23 de oct. 2010.-La Secretaria de Estado, Hillary Clinton cuestionó la filtración de documentos por parte de Wikileaks porque ponen en riesgo la vida de militares estadounidenses, sin embargo nada dijo de las 60 mil personas inocentes asesinadas por sus tropas en Irak.
Clinton condenó “en los términos más claros” las filtraciones de cualquier documento que pongan en riesgo la vida de estadunidenses, tras las revelaciones de Wikileaks.
Por su parte, el vocero del Pentágono, Chris Perrine, acusó a Wikileaks de poner en riesgo las vidas de las tropas estadounidenses, pues la información puede ser utilizada por insurgentes para organizar ataques contra los soldados. Tampoco expresó sentimiento alguno de pesar por las miles de víctimas inocentes.
Horas antes, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, advirtió en Berlín sobre los riesgos de nuevas revelaciones, las cuales “podrían tener consecuencias muy negativas en términos de seguridad para las personas afectadas, ya que podrían poner en peligro la vida de soldados y de civiles”. Las fuerzas aliadas de Washington han asesinado inocentes en Afganistán e Irak, sin que hasta ahora ningún tribunal internacional los haya juzgado por tal motivo.
El fin de semana, el Departamento de Defensa estadounidense movilizó a 120 personas para evaluar las consecuencias de la acción de Wikileaks. Estados Unidos tiene ahora menos de 50 mil militares desplegados en Irak, además de miles de contratistas de defensa, también involucrados en crímenes y violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Wikileaks fue cuestionado y criticado por el Pentágono el 25 de julio pasado al difundir más de 90 mil documentos relacionados con la guerra en Afganistán, si bien contenían poca información que no se hubiera hecho pública ya.
Desde entonces, el Departamento de Defensa de Estados Unidos mantiene presión sobre ese sitio de Internet.
El coronel David Lapan, vocero del Pentágono, demandó a Wikileaks “devolver los documentos robados al gobierno de Estados Unidos y no publicarlos”.
Como parte de la campaña contra el sitio de Internet, el gobierno de Suecia negó el pasado lunes un permiso de trabajo y residencia al australiano Julian Assange, fundador de Wikileaks.