29 de diciembre de 2010.-Cables filtrados muestran que la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) ha sido transformada en una red global de recopilación de información de inteligencia y espionaje mundial.
Según los documentos clasificados publicados por Wikileaks, la DEA se ha expandido más allá de su mandato para participar en recopilación de información, informó The New York Times.
Un cable indicó que el presidente panameño Ricardo Martinelli, le pidió a la DEA utilizar sus programas de escuchas telefónicas y ayudarlo a espiar a oponentes políticos.
Martinelli envió un mensaje "encriptado" a la entonces embajadora de EEUU en Panamá, Barbara Stephenson, el cual indicaba, "Necesito ayuda con la intervención de teléfonos".
"Martinelli hizo referencia de varios grupos e individuos que él cree deberían ser intervenidos (telefónicamente), y claramente no hizo distinción entre objetivos de seguridad legítimos y enemigos políticos", indicó el cable escrito por Stephenson.
Cuando el embajador de EEUU negó poner mucha atención a ello, Martinelli hizo una amenaza implícita en dejar de ayudar a Washington con las operaciones antinarcóticos en el país latinoamericano.
Mientras tanto, el presidente Martinelli ha negado que él presionó a la DEA para ayudar a instalar intervenciones telefónicas a sus rivales políticos.
"El gobierno panameño lamenta el malentendido por las autoridades estadounidenses. La petición para la asistencia fue hecha para la lucha contra el crímen, el tráfico de drogas y el crímen organizado", indica un comunicado emitido por la oficina presidencial el sábado.
Un escándalo en torno a escuchas telefónicas podría dañar enormemente la popularidad de Martinelli -- un magnate de supermercados elegido el año pasado. Actualmente tiene un índice de aprobación de casi 60%.
Un cable de febrero del 2010 muestra que Paraguay solicitó servicios de intervenciones telefónicas a la DEA. Además indicó que cuando los diplomáticos estadounidenses se resistieron a la petición, el ministro de Interiores paraguayo Rafael Filizzola amenazó con cerrar las operaciones de la DEA en el país.
Los enviados finalmente acordaron permitir las intervenciones telefónicas para las operaciones antisecuestro bajo ciertas circumstancias.