Y evaluación de la situación electoral y postelectoral

Respuestas ante la guerra económica y la situación del país

DERROTEMOS LAS COLAS Y ASUMAMOS LA INICIATIVA REVOLUCIONARIA

Espiritualidad y Revolución es un grupo de revolucionarios de Guarenas Guatire que busca contribuir a promover la evolución individual y colectiva de la humanidad, fomentando la espiritualidad y la conciencia revolucionaria. Apoyamos el socialismo en el Siglo XXI, que tiene unas características muy diferentes a todos los procesos revolucionarios anteriores, pues es profundamente democrático.

Es necesario estar muy claros en los objetivos estratégicos enfrentados: por nuestra parte, avanzar lo máximo posible en la transición al socialismo. Por parte de la derecha, asumir el control de nuestros recursos estratégicos y desmontar la V República (y así favorecer el desmontaje de los procesos de cambio a nivel mundial). Cualquier análisis que se haga debe tener esto siempre en cuenta.

Sin ánimos de juzgar a nadie (todos somos corresponsables), asomamos algunas ideas acerca de la causa de la derrota electoral del 06/12/2015:

  1. Hay una crisis que sacude al sistema capitalista mundial (en agonía estructural), que por supuesto nos afecta también.

  2. No hemos logrado implantar un modelo socialista autónomo, seguimos con mentalidad rentista. La direccionalidad del proceso ha estado signada de cierto populismo y se sustenta en una estructura capitalista (la creación de estructuras propiamente socialista es muy débil). Una vez superada parcialmente la gran deuda social de la IV República, se debió comenzar a direccionar hacia la productividad socialista, pero hemos incentivado el facilismo. Hemos perdido la brújula, el legado de Chávez.

  3. Estamos dispersos, divididos, hay una “crisis de hegemonía”.

  4. La direccionalidad del gobierno no ha estado clara, principalmente en materia económica, pareciera que no se ha tenido la iniciativa, sino que se han tomado medidas en respuestas a acciones de la derecha, usando métodos de derecha.

  5. No hemos superado la ausencia física de Nuestro Chávez. Poca creatividad: podríamos decir que estamos viviendo del saldo de Chávez.

  6. Una cantidad importante de líderes del proceso se ha distanciado del Pueblo, no han dado muestras de humildad (al contrario), no sienten lo mismo que el Pueblo. De allí la ineficiencia, el burocratismo, la corrupción.

  7. La comunicación del Gobierno y el Partido con el Pueblo se ha deteriorado. El PSUV ha maximizado lo electoral, se ha rigidizado. Ya hay una estructura establecida. Hay algunos grupos de poder internos que entraban la cohesión.

  8. Ha faltado un mayor grado de autocrítica.

  9. No se ha dado la debida importancia a la creación de conciencia. El partido la ha relegado a segundo o tercer nivel (muchos eslogans, poca conciencia). Así mismo el gobierno. La Misión Vivienda, por ejemplo, debía de ser una fuerza organizadora del Estado Comunal (Golpe de Timón).

  10. La cruenta guerra económica y mediática ha influido en gran medida. “Nos ha puesto en shock”, nos ha desarticulado. Miles de millones de dólares se invierten en ella. No desestimamos la incidencia de este factor, pero pensando en Nuestro Chávez, no podemos justificar nuestra derrota achacándosela a sólo cusas externas.

  11. La impotencia ante la corrupción impune nos ha hecho verla como un enemigo imposible de vencer. Se le ha escapado de las manos al gobierno.

  12. Igualmente, impotencia ante la arremetida de la violencia por delincuentes comunes y paramilitares.

  13. Pensamos que el Presidente no nos convocó debidamente a acompañarlo en la lucha contra la guerra económica, es decir, en prácticas reales, en asumir una alternativa comunal a la distribución de alimentos. Los dirigentes nos abandonaron en las colas.

  14. Cierto triunfalismo nos copó, y la campaña electoral fue muy tradicional. Sospechamos además que los líderes nos ocultaron parte de la información de las encuestas.

  15. Los más jóvenes, sin conciencia clara, sin información del pasado para comparar, se dejaron confundir.

  16. Todos, de una u otra forma, somos responsables, pues adolecemos de una tara cultural de la “viveza”, el facilismo, el rentismo, la falta de “acervo” social.

Para afianzar el socialismo y hacerlo sustentable, teniendo en cuenta la cultura capitalista e ilustracionista incrustada en nuestra mente, proponemos al gobierno revolucionario y al pueblo (sabemos que algunas de estas medidas ya se están ejecutando):

  1. Darle prioridad a la Revolución Espiritual, personal y colectiva. La primera revolución es la Espiritual, la del Amor, como dijo nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez. Es la única forma de hacer irreversible la revolución. Esto abarca la formación en general (conocimiento = Consciencia), la ética y la espiritualidad en su forma más ecuménica. Promover los valores universales en el pueblo y dirigentes y la humildad en los líderes. Por espiritualidad entendemos lo que nos lleva hacia adentro de nosotros mismos, los procesos de reflexión personal, que se completan en lo colectivo. Son independientes de los dogmas, ritos y jerarquías de las diferentes religiones, a las que respetamos. Debemos resistir desde adentro, desde lo interior, desde lo espiritual, llevar la luz a todos. Es fundamental retomar a Chávez, leerlo, discutirlo, seguir su ejemplo.

