Hiroshima y Nagasaki, aniversario de la vergüenza

Dicen que cuando Albert Einstein recibió la noticia de la caída de la bomba atómica en Hiroshima, se dejó caer en un sillón y dijo: “Si lo hubiera sabido, jamás hubiera escrito esa carta”. Ya es historia que la carta en cuestión era la que él le había dirigido seis años antes (agosto de 1939) al presidente Roosevelt.

En esa carta se observa la ingenuidad con que el gran científico alerta sobre las consecuencias de una bomba nuclear. Einstein dice: “…una bomba de ese tipo podría ser llevada en un barco a un puerto y destruir este totalmente, así como sus alrededores”. Igualmente dice:”…Sin embargo, tales bombas podrían ser demasiado pesadas para ser transportadas por aire”

Lamentablemente se equivocó Einstein, y los Estados Unidos, no sólo la construyeron, sino que la usaron con rencor y premeditación, transportándola en el triste célebre Enola Gay. No hubo límites para la maldad por parte de EEUU, Japón estaba casi en ruinas antes de aquel agosto fatídico.

Se había lanzado sobre la ciudad de Tokio más de 4000 toneladas de bombas y para rematar bombarderos B-29 lanzaron Napalm (bombas incendiarias – recuerden Viet-Nam) logrando la “hazaña” de destruir asfixiados y quemados a más de 100.000 personas en una noche. Se reportó que en la cola de los bombarderos se podía oler el hedor de la carne quemada. En total ya habían muerto más de un millón de seres humanos en Japón.

Aún con Japón negociando la rendición, Winston Churchill le comunica al presidente Truman su decisión y la de Inglaterra de usar la bomba. Una condición era ciudades que no hubieran sufrido bombardeos convencionales, para una “óptima valoración de los efectos de la bomba”

Con razón el asesino general estadounidense Curtis LeMay dijo cínicamente que si EEUU hubiera perdido la guerra, hubieran sido acusados todos, como criminales de guerra.

Termino con tristeza diciendo que actualmente hasta, agosto de 2008, EEUU ha dejado caer sobre el pueblo Iraquí, varias veces las toneladas de bombas lanzadas sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial, y la ONU, el organismo que supuestamente fue creado después de esa guerra para pretender preservar la paz a futuras generaciones, hoy se ha postrado a los pies de EEUU y sus aliados en esta matanza.

Finalizo con una cita que dejo para la reflexión:



“El uso del arma nuclear fue un momento necesario en la historia. Nosotros no nos arrepentimos

~Tripulación del Enola Gay


luisortega69@hotmail.com


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Luis Ortega Segovia


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