El ocaso del libre mercado ¿Será el preludio de una sociedad humana y solidaria?

EE.UU, el país más capitalista del mundo, ha caído en su propia trampa por divinizar el “libre mercado”. La nacionalización de los Bancos (1), medida socialista, por parte del Estado norteamericano, es la prueba irrefutable del fracaso total de la política del “libre mercado”, como asignador eficiente de los recursos. El mercado, según la teoría liberal, cuyo ideólogo contemporáneo es Milton Friedman, era capaz de solucionar todas sus crisis sin la intervención del Estado. Asimismo, esta crisis financiera traerá inevitablemente la “RECESIÓN” en EE.UU. , que va repercutir en los países periféricos por ser dependientes económicamente a dicho país. Con esto se agravará, aún más, la pobreza y la miseria en los países del tercer mundo.

Lo que viene aconteciendo en EE.UU debe hacernos recordar lo sucedido en esa nación, hace 79 años: como consecuencia de la falla del “liberalismo clásico” (laissez faire, laissez passer) se tuvo la crisis de 1929, conocido como “Crack del 29”, que también fue por problemas financieros. Dicha crisis tuvo efectos devastadores, tal es así, que se inició, en esa época, un periodo de DEPRESION económica sin precedente a nivel mundial. Esto, acarreo en el mundo quiebras masivas de empresas, desocupación de millones trabajadores y una oleada de suicidios, debido a que muchas familias vieron como sus ahorros se evaporaban por completo.

Para recuperar la economía del país, de la depresión, y debilitar el movimiento popular de los estadounidenses que exigían un modelo económico diferente, el presidente de EE.UU, Franklin D. Roosvelt (1933) tomó la teoría económica del economista John M. Keynes. En ese entonces la Unión Soviética estaba intacta, en pleno apogeo, era una amenaza para EE.UU, pues los habitantes del mundo podían optar por la ideología del socialismo, si el capitalismo no colmaba las expectativas de bienestar del pueblo.

Keynes aducía que el mercado por si solo no podía regularse, por ello planteaba la intervención del Estado en la regulación de la economía, donde el libre mercado se compatibilice con los intereses sociales. Por ello planteaba que el crecimiento económico debe estar acompañado de una mejor redistribución de la riqueza, una mayor justicia social. Es decir, se debe contar con un Estado de Bienestar.

El Estado de Bienestar, instaurado en Europa y EE.UU, reconocía múltiples derechos sociales y laborales del pueblo, con ello mejoraba el bienestar y calidad de vida del ciudadano; tal es así, que el Estado promovía el pleno empleo, estabilidad laboral, salario digno, a los desocupados le asignaban un “seguro de desempleo”, educación pública y seguridad social de calidad, etc. El capitalismo, en ese entonces, se vio obligado de presentarse con rostro humano para detener el avance del comunismo en Europa. El keynesianismo permitió reconstruir a la Europa devastada por la 2da. guerra mundial.

La revolución keynesiana le estaba saliendo muy cara al gran sector privado, pues se veían obligados a redistribuir gran parte de su riqueza a través de los impuestos que gravaban a sus empresas y de pagar salarios altos a sus trabajadores. Entonces, era necesario una contrarrevolución contra el keynesianismo (capitalismo socialdemócrata). En esa coyuntura aparece Milton Friedman, para beneplácito del gran capital, con una ideología liberal, llamado, ahora, neoliberal. Quien planteaba la restauración, en su segunda versión, del modelo económico de libre mercado, donde el capitalismo era totalmente libre de toda restricción para comportarse en su forma más salvaje. Este modelo planteaba liberar al mercado de la tenaza estatal, para que el mercado regule toda la economía, inclusive lo ecológico. Es decir, el mercado, donde prevalecen las empresas transnacionales, gobierne al mundo como creyera conveniente.

El programa económico de Friedman consistía: 1.- Eliminar todas las reglamentaciones y regulaciones que dificulten la acumulación privada (enriquecimiento rápido). 2.- Vender todos los activos del Estado (privatización). 3.- Recortar drásticamente los fondos asignados a programas sociales: educación, sanidad, seguridad social, etc. En ese aspecto, EE.UU., como país hegemónico, a través del FMI y del BM, para preservar sus intereses imperiales, comienza a imponer su receta económica en todo el mundo. Tal es así, que el modelo económico neoliberal (terapia de shock económico) fue impuesto a sangre y fuego en América Latina. Para ello tuvo que contar con gobiernos autoritarios brutales, si fueran gobiernos militares mucho mejor, que podían suprimir todo rasgo de democracia, e inclusive que llegaran a asesinar, torturar y desaparecer a todo aquel que se oponía al modelo. Por eso, Augusto Pinochet (Chile) Videla (Argentina), Bordaberry (Uruguay), Banzer (Bolivia), Fujimori (Perú), fueron los hijos predilectos de Friedman.

Por lo tanto, ante el estrepitoso fracaso que viene mostrando el neoliberalismo y/o capitalismo global, en el mundo, por no satisfacer las condiciones materiales de existencia de la gran mayoría de los seres humanos , es necesario apostar por un modelo de desarrollo alternativo, que sea humano y equitativo, y que este en armonía con el medio ambiente. En ese aspecto, en nuestro caso, para contar con ese modelo, tenemos que refundar la República peruana. Es decir, el país debe reestructurarse en lo económico, social, cultural, político y moral. Por ello, requerimos contar con una nueva “Constitución”, donde el Estado sea eficiente, promotor y regulador, y que de énfasis a la democracia participativa y protagónica (Poder Popular). En ese aspecto, a diferencia del estatismo (2) que caracterizó a los países del bloque socialista, el pueblo debe participar colectivamente en la construcción de su destino. Asimismo, el modelo alternativo debe democratizar el sector económico, de tal manera que el desarrollo económico nacional debe estar basado en la participación de millones de pequeños propietarios organizados corporativamente (cooperativas, empresas de producción social, bancas populares, empresas comunitarias, microempresas familiares y vecinales) para generar bienes y servicios que satisfagan las necesidades básicas de las comunidades: alimentación, vivienda, educación, educación, salud y vestimenta. En otras palabras, para romper la dependencia del exterior, se debe promover el desarrollo por autosuficiencia (producir internamente para sustituir la importación de los productos básicos). Con respecto a la inversión extranjera, su existencia, debe jugar un papel complementario a los esfuerzos nacionales para garantizar el desarrollo económico del país. Es más, tenemos que tener en cuenta al promover la micro y pequeña empresa se garantiza la creación de millones de nuevos puestos de trabajo. Todo lo contrario sucede con la gran empresa basado en la automatización (sustitución de la mano de obra por tecnología de punta).


1) Los bancos colapsaron por su avaricia caníbal, pues especularon y/o estafaron financieramente para obtener beneficios exorbitantes. Entonces ¿Por qué el rescate financiero no lo hacen los mismos banqueros usureros con sus inmensas fortunas acumuladas?, y no recurrir a los tributos de los ciudadanos estadounidenses.

2) Estatismo: intervención del Estado en todas las actividades, donde los medios de producción son propiedad del Estado.


http://www.vecinodeves.blogspot.com/


Esta nota ha sido leída aproximadamente 1944 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter