La marea y polvareda que se ha levantado con lo que dijo el sábado pasado el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, parece ser que los medios terroristas mediáticos a servicio del imperialismo estadounidense y las oligarquías nacionales de Colombia y Venezuela la han magnificado a su favor, o eso intentan, destacó la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL) en su editorial del pasado 10 de junio.
Ya la prensa de Estados Unidos está cobrando deudas inexistentes, y con rédito parecido al que se paga en el llamado ‘servicio de la deuda’. Abordemos las cosas con cabeza fría y corazón amplio. Porque me parece que se están diciendo cosas que no son, interpretadas según su imperial y lacayo pensamiento. Y desde ANNCOL no podemos caerle al comandante Chávez como le caeríamos a un enemigo, ni más faltaba. Precisamente el presidente venezolano es uno de nuestros más grandes referentes en la lucha antiimperialista de los pueblos latinoamericanos.
Miremos detenidamente que dijo Chávez, qué no dijo, y el significado de su disertación. Según la propia prensa, tv y radio venezolanas, el presidente Chávez dijo: “Ahora le digo a (Alfonso) Cano: vamos, suelten toda esa gente (…), hay personas que tienen más de 10 años en esa montaña”. Correcto. Es lo queremos los revolucionarios y demócratas del mundo, y con seguridad es lo que quieren las FARC-EP, pero también las FARC-EP quieren que liberen a los suyos que tienen igual o más tiempo en las mazmorras de Colombia y Estados Unidos, muchas veces en peores condiciones porque no se les brinda lo necesario porque el régimen no lo quiere y no porque no haya.
Las FARC han insistido una y mil veces en la necesidad del Intercambio Humanitario y el régimen narco-paramilitar de Uribe Vélez sólo ha respondido con más Guerra, y ha torpedeado de mil maneras los esfuerzos por lograr este Intercambio. Funcionarios del gobierno de Venezuela son dolorosamente testigos de las estratagemas utilizadas por Uribe Vélez. Incluso ha torpedeado las liberaciones unilaterales que las FARC estaba realizando a través de Raúl Reyes, y lo que recibió ‘en pago’ fue una bombardeada que no tiene nombre en la legislación internacional.
“Yo creo que llegó la hora de que las FARC liberen a todos los que están en la montaña. Sería un gran gesto humanitario (…) y pudiera ser el primer paso para que acabe la guerra interna en Colombia”, expresó el presidente Chávez. Estamos totalmente de acuerdo, y eso quisiéramos los militantes de izquierda, los demócratas y las propias FARC. Por lo que se ve, las FARC en estos momentos están adelantando pacientemente sus movidas de ajedrez para que el Intercambio Humanitario siga su ruta exitosa, a pesar de la obstinación de la oligarquía colombiana y el imperio en torpedearlo. Las FARC ha retomado el más completo silencio en su accionar dada la criminalidad del régimen narco-paramilitar de Uribe Vélez.
Las FARC-EP siempre y por siempre han planteado la necesidad de buscarle una salida política al conflicto social y armado que padece Colombia por cuenta de la oligarquía criolla y el imperialismo estadounidense. Las FARC incluso han forzado diálogos como el de Caracas (previos a los de Tlaxcala), y en todas las intentonas de encontrar esa salida política, al momento de discutir las causas que originaron –y originan- el conflicto armado, la oligarquía se levanta y ‘patea la mesa de conversaciones’. Así fue en La Uribe, así fue en Tlaxcala, así fue en el Caguán. Y ‘la patea’ echándole siempre la culpa a las FARC por no haber llegado a la paz!
La oligarquía colombiano no quiere ninguna solución política al conflicto colombiano, quiere una salida militar o una entrega de las guerrillas –que lleguen ‘arrepentidos’ de 44 años de lucha por el pueblo a entregar sus armas-, y que se olviden de sus compañeros muertos que han regado con su sangre generosa los campos de Colombia y también de sus prisioneros en las cárceles del régimen e imperiales.
“A estas alturas en América Latina está fuera de orden un movimiento guerrillero armado y hay que decírselo a las FARC”, señaló el presidente Chávez, quien indicó al grupo rebelde que en la actualidad, en América Latina se están dando las condiciones para iniciar un camino a la paz en Colombia. Esto es una opinión muy personalísima, respetable, y por tanto no creo que haya que llorar porque Chávez diga algo así. Hemos escuchado declaraciones de personalidades que perciben la situación colombiana un tanto diferente a como la perciben los colombianos, pero debemos entender que es difícil imaginar siquiera la enorme sevicia de la oligarquía colombiana.
