Si algunos ingenuos piensan que los llamados Demócratas de EE.UU. son un gobierno "light" para con Venezuela, están soñando y se autoengañan. Ya sabemos las guerras que propició y apoyó el carita de yo no fuí de Bill Clinton junto con su cómplice Al Gore, "flamante" ganador de un premio nobel y precisamente de la paz. Me recuerda el trofeo otorgado al genocida Henry Kissinger y a otros bárbaros modernos.
Leemos declaraciones de la candidata Hillary Clinton donde dice que "la democracia retrocede en Latinoamérica". Agrega que "...debemos retornar a una política de VIGOROSO compromiso..." En esa frase está resumida toda la intención imperial y depredadora de esa señora que vivió el escarnio público por causa de la venganza rastrera de los republicanos que no tuvieron escrúpulos para hacer público un amorío de su esposo. En la palabra vigoroso" se encierra un gran contenido ideológico y de proyectos estratégicos contra Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia. Es la ultraderecha que afila sus cuchillos mientras espera, cual bestia sedienta, la fecha de elecciones presidenciales. Es un mensaje a las gigantes multinacionales que gobiernan a EE.UU., les envía un código de compromiso y la promesa de mantenerlas en el tope de la movilización financiera que les permitirá continuar amasando mas dinero y exportar mas armamento. Esa señora espera que las grandes empresas que dirigen los destinos de su país, la apoyen. Si bién los retrógrados Republicanos han sido abiertamente sanguinarios, los Demócratas hacen lo mismo pero con un estilo diferente, menos tosco.
Preparémonos para una gruesa y peligrosa campaña contra nuestro país. Bush es torpe en cuestiones de política exterior pero la señora Clinton es mas fría e intelectual, mas calculadora, utilizará recursos ideológicos y estratégicos para tratar de "meternos en cintura". No nos llamemos a engaños. La bestia se rearma.
Efraín Granadillo
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