Alejada de la memoria de los venezolanos, -especialmente de los merideños- parece encontrarse la historia de Alcedo Mora. Un hombre de ideología de izquierda, que se encuentra desaparecido desde hace 22 meses y cuya última acción fue denunciar el entramado corrupto en la Gobernación del estado Mérida y PDVSA. Y las asociaciones irregulares formadas entorno al contrabando de gasolina. Hoy su paradero es desconocido y sus denuncias son productoras de sospechas.
Alcedo Mora se atrevió a ser temerario, juzgando y denunciando a una alta cúpula enquistada en el estado Mérida involucrada en actividades ilícitas (corrupción). La vinculación de PDVSA con empresas inhabilitadas en el Registro Nacional de Contratistas (RNC) fue una de sus denuncias.
Más denuncias: no transparencia en el despacho de materiales por parte de PDVSA, hechos irregulares en la estatal PDVSA-El Vigía para ese momento a cargo del Secretario General de Gobierno del estado Mérida, Luis Martínez (2012-2016), quien también laboraba en la empresa petrolera en comisión de servicio. Y actualmente es jefe del Gabinete del área de Economía y Producción de la Gobernación del estado Mérida.
El jerarca merideño Luis Martínez es conocido por muchos como “Luis Petróleo” dada su influencia en PDVSA-Mérida. Es de resaltar que Alcedo Mora trabajaba en la Secretaria de Gobierno del estado Mérida, bajo las órdenes del citado personaje, esta condición no detuvo sus ganas de investigar y hacer público lo que pasaba adentro de las instituciones públicas.
Es así como Alcedo Mora hace fuertes denuncias de forma pública y también privada. Entregando documentos al propio Luis Martínez y a otros altos funcionarios de la Revolución. Con amplios señalamientos del supuesto contrabando de gasolina hacia la República de Colombia con la participación de altas personalidades de PDVSA y la Gobernación del estado Mérida, bajo la dirección de Alexis Ramírez.
El Secretario General de Gobierno Luis Martínez enterado ya de lo que contenían los informes que le entrego Alcedo Mora le contesta y lo citamos textualmente: “yo no puedo meterme en ese peo”. A lo que Alcedo responde con una acusación directa a Martínez diciéndole: “entonces tú eres cómplice”. La posición del alto funcionario merideño demuestra su conocimiento de la corruptela y su actitud de permitir que sigan cometiéndose los hechos que se planteaba denunciar su subordinado.
Ahora el siguiente paso de Luis Martínez fue llamar a Alcedo Mora, y decirle que el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) podría detenerlo por el supuesto delito de secuestro, ante esta situación Mora respondió aclarando que eso era falso y que él no tenía deudas con la justicia. “Luis Petróleo” solo se limito a decirle que lo mejor era que se cuidara, que el gobernador Alexis Ramírez estaba al tanto de esta situación con el servicio de inteligencia.
Por esta especie de rara amenaza Alcedo Mora puso en preaviso a su círculo cercano diciéndoles que el Sebin supuestamente quería detenerlo y sembrarle un falso delito. Quería que todos estuvieran pendientes era su manera de colocar a todos alerta porque sospechaba que sus denuncias habían generado las ganas de callarlo. En los días posteriores era posible avistar camionetas tipo Hilux que pasaban al frente su casa de manera sospechosa.
El 27 de febrero de 2015, Alcedo Mora salió de su casa rumbo a la Gobernación de Mérida, en el camino algo paso, no llego a su lugar de trabajo, no regreso a su casa, sencillamente desapareció. Pese a ello en los días siguientes contesto llamadas de sus hijos y de su celular salieron mensajes de texto dirigidos a sus familiares y amigos. En su forma de hablar algo raro se notaba y en sus mensajes era perceptible una distinta forma de escribir de su manera habitual.
Pasaron los días y se detuvieron los envíos de mensajes de texto, el teléfono no volvió a ser respondido. Sencillamente todo indicio de supervivencia se esfumo. Alcedo Mora desapareció para todos de un solo golpe, pareciera que la tierra se lo hubiera tragado.
Sus familiares con el pasar de los días ya preocupados y angustiados denunciaron ante los organismos competentes la desaparecieron de Mora. El 4 de marzo los hijos de Alcedo fueron a la Gobernación de Mérida, logrando una audiencia con Luis Martínez, para exponerle el caso. El Secretario de Gobierno explico que se estaba enterando de la situación y que todo lo parecía extraño.
Luis Martínez para terminar el encuentro ante sus hijos les dijo: “su papá hablaba muchas pistoladas”. Esta aseveración dejo boquiabiertos a los jóvenes, ellos continuaron insistiendo en reunirse ahora con Alexis Ramírez, por eso el 9 de marzo de 2015 se reúnen con el gobernador en este encuentro el gobernante regional se muestra extrañado de los hechos suscitados con Mora y les dice desconocer de la supuesta actividad del Sebin entorno al caso Alcedo Mora.
Meses posteriores el programa Vladimir a la Una se traslada al estado Mérida para entrevistar al gobernador Alexis Ramírez, trasmitido por Globovisión. Durante la entrevista surge el tema de la desaparición de Alcedo Mora. Seguido a esa situación el mismo día funcionarios de la Policía del Estado Mérida adscritos al GRIM (Grupo de Reacción Inmediata Mérida), interceptan a Simón Mora, (hijo de Alcedo Mora) y lo golpean fuertemente con las cachas de las pistolas, provocándole considerables traumatismos en las costillas.
Algo que es necesario señalar es que junto a Alcedo Mora trabajaba un equipo del que hacían parte Esneider Vergel y Eliecer Vergel. Estos dos hermanos de origen colombiano también desaparecieron el día 27 de febrero, y ambos también investigaban la corrupción de PDVSA en el llenadero de El Vigía.
La familia de Alcedo Mora, sus compañeros de trabajo y militancia se han dedicado desde el momento en que ocurren los hechos a reclamar atención de los organismos nacionales ante este caso de presunta “desaparición forzosa”. Hasta con el Defensor del Pueblo han intercambiado para que se aboque a actuar en consecuencia. Todo sigue siendo una incógnita: “un hombre, una denuncia, unos señalados, corrupción, unos hermanos colombianos y un gobernador que no responde”.
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