Los militantes de izquierda, de la Unión Patriótica (U.P.), y creo si mal no interpreto a las FARC, quisiéramos que en Colombia se dieran los cambios y las condiciones para iniciar un proceso de paz con las guerrillas. Pero nuestro historia es dolorosa y colmada de ejemplos sangrientos de cómo es que quiere la cosa la oligarquía. Sólo en la U.P. –un ensayo de las FARC para reinsertarse a la lucha política-, podemos contabilizar 5.000 asesinados por las fuerzas militares-narcoparamilitares del estado, en el único genocidio de una organización política de que tiene conocimiento la historia. 100.000 asesinados por el Estado desde 1964, 15.000 de ellos desaparecidos forzosamente, 3.750 masacres (más de 4 personas), miles asesinados extrajudicialmente, amén de 5,4 millones de desplazados –registrados y silenciosos- y la expoliación de más de 6 millones de hectáreas de los campesinos e indígenas.
“Ustedes en las FARC deben saber una cosa: que se han convertido en una excusa del imperio para amenazarnos a todos nosotros. Son la excusa perfecta. El día que se haga la paz en Colombia se le acabó la excusa al imperio”, agregó el mandatario. Bueeeno. Ahí ‘la puerca torció el rabo’, pero lo único que puedo recordar es que quizá sea la hora de releer a Bolívar, Marx y Lenin. Creo que ya muchos revolucionarios del mundo están discutiendo sobre lo dicho, pero yo creo que merece la pena plantear un diálogo –no discusión- de todos los revolucionarios y demócratas sobre la esencia del imperialismo, el mismo imperialismo del siglo pasado ahora más agresivo y más dotado militarmente, y evaluar los casos de saqueos de pueblos como Afganistán, Irak, etc.
Increíblemente, creo que las que se tomarán con tranquilidad lo dicho por Chávez serán las propias FARC. Así ha sido en el pasado, cuando ha habido declaraciones de revolucionarios diciendo que ‘la lucha armada’ es obsoleta en los actuales tiempos. Una forma de lucha es actual en un determinado momento y en otro puede ser obsoleta, si en ese país o región se superan las causas que dieron origen a esa forma de lucha, máxime como dice Mandela que ‘es el enemigo el que escoge la forma de lucha’. Y la lucha obedece a reglas determinadas por la misma historia y no por el querer de los sujetos históricos.
Por el contrario, creo que las FARC entenderá en su real dimensión el pronunciamiento de Chávez. En la América Latina de hoy, especialmente en Suramérica, se van abriendo las grandes alamedas de la democracia por el golpe de las luchas de los pueblos. Colombia no será la excepción y hace allá pareciera que apunta la visión de Chávez; pero esto no será en el futuro inmediato, sino un poco más tarde. Pero de que todos los revolucionarios y demócratas tenemos claro que es su lucha, la del pueblo y las FARC inscrito en él, la que abrirá las alamedas de la Paz y la Democracia, de eso no hay ninguna duda.
Para afirmar lo planteado antes, casi el mismo día de que Chávez hacía su pronunciamiento, el Comandante de las FARC, Iván Márquez, se mostraba más preocupado por la suerte del presidente de la República Bolivariana, en declaraciones entregadas a la Agencia Bolivariana de Prensa, ABP, y en ellas dice que el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez 'intentó y sigue intentando' atentar contra la vida del primer mandatario de Venezuela Hugo Chávez Frías. Y advierte que “Uribe estaría planeando además, según el comandante Márquez, asesinar al presidente ecuatoriano Rafael Correa en complicidad con un General ecuatoriano de apellido Aguas”.
Y esto es lo realmente importante. Sería un golpe supremamente sensible si el imperio estadounidense y la oligarquía cipaya colombiana logran sus nefastos propósitos. Lo demás lo arreglan las FARC con el gobierno colombiano y el imperio yankee. Porque la verdad sea dicha, las FARC y su lucha son una realidad en Colombia que responden al Terrorismo de Estado adelantado por la oligarquía colombiana y el imperio estadounidense.