En Libia, la CIA se disfraza de “rebelión popular”

Casi al unísono, la prensa internacional informaba sobre cruentas manifestaciones del pueblo libio en contra de Gadhafi. Sólo con la llegada de Telesur a esa nación el mundo pudo conocer otro punto de vista de la situación. En su alocución del 2 de marzo el líder libio aseguró que desde que comenzaron las movilizaciones “no ha habido nunca ni una sola manifestación en Benghazi, Baida ni Derna, sólo hubo ataques contra los batallones locales y las comisarías de Policía”

4 Mar. 2011/ Rayma Rondón - Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista es el nombre oficial de Libia, nación ubicada en el Norte de África y cuya capital es Trípoli. Limita con el mar Mediterráneo, con Túnez, Argelia, Níger, Chad, Sudán y Egipto. Es el país con la mayor esperanza de vida de África. Cuenta con el PIB (nominal) per cápita más alto del continente africano y ocupa el primer puesto en índice de desarrollo humano de África.

La historia del mundo hace referencia de Libia en el primer milenio antes de Cristo. Los mercenarios libios contratados por el Antiguo Egipto son el punto de referencia. De ellos se dice que constituían la fortaleza de la infantería del ejército egipcio en la conocida expedición a la península itálica a través de los Alpes. Al igual que todos los países mediterráneos, Libia ha arropado muchas culturas, entre ellas la romana.

Pese a que había logrado librarse de la voracidad de las potencias imperialistas europeas, en 1912 Libia fue invadida por Italia. Ese dominio perduró hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. El 24 de diciembre de 1951 fue proclamada la independencia de Libia por el Rey Idris I. Su reinado duró hasta 1969, cuando fue derrocado por un golpe de Estado militar. Las potencias europeas lamentaron este hecho porque generó las luchas por la independencia africana.

En las décadas de los 50 y 60 predominaron en Libia los importantes hallazgos de pozos de petróleo, lo que mejoró grandemente las perspectivas económicas del país. A raíz del golpe militar de los jóvenes oficiales, se instauró un Consejo Revolucionario de orientación socialista dirigido por el coronel Muammar Al-Gadhafi.

Los grandes y significativos cambios que implementó el nuevo sistema de gobierno hicieron que Libia pasara de ser uno de los países más pobres a tener la mayor renta per cápita del continente. En el Libro Verde, Gadhafi plasmó su ideario político distanciándose del capitalismo y del marxismo. Creó comités y congresos representativos geográficamente, repartió tierras y medios a todas las familias, creó un sistema de asistencia sanitaria social gratuita, implantó un Código de Justicia islámico diferente a los de algunos Estados confesionales árabes más fundamentalistas, e instauró en 1977 el Yamahiriya (Estado de masas) Árabe Popular y Socialista.

La nacionalización del petróleo fue un hecho en 1973. Por supuesto, las multinacionales que operaban en Libia se vieron afectadas. El idealismo sobre la revolución socialista convirtió a Libia en el refugio y base de entrenamiento para innumerables movimientos revolucionarios del más diverso cariz ideológico, lo que originó que el éxito en la política interna se transformara en enormes fracasos en política exterior, al verse enfrentado a las principales potencias económicas del Norte que vieron en él un peligro para la permanencia de su dominación económica y política mundiales.

Sin declaración de guerra o alguna argucia legal, en 1986 el gobierno de Estados Unidos bombardeó las dos principales ciudades libias (Trípoli y Benghazi), incluyendo la residencia de Gadhafi. Los países del Norte callaron ante este hecho y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) jamás protestó la acción terrorista del gobierno de Ronald Reagan que produjo la muerte de varios civiles y de una hija adoptiva del líder libio. Estados Unidos se justificaba alegando que desde Libia se patrocinaban acciones terroristas contra países occidentales, principalmente contra objetivos estadounidenses.

Finalizando los 80, se reportaron dos atentados terroristas de importancia, uno en el Reino Unido y otro en África. Los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos señalaron a Libia como autor de los hechos. El aislamiento fue una de las sanciones que aplicaron. En 2003 el gobierno libio reconoció la responsabilidad de ciudadanos libios en estos atentados y se comprometió a indemnizar a los familiares de las víctimas, lo que generó el levantamiento de las sanciones.

Gadhafi cuenta de qué se trata

A mediados de febrero de este año, casi al unísono, la prensa internacional informaba sobre cruentas manifestaciones del pueblo libio en contra de Gadhafi. Sólo con la llegada de Telesur a esa nación el mundo pudo conocer otro punto de vista de la situación. Y, según el propio Gadhafi en alocución del 2 de marzo, desde que comenzaron las movilizaciones “no ha habido nunca ni una sola manifestación en Benghazi, Baida ni Derna, sólo hubo ataques contra los batallones locales y las comisarías de Policía”.

El líder libio aseguró que los ataques fueron organizados por la "célula durmiente” de Al Qaeda en Baida, que extendió sus acciones a otras ciudades, como Zawiya, Benghazi y Misrata. Advirtió que se trata de terroristas procedentes de Afganistán e Irak, que no reconocen ninguna nacionalidad y que creen que el mundo islámico en su conjunto es el hogar común. Está convencido de que Al Qaeda no hace manifestaciones, no presenta reivindicaciones. “Si tú capturas a uno no te presenta una reivindicación, lo que te dice es 'Allahu Akbar' ('Alá es grande') y que eres un infiel”.