  2. Convocar al Pueblo y a todas las fuerzas políticas revolucionarias, progresistas y nacionalistas (repensar el GPP), explicándoles la crisis en su magnitud total: el ataque imperial y de la oposición apátrida, la disminución de los recursos con que cuenta el gobierno debido a la baja del precio del petróleo, el carácter rentista de nuestra economía y nuestro comportamiento, pero también los errores cometidos, la ineficiencia, la burocracia, la corrupción. Revisar aquellos aspectos en los que no parece haber habido un rumbo certero (economía). El pueblo entenderá y apoyará al gobierno revolucionario. Diálogo permanente. El gobierno debe “agitar” al pueblo. Asumir un liderazgo colectivo de la revolución, llamando a todos a la unidad. Profundizar la unidad cívico militar.

  3. No podemos seguir lamentándonos de que no tenemos a Nuestro Chávez físicamente con nosotros: asumamos su legado. Algunos dicen: “Si Chávez estuviese no hubiese pasado esto”. No lo sabemos, Chávez no está. La Guerra Económica ha tomado una fuerza diferente ahora. Lo importante es preguntarnos: “¿Qué haría Chávez?”. Si CHÁVEZ SOMOS TODOS, entonces debemos asumirlo.

  4. Autocrítica. Poner sus cargos a la orden ministros, funcionarios de alto nivel, etc., sometidos a un proceso crítico de altura, sin cacerías de brujas, con alta participación popular, con mucha humildad y madurez. Incentivar la participación popular en esto. Combatir todo tipo de nepotismo. A los nuevos ministros y funcionarios deben fijárseles metas concretas a cumplir en el corto y mediano plazo y sujetar su permanencia al cumplimiento de las mismas.

  5. En particular el PSUV debería ser reestructurado, llamar a una Constituyente del PSUV, con amplia participación de las bases, renovando los cuadros del partido a todos los niveles, con participación de TODOS, incluso los que han sido alejados por diversos motivos. Asumir la restructuración del partido bajo el legado de Chávez y el Golpe de Timón. Debe haber conexiones fuertes con el movimiento obrero y campesino. Darle énfasis hacia los jóvenes, que se están formando bajo una mentalidad capitalista. Establecer el Tribunal Disciplinario a todos los niveles para guiar a los militantes y censurar a quienes se alejen de los principios y de la ética. En particular, no permitir en cuadros directivos a quienes hayan tenido responsabilidades importantes en los Estados y Municipios en los que se ha venido deteriorando la participación. Redefinir la relación partido militancia, hacerla más horizontal, en ambos sentidos. Darle la debida prioridad a la formación integral de los militantes.

  6. Recomponer el GPP, con espacio real a TODOS los partidos y organizaciones, actuando de manera democrática y amplia. Incluir a todos los que han sido alejados por mantener posiciones críticas, incómodas o discordantes. Asumir la dirección colectiva de la revolución.

  7. Autoestima: Una supermisión que asuma el aspecto de desarrollo personal, creación de conciencia, incluso el sentido de culpa que podría haber en parte del pueblo por los resultados electorales.

  8. Re definir el contenido de los medios de comunicación del Estado, alineándolos al Plan de la Patria y al legado de Chávez.

  9. Establecer políticas prioritarias hacia los jóvenes, a los que han nacido en revolución y no tienen referencias propias de la IV República.

  10. Igualmente, atender más a las Capas Medias, que tienen necesidades particulares y tienden a tener posiciones políticas confusas (recordemos el poema de Mario Benedetti).

  11. Diseñar una política integral para atacar todas las aristas de la situación del país y radicalizar la revolución. “Asumir la crisis”. Retomar el legado de Chávez y el Golpe de Timón1:

    1. Definir un plan de acciones, en base al Plan de Desarrollo Económico y Social (Plan Patria), conjuntamente con el Poder Popular y la Clase Obrera organizada. Establecer un mecanismo de planificación participativo, distribuido, de abajo hacia arriba. Estado Comunal. Redefinir el presupuesto nacional en base a los ingresos disponibles.

    2. Enfrentar las colas:

      1. Acompañar al pueblo en las colas con solidaridad y concientización.

      2. Nacionalizar (con el Poder Popular) los procesos medulares de la distribución de alimentos y productos de primera necesidad. Ante la guerra económica, “Economía de Guerra”, hacer la distribución de alimentos con el Poder Popular y la Fuerza Armada Bolivariana. Redefinir el sistema de alimentación, incorporando a los Consejos Comunales y Comunas y a la Clase Obrera organizada, en la distribución de productos de primera necesidad a las comunidades. Re planificar el sistema desde su base, dándole énfasis a los productos más sanos y nutritivos (productos frescos, frutas, verduras, legumbres, hortalizas, granos, cereales, semillas oleaginosas) (Consumir menos azúcar, aceites y grasas, harinas refinadas, leche y derivados, harinas, enlatados, carnes). Re definir los subsidios, orientándolos hacia el consumidor (ver abajo)

      3. Revisión de toda la política de distribución de productos y servicios de primera necesidad: modo de distribución, precios, subsidios.

