Washington, 20 oct (PL) Una pareja interracial en el estado norteamericano de Louisiana pidió hoy la renuncia de un juez sureño que le imposibilitó legalizar matrimonio por motivos discriminatorios.
Beth y Terence McKay acusaron ante la prensa y autoridades al magistrado Keith Bardwell, del departamento de registro civil por la localidad Tangipahoa Parish, en la ciudad de Nueva Orleans.
Pese a críticas, incluso del gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, y reclamos de la comunidad afroamericana, el juez Bardwell ha dicho que no dimitirá porque "él considera muy seriamente que no hizo nada malo".
El controvertido jurista insiste en que él no es un racista, sino simplemente un "funcionario muy preocupado por el futuro de los niños derivados de uniones maritales entre diferentes etnias".
La discriminación racial aún es alta contra los afroestadounidenses en este país, pese a la figura del presidente Barack Obama instalada en la Casa Blanca, reflejó un estudio social.
Una investigación de la Universidad de Administración Empresarial, en Florida, halló que los patronos blancos, asiáticos o hispanos contratan menos negros en una proporción de casi menos cinco por ciento.
Cuando el empleador de una compañía cambia de ser un negro a otro grupo étnico, los trabajadores afroamericanos contratados decaen desde 21 hasta 17 por ciento.
Según la indagación, esta tendencia es más predominante en estados ubicados en el sur, como Arkansas o Alabama, donde paradójicamente viven más negros que en otra región de Estados Unidos.
