México, 26 dic (PL) La guerra declarada por el gobierno mexicano al crimen organizado, con responsabilidad compartida con Estados Unidos, está lejos de lograr hoy los objetivos expuestos en la Iniciativa Mérida, enjuician expertos.
Para el investigador Antonio Payán, de la Universidad de Texas, el enfrentamiento aquí al narcotráfico es en realidad otro más de los combates que la Casa Blanca libra fuera de su país.
No es una lucha que Estados Unidos esté librando con muertes, sangre y dinero dentro de su territorio, evaluó el estudioso en declaraciones al diario El Universal.
Esto constituye, opinó, un brutal desgaste para México en términos económicos y humanos, e inaceptable porque el vecino del norte es el gran responsable de la desgracia.
Los planes de designar a 45 agentes norteamericanos en una oficina binacional contra el narcotráfico en suelo mexicano revela mucho de la estrategia de Washington, observó el analista.
Un experto en relaciones México-Estados Unidos en El Colegio de la Frontera Norte José María Ramos, señaló que las autoridades estadounidenses dejaron a un lado el factor primordial: su fracaso para reducir el consumo de drogas en ese país, reseñó El Universal.
Reportes de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas en esa vecina nación atestiguan que en 2008 un promedio diario de dos mil ciudadanos de entre 12 y 45 años de edad consumió cocaína; uno de los múltiples estupefacientes de uso extendido.
"La Iniciativa Mérida fue un reconocimiento simbólico de una supuesta corresponsabilidad, pero hasta este momento hemos visto que tiene varios problemas", consideró Payán.
Según evaluó, los recientes señalamientos de organismos no gubernamentales en México sobre violaciones a derechos humanos por parte de los militares participantes en el combate a los carteles de la droga no amenazan la Iniciativa, pues a Estados Unidos "eso no le importa, no le interesa si los derechos de los mexicanos son ignorados".