Bogotá, 23 Nov. ABN.- El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, reiteró hoy su interés de que el Congreso de la República prolongue el denominado impuesto al patrimonio o de guerra, a fin de continuar -dijo- la política de seguridad democrática.
Uribe explicó que es necesario hacer ese esfuerzo para no retroceder en materia de seguridad y agregó que dicho impuesto lo pagan los ciudadanos más pudientes del país.
Aseveró que la política de seguridad democrática enarbolada por el gobierno se ha financiado sin poner en riesgo los recursos de la inversión social.
De otra parte, la organización no gubernamental Fundación Arco Iris sostuvo este lunes que la citada política del ejecutivo entró en crisis, ante un incremento de las acciones por parte de nuevos grupos paramilitares, que incluso superan a las de la guerrilla.
Al respecto, el director de la fundación, León Valencia, señaló que este año los operativos de paramilitares sobrepasaron los de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En 2008 los paramilitares estaban en 247 municipios del país y este año se ubicaron en 293 localidades donde se distribuyen nueve mil hombres, advirtió.
Asimismo, indicó que la inseguridad se hizo explosiva en la ciudad de Medellín (Antioquia), donde en lo corrido de año la tasa de homicidios es similar a la de 2002, es decir, a la fecha se contabilizan mil 721 muertes violentas.
'El resurgir de las bandas emergentes en Bogotá y Medellín es preocupante. Ahora existe una disputa por los mercados internos de la droga el cual se ha agudizado, lo mismo que la incursión en otros negocios para compensar', acotó.
En su opinión, dicha situación es consecuencia de mala negociación por parte del gobierno con los grupos paramilitares que se desmovilizaron y dejaron intactas las estructuras más duras y especializadas en el tráfico de drogas, lo mismo que su fuerza militar.