Señor Presiedente, me he tomado el atrevimiento de escribirle estas líneas, a través del único medio que tengo disponible, a objeto de comunicarle algunas cosas que revolotean en mí mente de piloto de caza de nuestra Aviación Militar con relación a la necesidad imperiosa que tiene nuestro País de remozar su aviación militar.
En Primer Lugar, debo señalar que la situación del País es muy diferente a la que imperaba en la IV República, en ésta última, éramos una colonia del Imperio Norte-americano; y, en consecuencia, ellos estaban obligados a “defendernos” y por eso, nunca se compraban más de 24 aviones de caza, porque en otras especialidades se adquirían mucho menos de esa cifra. En esa época se decía para qué vamos a comprar más de 24 aviones si USA. nos protegería de cualquier agresión; y, hasta se decía que las Fuerzas Militares debían eliminarse porque éstas no jugaban ningún papel en nuestra defensa.
Las hipótesis de guerra se resumían a posibles conflictos con nuestros vecinos limítrofes, aun cuando ya se sabía que estos eran improbables, ya que El Imperio no los aceptaría (recuérdese el caso de la fragata colombiana Caldas en el Golfo de Venezuela).
Hoy en día, la situación ha cambiado notablemente, en principio, porque ya no somos colonia de USA., por el contrario nos vemos amenazados constantemente por ellos y esto nos obliga a armarnos convenientemente a fin de disuadirlos de cometer esa locura. Nuestra riqueza petrolera, gasífera, de hierro, de bauxita, de uranio e hídrica, nos impone la constitución de una fuerza militar, no sólo capaz de disuadir al Imperio, sino a cualquier otra potencia que pueda no gustarle la manera soberana de manejar nuestros recursos: o, que frente a la carencia de los mismos (como ya se prevé va a suceder en el corto tiempo) y con la indiferencia o connivencia del Imperio se atrevan a decir “que nos podrían hacer con 24 aviones”, lo que les dejaría el camino libre a sus apetencias.
Argelia y Libia, que son países como nosotros, de más o menos igual desarrollo y con riquezas petroleras similares, han adquirido recientemente de Rusia entre 70 y 90 aviones de este tipo; y, todo ello sin contar que no tienen el peso de la amenaza gringa en la cuantía e inminencia como la tenemos nosotros.
En segundo lugar, con mucho respeto y humildad señor Presidente, me permito sugerir que a esos 24 aviones Sukhoi 30 que se intentan adquirir, se les agreguen seis aviones más de ese mismo tipo y crear con ellos la Escuela Avanzada de Pilotos de Combate de la Aviación Militar tanto para ese avión como para otros modelos más sofisticados; y, a la vez , en caso de conflicto utilizarlos como aviones de combate de primera línea. Igualmente, me permito sugerir se adquieran 72 aviones Sukhoi 35, que equivalen a tres Escuadrones de 24 aviones cada uno.
Estos aviones Sukhoi 35 tienen unas características que nos acercan en mucho con el intento disuasivo antes expresado.