Tegucigalpa, 12 Oct. ABN.- El diálogo podría ser una estrategia dilatoria para ganar tiempo para que los golpistas se acerquen a la fecha propuesta para las elecciones nacionales y hacer ver que ese proceso eleccionario sería la salida final a la crisis, denunció el presidente Manuel Zelaya desde la embajada de Brasil en donde se encuentra refugiado desde el pasado 21 de septiembre.
La declaraciones -reflejadas por varios medios de información- fueron emitidas al consultarle acerca de sus expectativas personales frente a los posibles resultados que podrían obtenerse tras reiniciado esta semana el diálogo con los factores golpistas y los que buscan la restauración de la democracia en Honduras.
El mandatario dijo estar abierto a continuar las conversaciones, pero no tener confianza, pues está seguro de que los factores golpistas no acatarán la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la comunidad internacional.
Frente a un virtual fracaso del diálogo, Zelaya no quiso adelantar las acciones que tomaría, aunque afirmó que no desistiría en su lucha por sacar a su país de la crisis.
Analistas se muestran más optimistas al afirmar que se han logrado avances importantes al conseguir consenso en al menos cinco punto del Acuerdo de San José, que se adelantó en Costa Rica, y pretende la creación de un gobierno de unidad y el rechazo a una amnistía.
Este martes se presenta como un día crucial, pues el tema a discutir será la restitución de Zelaya al poder hasta que culmine su período el próximo 27 de enero de 2010.
Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio cuando grupos armados entraron en su residencia de Tegucigalpa y lo trasladaron vía aérea en Santo Domingo, Costa Rica.
Posteriormente, el gobierno de facto instalado en el poder acusó al mandatario de 18 delitos, entre ellos, corrupción, abuso de autoridad y traición a la patria por promover un cambio de Constitución.