El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica recibió al Papa Ratzinger, en visita oficial a su país, algo que parece ser utilizado por la maquinaria mediática proimperialista para lavar la imagen de uno de los presidentes más guerreristas que ha pisado la Casa Blanca, pintándolo ahora como un ser espiritual.
Parece extraño que Bush decidiera recibir al Sumo Pontífice, tomando en cuenta que él mantiene una comunicación directa con el mismo Dios. Debemos recordar que Bush dijo: “Dios me dijo: lucha contra esos terroristas de Afganistán. Y lo hice. Y me dijo: derroca a esos tiranos de Irak. Y lo hice. Y me dijo: da un Estado a los palestinos y seguridad a los israelíes. Trae la paz para Oriente Próximo. Y lo haré”.
Entonces ¿por qué un tipo que conversa directamente con Dios recibe al más alto jerarca de la iglesia católica? Todo parece indicar que la visita se utiliza como un intento desesperado para lavar la imagen de George, cosa que está bastante difícil, ya que la sangre que cubre de Bush es de grandes dimensiones.
En el encuentro privado que mantuvieron Bush y Ratzinger ambos estuvieron de acuerdo en que se ha manipulado la religión como justificación del terrorismo a escala mundial.
Esta declaraciones son un fiel reflejo de la hipocresía imperial, ya que el mismísimo Bush a utilizado la religión, refiriéndose a sus conversaciones divinas, para justificar el terrorismo de Estado.
También sería justo recordar a Ratzinger que la Iglesia Católica ha utilizado la cruz para participar en grandes genocidios, como el ocurrido a nuestros pueblos indígenas durantes la invasión de Colón.
El Papa abordó la situación que viven los emigrantes en Estados Unidos, abogó por la utilización de la diplomacia antes que la guerra para la resolución de conflictos, así como también por el respeto de los Derechos Humanos. Ninguno de estos temas recibió respuesta alguna de Bush.
El gobierno de los Estados Unidos de América y la Iglesia Católica, realmente no tienen moral para abordar ninguno de esos temas.
Todos hemos vistos como Estados Unidos ha decidido utilizar la guerra como principal política exterior, el terrorismo de Estado como vía para ejecutar sus acciones, la violación de los Derechos Humanos de manera sistemática para la obtención de información y el cumplimiento de sus objetivos, y ni hablar de la persecución de la comunidad latina dentro de su territorio. Bajo el silencio cómplice de la iglesia católica.
Debemos quitarnos las máscaras de una vez por todas, y comenzar a dar los cambios necesarios para modificar la conducta del hombre en el mundo.
Basta ya de que los poderosos deseen mandar sobre los pobres, que somos más, para que después los “ministros de Dios”, como Ratzinger, se hagan los dolidos por nuestras penas, para luego ir a soplar las velas de su torta de cumpleaños bajo el coro de más de 9000 invitados a su fiesta.
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El papa Benedicto XVI visitó Estados Unidos de Norteamérica, visita que busca humo blanco a las relaciones actuales entre la presidencia de este país, sus conciudadanos y el mundo.
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