    3. Continuar y profundizar las políticas sociales y misiones, pero ya llegó la hora de exigir reciprocidad al pueblo, trabajo, esfuerzo, reciprocidad. Poner todas las misiones en una sola dirección: construcción del Estado Comunal.

    4. Diseñar un Sistema de Intercambio Socialista, fuera del mercado, que interconecte al sistema bancario nacionalizado, a las empresas estatales y socialistas, a las EPSs, cooperativas, pequeñas y medianas empresas, empresas familiares y a los consumidores. Interconectar ese sistema con el mercado mediante mecanismos muy bien controlados. Establecer nuevas empresas socialistas diseñadas dentro de este mecanismo de intercambio, en las áreas prioritarias de desarrollo y soberanía.

    5. Unificar la paridad cambiaria a un valor de consenso que se acerque al valor real y conveniente.

    6. Revisar las empresas del Estado (PDVSA, empresas estratégicas, PDVAL, etc.) para acercarlas más al Estado Comunal. Someter sus funcionarios y directrices a la contraloría social responsable. Incentivar la participación democrática de los trabajadores y las comunidades. Asambleas permanentes.

    7. Nacionalizar / Socializar los procesos medulares de la banca para garantizar el financiamiento de los proyectos, programas y empresas prioritarios.

    8. Nacionalizar / Socializar los procesos medulares del comercio exterior.

    9. Redefinir el sistema tributario para pechar más a las grandes empresas y reducir progresivamente el IVA.

    10. Eliminar los subsidios a los productores, llevándolo a los consumidores, en función del ingreso familiar, a través de una tarjeta de débito manejada por el sistema bancario nacionalizado. De esta manera se ataca mortalmente al “bachaqueo” al eliminar los precios diferenciales. Esto incluye la gasolina.

    11. Mantener los sueldos, salarios y pensiones a niveles siempre superiores a la cesta básica, como ha venido haciendo el gobierno revolucionario. Dar prioridad al aumento de la calidad de vida (educación, salud, transporte, etc. gratuitos, en lugar de aumentos en dinero percibido).

    12. Incentivar el control obrero y la contraloría social comunitaria en las empresas del país, con injerencia vinculante en las decisiones estratégicas de las empresas. En particular democratizar las empresas bajo control del Estado, haciéndolas productivas.

    13. Pasar progresiva y rápidamente de los seguros HCM al sistema público de salud.

    14. Pasar progresiva y rápidamente de los fondos privados de pensiones a una estrategia de inversión social productiva socialista de esos recursos.

    15. Lucha decidida, con el Poder Popular como aliado, contra la corrupción, la desidia, la ineficiencia, dándole participación protagónica al pueblo en esto. Asumir la contraloría y revocatorios, incluso contra los revolucionarios que lo ameriten. Esto es un sentir PRIORITARIO de la población. Es deplorable que esto ocurra a todos los niveles, pero es injustificable que se de en empresas y dependencias del Estado. Las computadoras, celulares y demás productos hechos por empresas del Estado, así como los productos alimenticios de PDVAL, etc., parecen estar manejados por mafias que los esconden del pueblo.

    16. Maximizar todos los mecanismos democráticos protagónicos.

La derecha puede adelantar varios escenarios (accionar en dirección a un referéndum revocatorio, Asamblea Constituyente o Reforma, e incluso la soberbia los lleve a intentar acciones golpistas). Seguramente contará ahora con más fuerza de calle. De nuestra parte sólo nos queda derrotar las colas y asumir la iniciativa revolucionaria; opciones fuera de la CRBV no deben estar contempladas, al contrario, desarrollar acciones para defenderla. En cualquier caso proponemos:

  • Estar en la calle, el Pueblo Legislador (“Pueblo legislador, Pueblo Contralor, Pueblo en la calle”) es la fuerza.

  • Tomar la delantera estratégica:

    • ante la vía del referendo, proponerlo nosotros antes;

    • ante la acción legislativa, incorporar al pueblo organizado y mantener la ofensiva política, contraloría social a los diputados a la AN;

    • ante las amenazas de desmontar los avances, movilización del pueblo.

    • En fin, no reaccionar ante acciones de la derecha, sino actuar de acuerdo al objetivo estratégico fundamental. Asumir la iniciativa revolucionaria, desarmar la estrategia de la derecha y marcar nosotros el paso.

  • Y sobre todo, resistir desde adentro, desde lo Espiritual. El cambio es mundial.

1 Lo fundamental: democratización del control social, democratizar los procesos de producción (injertar la propiedad social); territorializar los modelos, integralizar los proyectos: Comunas; autocrítica; eficiencia; comunicación Gobierno – Dirigencia – Pueblo.



leopoldocook@gmail.com



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Leopoldo Alberto Cook Antonorsi


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