06 de noviembre 2009. - El ex presidente de Colombia, Ernesto Samper, dijo que la situación de las bases colombianas a EEUU es tan complicada, que comparó la cesión de soberanía que implica el acuerdo firmado por el Gobierno de Uribe, con la pérdida de territorio de Panamá que sufrió Colombia en el siglo pasado a manos, precisamente, de Estados Unidos.
Para nosotros, repito, ésta es una decisión muy complicada. Inclusive lo he llegado a relacionar con la pérdida del Canal de Panamá, que se produjo a comienzos del siglo pasado, como uno de los hechos preocupantes del diseño de la política exterior colombiana".
Así lo manifestó el ex mandatario neogranadino durante un contacto telefónico con el programa Dando y Dando, que transmite VTV, y en el cual ratificó su preocupación sobre la total falta de información en torno a estos acuerdos militares, y la convicción de que los equipos que utilizarán en estas bases serán para montar redes electrónicas de espionaje de la región y no para la lucha contra el narcotráfico.
Manifestó que, tal como lo ha sostenido ante la opinión pública mundial, mantiene su preocupación, porque desde enero de este año -en Colombia- se conocieron documentos donde se señalaba la ubicación de las bases que serían cedidas, aun antes de haberse negociado nada.
Adelantó que 15 días atrás, antes de la firma definitiva del acuerdo, el Consejo de Estado de Colombia, ente consultor del Ejecutivo, le recomendó a Uribe "que no fuera a firmar este acuerdo como desarrollo de otros convenios. Que no lo hiciera clandestinamente y, más bien, que lo llevara a consideración del Congreso". Esta solicitud, según Samper, buscaba que en el Parlamento se analizara este proyecto como un Tratado y, simultáneamente, se pudiera abrir un debate nacional que luego sería sometido al control de la Corte Suprema de Justicia. Todo esto fue negado por Uribe, y desechado sin más.
"Lamentablemente...", dijo Samper "no ha habido un documento más importante en la política exterior de Colombia, y al mismo tiempo más desconocido que éste", sentenció. Dijo que al igual que los colombianos, los países vecinos y la comunidad internacional tampoco tuvieron ocasión de saber su contenido y se produjo una legítima preocupación y rechazo. Dijo que apenas se conoce este acuerdo en las últimas horas, cuando han salido algunos aspectos que develan la gravedad de lo acordado por el gobierno colombiano con su par de EEUU.
El acuerdo otorga inmunidad a los soldados norteamericanos, favorece la utilización sin restricción del espectro radioeléctrico colombiano para operaciones desde Colombia y se renuncia al juzgamiento de delitos en estas bases, entre otras, beneficios que EEUU siempre ha impuesto donde penetra con sus tropas.
"Eran cláusulas restrictivas conocidas, porque EEUU tiene 800 bases en el mundo y no cambiarían en Colombia", advirtió Samper.
"El acuerdo es un hecho, pero pienso que otro gobierno damnificado es el de EEUU", dijo. Consideró que con el misterio y la manera clandestina con que se hizo este acuerdo militar, el Gobierno de Barak Obama destruyó las expectativas positivas que se tenían en América Latina con su llegada al poder en el país del norte.
"Lo cierto es que es una señal muy equívoca que manda EEUU al continente. Está diciendo que van a seguir las relaciones de controlar y actuar como policías del hemisferio", afirmó Samper, asegurando que por esto la otra grave responsabilidad recae en EEUU, que sigue mandando mensajes equivocados a Latinoamérica.