Conductas que dan asco

Me resulta muy repugnante que una parte de mis compatriotas se horrorizan de las acciones de las FARC y del supuesto apoyo que les ha dado nuestro Presidente, pero callan y siguen callando de una manera asquerosa ante las acciones, iguales o peores, de los grupos paramilitares colombianos, cuya presencia y actividades en Venezuela supera con creces la de los grupos guerrilleros. No estoy defendiendo a la guerrilla colombiana, ése no es el problema; estoy acusando a una parte de los opositores de Chávez, para quienes todo lo que supongan cercano al Presidente es digno del mayor odio posible, mientras lo que se le oponga bienvenido sea, sin importar que se trate de los peores asesinos actuales.

No les importa las decenas de miles de asesinados por los paramilitares, los secuestros realizados, entre ellos los de venezolanos, las torturas inflingidas a personas inocentes, el control territorial que ejercen en nuestro territorio, el pago obligatorio de vacuna, ni el financiamiento que obtienen del Gobierno colombiano de Uribe y del Plan Colombia. Pelean porque las FARC sean consideradas como grupo terroristas y para que no se les dé el status de fuerza beligerante, los acusan de narcotraficantes y de cuanta cosa se les ocurre. Pero nada dicen de los paramilitares, a lo sumo un tenue “tampoco estoy de acuerdo con ellos” como respuesta a quienes les instamos a pronunciarse.
Celebraron la movilización que hubo en Colombia contra las FARC, pero no llegaron siquiera a imaginar que podría organizarse otra movilización contra los paracos, tan o más justificada que la ocurrida. ¿Qué ocurre en la mente de estos venezolanos, si es que se les puede seguir manteniendo el gentilicio. ¿Qué cambio neuroquímico ha ocurrido en sus cerebros que sienten a Uribe como un gran líder, llegando casi a la veneración de su persona? ¿Es que acaso ignoran la vinculación de Uribe con el narcotráfico? ¿No fue acaso Uribe un hombre de confianza de Pablo Escobar?

No es el presidente Chávez, a quien quieren convertir en drogadicto y terrorista, siguiendo las instrucciones estadounidenses, el responsable de las actividades de las FARC y de las mafias de la droga, cuya presencia es muy anterior al nacimiento del Presidente. Basta ya de seguir ensuciando a Venezuela internacionalmente con toda esa suerte de acusaciones despreciables. Dentro del Congreso de los Estados Unidos son muchas las voces, que exigen al Pentágono información fidedigna sobre los nexos de Uribe con el narcoparamilitarismo; así mismo, están bajo investigación una serie de empresas transnacionales con la acusación de haber financiado a los grupos paramilitares colombianos. Ésta es la verdadera realidad.

Sol de Margarita, pp 10, 18-3-2008, Porlamar.

lft3003@yahoo.com




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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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