05 de febrero 2009. -Arturo Sarukhán, embajador de México ante la Casa Blanca, hizo responsable a Estados Unidos (EE.UU.) por la violencia del narcotráfico que sufre la nación norteamericana, por tener como vecino al país más consumidor y de mayor demanda de drogas del mundo, que además vende las armas que usan los cárteles.
Durante un acto en el Elliot School of Internacional Affaires de la Universidad de George Washington, el funcionario mexicano señaló que el incremento de la ola de violencia en los últimos tres años no responde a la falta de aplicación de políticas para enfrentar este flagelo, sino a la lucha en contra de las mafias que está realizando el gobierno del presidente Felipe Calderón.
Sarukhán agregó que en la frontera entre México y Texas, existen unos 12 mil establecimientos de ventas de armas, desde las cuales provienen las que entran a México.
"¿Por qué México tiene el problema que tiene hoy? Porque cuando ustedes, Estados Unidos, fueron tan exitosos en acabar las conexiones de narcotráfico en el Caribe desde Colombia hacia Miami, éstas comenzaron a mudarse a México", reclamó.
"Y si nosotros ampliamente resultamos exitosos combatiendo a los sindicatos de las drogas, el problema va a ir a otro sitio, si no miren lo que está empezando a suceder en Guatemala. Sólo si abordamos regionalmente el problema cooperando en la manera como luchamos contra el narcotráfico, vamos a tener el éxito que nuestros ciudadanos están buscando", añadió.
Riordan Roett, miembro del Centro de América Latina de la Universidad de Johns Hopkins, sostuvo que para EE.UU. la amenaza más peligrosa se encuentra en la frontera mexicana.
Roett aseguró que las políticas antinarcóticos aplicadas han fallado por basarse en castigar y perseguir a los productores y a los distribuidores de droga, cuando el verdadero problema radica en el consumo tanto en EE.UU. como en Europa.
Agregó que "una vez que se entienda la hipocresía de la política de EE.UU. podremos hacer algún progreso, pero realmente soy pesimista al respecto".
Robert Gates, secretario de Defensa de EE.UU. dijo estar presto a experimentar nuevas estrategias de colaboración militar con el gobierno mexicano, tras el calificativo de Estado fallido que le impusiera el informe del Departamento de Estado a este país de Latinoamérica.