afganistan, la cifra de víctimas humanas supera con creces la mencionada cifra, y Occidente calla. No hubo minutos de silencio. Cualquier animal parece más importante que un afgano o iraquí.

Hagamos ahora un ejercicio matemático, En 24 horas hay 1440 minutos, es decir, por cada 1440 víctimas, occidente y el resto del mundo debería hacer un día completo de silencio. Si dividimos dos millones entre el numero de minutos existentes en un año entero, 365 dias, tendriamos que el silencio sería de casi cuatro años seguidos. Y las v´ctimas son muchas más, como lo denota la inacabable fila de migrantes hacia Europa.

Cosas absurdas, como tantas otras de la hegemonía imperial. Lo que sí es real es que ni La UE ni los EU corren el riesgo de perder el habla, porque guardar silencio es sólo para las vidas importantes,


apolo.martin@gmail.com



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