Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Argentina, Chile.
Resolución de Pueblos Indígenas sobre la IIRSA
A las comunidades y pueblos indígenas del Abya Yala
A los movimientos solidarios del mundo
A Lula da Silva, Presidente del Brasil
A Luciano Coutinho, Presidente del Banco BNDES del Brasil
A los Presidentes del BID, la CAF, Fonplata, Banco Mundial
Al Secretario General de la ONU
¡Desarrollo para la Vida, no para las mercancías y la muerte!
Las autoridades originarias, organizaciones indígenas, mallkus, líderes y dirigentes de las Primeras Naciones Aymara, Quechua, Poqra, Mapuche, Kichwa, Pemón, Miskitu, Wayuu, Guaraní, Ayoreo, Chiquitano y otros, como parte de las más de 400 sociedades y culturas existentes con formas de "buen vivir" previas a la idea del "rollo del desarrollo" de la IIRSA, asistentes al Taller Internacional convocado por la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) sobre "Pueblos Indígenas e IIRSA", reunidos durante los días 18 y 19 de enero en la ciudad de La Paz, Bolivia, contando con la participación solidaria de la COICA, el MST y organizaciones indígenas de Venezuela, Paraguay, Uruguay, Nicaragua y Honduras, hemos adoptado la siguiente Resolución:
INFORMAR que la IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) que nace en el 2000, es un proyecto común de doce Estados suramericanos, implementado mediante las autoridades responsables de la infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones. El megaproyecto IIRSA está respaldado principalmente por tres instituciones financieras: BID, CAF y el Fonplata. También está respaldado por el cofinanciamiento de cada Estado Suramericano, tal como BNDES, y por otras instancias como la Unión Europea. La IIRSA consta de diez ejes de supuesta "integración y desarrollo" que abarcan 507 proyectos de infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones, con una inversión de más de 68,910 millones de dólares y que se vincula con el Plan Puebla Panamá. La IIRSA incluye proyectos de integración de productos y de mercados, reforzando el rol subordinado de nuestros países de proveedores de materia prima para las grandes industrias transnacionales. Las naciones y pueblos indígenas venimos sufriendo los impactos socio-ambientales y la violación de nuestros derechos humanos como efecto de la implementación de estos proyectos. Los hechos demuestran que IIRSA está provocando una acelerada destrucción de la Amazonía, del ecosistema del Pantanal, de los Andes y del Chaco, dañando territorios de los pueblos indígenas, comunidades costeras y ribereñas, desplazando miles de personas, con pérdida de biodiversidad, de medios de vida, agravando la pobreza y arriesgando la pervivencia de las futuras generaciones.
REITERAR que somos hijos de la Pachamama, no sus dueños, menos sus dominadores, vendedores y destructores, por lo cual nuestra vida depende totalmente de ella y por ello desde milenios atrás construimos nuestras propias formas del mal llamado "desarrollo", es decir nuestro Sumaq Kawsay / Sumaq Qamaña, que debe ser respetado. Nuestro Buen Vivir como alternativa legítima de bienestar en equilibrio con la naturaleza y espiritualidad, está muy lejos de la IIRSA, que nos quiere convertir en territorios "de tránsito" de mercancías, de huecos mineros y ríos muertos de petróleo. Sí queremos carreteras e hidrovías, pero no a ese costo, no para ver pasar camiones o barcos de las transnacionales, sino para que ayuden a nuestra propia producción comunitaria. Que se priorice la lucha contra el analfabetismo y desnutrición en nuestros pueblos y nuestras alternativas productivas comunitarias, y no más deuda externa para el falso desarrollo del asfalto, cemento y fierros.
DENUNCIAR que los gobernantes de Sudamérica borran con el codo lo que hacen con la mano. Los mismos que aprobaron (excepción, como siempre, de Colombia) la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas (13.09.2007) la violan todos los días, aplicando los proyectos de la IIRSA afectando nuestras vidas, culturas, sueños. Todos son además miembros del BID que empuja la IIRSA y como Banco no rinde cuentas a nadie.
SOLICITAR la intervención del Alto Comisionado en Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para que un Relator Especial efectúe una investigación inmediata de este gigantesco impacto de etnocidio y ecocidio en Sudamérica con la IIRSA, que además agravará la ya grave crisis climática global. Los hermanos del Foro ONU para Cuestiones Indígenas, que ayuden en esta incidencia en todo el sistema de Naciones Unidas.
ORGANIZAR denuncias jurídicas nacionales e internacionales, que en defensa de nuestros derechos constitucionales y de tratados como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración ONU de Derechos Indígenas (Ley Nº 1257 y Ley Nº 3760 respectivamente en Bolivia) establezcan actos pre-cautelatorios que suspendan los proyectos IIRSA donde hay agresiones previsibles sociales y ambientales. Ello incluye el apoyo a la demanda en curso del Pueblo Wichi de Argentina ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), contra la minería vinculada a la IIRSA que pretende destruir sus fuentes de vida.
