La cobertura de la prensa estadounidense de los ataques israelíes a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y las ciudades palestinas en Cisjordania, normalmente tratan al gobierno de Estados Unidos ya sea como observador no comprometido inocente o mediador honesto en el conflicto, sin dar una perspectiva en el sentido de la importancia del papel de Estados Unidos como abastecedor de
armamento, ayuda y tecnología militar a Israel. En su papel de principal
abastecedor de armamento a este país, Estados Unidos podría obtener un potencial significativo sobre el comportamiento de Israel en el conflicto, si así lo quisiera.
Ayuda militar y económica
Desde 1976 Israel ha sido el principal receptor de la ayuda exterior estadounidense. De acuerdo con el reporte del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, de noviembre 2001, la ayuda estadounidense a Israel en el pasado medio siglo llegó a un gigantesco 81.3 mil millones de dólares.
En años recientes Israel sigue siendo el principal receptor de la asistencia militar y económica de su aliado. El dato comúnmente más citado es de 3 mil millones de dólares al año, de los cuales 1.8 mil millones anuales son donaciones de fondos dentro del rubro Financiamiento Militar Externo (FME) del Departamento de Defensa, y mil 200 millones anuales del rubro Fondos de Apoyo Económico del Departamento de Estado. En el anterior decenio las concesiones FME suman 18.2 mil millones de dólares. De hecho, 17 por ciento de toda la ayuda exterior
estadounidense se destina a Israel.
Venta y donaciones de armamento
Israel es uno de los más importantes importadores de armas procedentes de Estados Unidos. En la década pasada éste ha vendido a Israel 7.2 mil millones de dólares en armamento y equipo militar, 762 millones por conducto de Direct Comercial Sales (ventas comerciales directas, VCD), más de 6.5 mil millones mediante el programa de FME. De esta forma, Israel posee la flota de aviones F-16 más grande del mundo fuera de Estados Unidos, teniendo más de 200 jets. Otros 102 F16 de la empresa Lockheed Martín.
Estados Unidos también ha apoyado a la industria
armamentista israelí al darle:
-1.3 mil millones para desarrollar naves Lavi, 625
millones para desarrollar y desplegar misiles antimisiles Arrow (el
proyecto sigue su curso).
-200 millones para desarrollar tanques Mercava
(operativos); la más reciente versión, el Mercava 4, usa un motor
diesel V-12 de origen alemán producido bajo licencia en Estados Unidos por
la empresa General Dynamics.
-130 millones para desarrollar un sistema antimisiles
láser de alta energía.
Si bien la totalidad de la ayuda a Israel está
destinada a disminuir en los próximos cinco años, la asistencia militar
aumentará significativamente. Uno de los últimos actos de Bill Clinton fue
firmar un acuerdo con Israel hasta 2008. Al mismo tiempo, paralelamente,
los fondos de FME a Israel aumentarán en 60 millones cada año, de tal
modo que en 2008 alcanzarán 2.4 mil millones de dólares.
Armas gratis
Estados Unidos también regala armamento y municiones
como parte del programa Exceso en Artículos de Defensa (EAD), dando estos
sin costo alguno. Entre 1994 y 2001 Estados Unidos proveyó la mayor parte
de armas a Israel mediante este programa, incluyendo 64 mil 744 rifles
M-16A1, 2 mil 469 lanzagranadas M-204, mil 500 pistolas calibre .50
M-2, municiones calibre .30, .50 y 20mm.
Armamento estadounidense en el arsenal israelí;
lista selectiva
Cantidad de armamento y costos de manufactura por
unidad: Aviones de combate: F-4E Phantom 50 Boeing, 18.4 millones de dólares; F-15 Eagle 98 Boeing, 38 millones; F-16 Falcón 237 Lockheed Martín, 34.3 millones.
Helicópteros: AH-64 Apache 42 Boeing, 14.5 millones; Cobra Attack 57 Bell Textron, 10.7 millones; CH-53D 38 Sikorsky y Blackhawk 25 Sikorsky, 11 millones.
Misiles: AGM 65 Maverik Raytheon, 17 mil a 110 mil; AGM
114 Hellfire Boeing, 40 mil; TOW Hughes, 180 mil; AIM 7 Sparrow Raytheon,
125 mil; AIM 9 Sidewinder Raytheon, 84 mil; AIM 120 B
AMRAAM Raytheon, 386 mil; Patriot Raytheon, Lockheed Martín y Harpoon Anti-Ship Missile Boeing, 720 mil.
La escala de los ataques del ejército israelí contra ciudades palestinas y campos de refugiados en Cisjordania han sido "desproporcionados", de acuerdo con un reporte reciente de Amnistía Internacional. La organización estima que en las seis semanas que fueron del primero de marzo a mediados de abril, más de 600 palestinos fueron asesinados y más de 3 mil han sido heridos por soldados israelíes.
El uso dearmamento estadounidense en el conflicto entre Israel y los palestinos parece ser una violación flagrante del Acta sobre Control de Exportación de Armamento, que prohíbe el uso de armas estadounidenses para fines no defensivos.
Los reportes de la oficina sobre derechos humanos del
Departamento de Estado 2001, publicado en marzo de 2002, afirmaban que el
ejército israelí "empleó excesivamente el uso de la fuerza" contra los
palestinos, y hace notar que se recurrió al uso de la fuerza, incluso en
momentos cuando no existía peligro inminente. El reporte del Departamento
de Estado también señala que los militares israelíes "dispararon fuego de
mortero contra las instituciones de la ANP y áreas civiles en respuesta a
ataques individuales palestinos contra civiles israelíes o colonos".
Estos comentarios demuestran que Estados Unidos sabe que las armas no están
siendo usadas para propósitos de "legítima defensa", tal como lo estipula
el acta.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan,
expresó recientemente sus reservas, así como preocupación por el uso de
armamento estadounidense por parte del ejército israelí, al afirmar: "me
siento obligado a llamar su atención hacia conductas preocupantes en el
trato a civiles y trabajadores de agencias de ayuda humanitaria por parte
del ejército israelí". A juzgar por los medios y métodos empleados
-bombarderos F-16, helicópteros y cañoneras navales, misiles y bombas de
gran tonelaje-, el combate llegó a parecer una guerra
convencional.
En el proceso, cientos de inocentes civiles no combatientes -hombres, mujeres y niños- han sido heridos o asesinados, y muchas construcciones, edificios y hogares, dañados o destruidos. Se han desplegado tanques en campos de refugiados densamente poblados y en pueblos y ciudades, y explosivos pesados han sido soltados a pocos metros desde arriba en los techos de escuelas donde miles de niños asistían a clases".
(*) William D. Hartung y Frida
Berrigan
son investigadores del proyecto Arms Trade Resource Center,
del World Policy Institute de la New School University (EEUU).