SOLICITAR entrevistas con los presidentes del Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fonplata, Banco Europeo de Inversiones, Corporación Andina de Fomento, para analizar por qué financian y sostienen proyectos como los de la IIRSA si ni siquiera nos conocen bien, nunca nos consultaron y ni siquiera escuchan nuestros reclamos.
ALERTAR nuestra preocupación sobre la actuación del gobierno brasileño, del Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (BNDES) y las empresas transnacionales brasileñas (Odebrecht, Vale, Petrobrás, Andrade Gutiérrez, Queiroz Galváo y otros), quienes han contribuido fuertemente para la implementación de la IIRSA y sus daños ambientales y a los pueblos indígenas y comunidades locales en todo Sudamérica; y DEMANDAR una reunión con el Presidente del Brasil y el presidente del BNDES, para que escuchen a nuestros pueblos, y una ocasión puede ser durante la Cumbre UE-CAN en mayo del 2008 en Lima.
LLAMAMOS a los presidentes progresistas del continente a honrar su compromiso de adhesión a la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, sumándose a la posición del Presidente Evo Morales de "revisar la IIRSA para tomar en cuenta las preocupaciones de la gente…“Solicitamos al Presidente Hugo Chávez, en el caso del conflicto del Estado Zulia, Municipio Mara sector el Socuy, con los pueblos indígenas Wayuu, Bari y Yukpa, que derogue las concesiones mineras de carbón y revise los proyectos IIRSA asociados a esa minería, para evitar la destrucción de la Sierra de Perijá, el perjuicio a las poblaciones indígenas que habitan la región y la indeseable contribución al calentamiento global”.
SOLICITAMOS a nuestro hermano Evo Morales en el caso de la Carretera Bioceánica Santa Cruz – Puerto Suárez, que afecta el territorio y los derechos del pueblo indígena Chiquitano, reorientar el proyecto para incluir acciones de desarrollo con identidad, de justa compensación por los impactos sociales y ambientales, y asegurar que las comunidades sean efectivamente beneficiadas por la integración. Asimismo, revisar, en consulta con los pueblos indígenas, la Carretera Bioceánica y los corredores de integración que atraviesan el territorio boliviano, para garantizar beneficios concretos a las comunidades afectadas. En el proyecto brasilero de represas en la cuenca del río Madera, que afectará a Brasil, Bolivia y Perú, el gobierno de Bolivia tome las medidas necesarias para proteger los derechos de los pueblos indígenas bolivianos y de los demás países, cautelando que no sean afectados por el desastre social y ecológico que podrían provocar las inundaciones de estas represas de ser ejecutadas.
LLAMAR a las comunidades de los pueblos y organizaciones indígenas de Sudamérica afectados por la IIRSA a declararnos en ALERTA y MOVILIZACIÓN permanente para exigir la máxima información sobre los impactos de estos proyectos y nuestro derecho de consentimiento o de rechazo, que sea previo, libre, informado, en lengua propia, de buena fe, en nuestras localidades y a través de nuestras organizaciones representativas.
REFORZAR la alianza que hemos construido entre las coordinadoras de los pueblos indígenas andinos (CAOI), amazónicos (COICA) y de Centroamérica (CICA) para afrontar la avalancha de la IIRSA y lograr su reorientación y reconstitución profunda desde las propuestas de nuestros pueblos y comunidades. LLAMAR a los hermanos que resisten a este modelo desarrollista neoliberal impulsado desde el Brasil, a ampliar nuestra alianza, y en especial al Movimiento Sin Tierra (MST), Movimiento Contra las Represas (MAB) y Red de Monitoreo de Bancos (Rede Brasil sobre IFMs).
ANUNCIAR la construcción de una campaña por la reorientación de la IIRSA que culmine con un encuentro mundial de las fuerzas solidarias de todas las fuerzas solidarias que luchan en el Abya Yala y también en Europa, durante el Foro Social Mundial a efectuarse en Belém do Para (enero 2009) y acelerar nuestras coordinaciones para efectuar el lanzamiento durante la Cumbre Social de los Pueblos en mayo 2008 en Lima, Perú.
CAOI – Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas
Organizaciones Indígenas Andinas y de Abya Yala
CONACAMI – Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería
ECUARUNARI – Confederación de los Pueblos Kichwa del Ecuador
ONIC-Organización Nacional Indígena de Colombia
ONPIA- Organización Nacional de Pueblos Indígenas de Argentina
COICA – Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica
CCP – Confederación Campesina del Perú
CNA – Confederación Nacional Agraria (Perú)
ANAMEBI – Asociación Nacional de Maestros en Educación Bilingüe (Perú)
CONIVE – Consejo Nacional Indígena de Venezuela
MAIKIRALASALII– Organización Wayuu de Sucuy (Zulia, Venezuela)
Consejo Indígena de Nicaragua
Confederación Nacional de Pueblos Autóctonos de Honduras-CONPAH
CNACHA – Consejo de Naciones Aborígenes Charrúa
Coordinadora Indígena del Bajo Chaco – Paraguay
Coordinadora Regional de Comunidades Afectadas por la Minería del Cusco
Organizaciones Indígenas del Qollasuyo / Bolivia
La Paz, 19 de enero de 2008