Informó que la revuelta fue impulsada por “un antiguo prisionero de Guantánamo” que se nombró a sí mismo emir de la ciudad portuaria de Derna y que comenzó a ejecutar a unas pocas personas cada día, “tal como hizo Abu Musab al Zarqawi”, el número dos de Al Qaeda. “Los terroristas están causando estragos en Libia, violando a mujeres y refugiándose en las mezquitas”. Más adelante indicó que Al Qaeda ha reclutado a “criminales condenados a cadena perpetua” en las prisiones libias y les ha dado armas. “No hay un solo preso político en Libia, por la simple razón de que la política está en manos del pueblo”.

El coronel acusó que los acontecimientos responden a una conspiración para hacerse con el petróleo y el territorio de Libia, y denunció que los medios de comunicación han falsificado y magnificado la realidad. "Hay una conspiración para controlar el petróleo y el territorio libio, para colonizar de nuevo a Libia y es imposible que lo consigan, lucharemos hasta el último hombre y la última mujer para defender a Libia desde el Este al Oeste, desde el Norte al Sur. ¡Quieren convertirnos de nuevo en esclavos, como lo éramos para los italianos! Nunca lo aceptaremos, iniciaremos una guerra sangrienta y miles y miles de libios morirán en caso de que Estados Unidos y la OTAN entren en el país”.

Gadhafi lamentó las sanciones aprobadas el 26 de febrero por el Consejo de Seguridad de la ONU. “No debería aprobar resoluciones únicamente a partir de las informaciones difundidas por los medios de comunicación desde fuera de Libia. ¿Cómo pueden la ONU y el Consejo de Seguridad aprobar resoluciones a partir de informaciones falsas?”.

¿Qué tiene Libia que a EUA le interese?

Libia es un país petrolero por excelencia, pues su principal y más abundante recurso natural es el petróleo con bajo contenido de azufre. Eso, combinado con la baja población, le proporciona ingresos tan importantes que lo han convertido en el país más rico de África. También explotan gas natural, yeso, hierro, caliza, sal marina y potasio.

Es el tercer productor de petróleo en África y cuenta con la reserva más grande del Norte del continente. Su producción representa el ocho por ciento del consumo de crudo de Estados Unidos, entrega 1,6 millones de barriles diarios equivalentes a 1,8 por ciento de la producción mundial y posee reservas estimadas en 42 mil millones de barriles. Especialistas estiman que a partir del estallido del conflicto, cerca de 6% de la producción total del país ha sido interrumpida como medida de precaución.

Por su ubicación geográfica, Libia es uno de los principales proveedores de crudo para Europa (queda más cerca que Arabia Saudita). También tiene ductos que entregan gas directamente a Italia. La actual situación hizo que la bolsa de ese país sufriera la mayor caída entre las europeas. Tres grandes empresas petroleras detuvieron el bombeo de petróleo y el gasoducto que transporta gas natural de Libia a Italia también fue cerrado.

Los pilares de la falsedad

Además de nacionalizar el petróleo e impulsar el desarrollo social y económico de su país, Gadhafi clausuró las bases militares que el Reino Unido y los Estados Unidos poseían en Libia. Para los conocedores del conflicto, “no fueron precisamente las banderas del desempleo, la inflación y la pobreza las que detonaron la violencia. Muchos coinciden en que Estados Unidos se aprovecha de las divisiones internas y las alimenta para lograr sus objetivos. Frente a este supuesto, se puede afirmar que fragmentó a Yugoslavia, Irak, Sudán y ahora pretende lo mismo con Libia.

Entonces, no es difícil prever que el más grande interés de los factores externos sobre Libia es su ansiado petróleo. Ellos cuentan con el poder de los medios de comunicación. Apenas comenzaron las manifestaciones en Libia bombardeaban a la opinión pública con informes sobre millares de muertos sin presentar los registros audiovisuales de la supuesta masacre.

Ni la prensa estadounidense ni la europea muestran documentos fidedignos de las “atroces masacres de los miles y miles de libios” que tan insistentemente mencionan Washington y la ONU. Supuestos “aviones de guerra que bombardean marchas indefensas” fueron reportados bajo esa campaña mediática promovida, indudablemente, para acabar con el sistema libio, recordándonos la campaña contra Irak (que dio lugar a la invasión en nombre de los derechos humanos).

De pronto entró en escena el equilibrio. El periodista Jordán Rodríguez y sus cámaras de Telesur presentaron al mundo otra realidad muy diferente a la de las agencias internacionales. Para justificar los reportes del corresponsal venezolano, CNN salió al paso notificando con abrumadora insensatez que Gadhafi había limpiado las calles bombardeadas y había borrado todo rastro de las explosiones y de la masacre.

Gracias a Telesur, y uno que otro medio, se logró el equilibrio informativo sobre el conflicto. Las transmisiones del propio Gadhafi también hicieron que el mundo conociera sobre la rebelión de Benghazi, en donde la mayor tribu de oposición y un grupo de militares desertores conquistaron varios parques de armas y municiones. En el sur de Trípoli otra tribu pretendió arremeter contra una base militar sin éxito. Además, se pudo conocer que los aviones bombarderos han atacado sólo los depósitos de municiones bajo control de la oposición. Decía Gadhafi que Libia atraviesa una situación promovida por intereses foráneos.

Reacciones de la comunidad internacional

Para nada sorprende la reacción del gobierno estadounidense, que ha declarado, públicamente, su apoyo a los opositores de Gadhafi. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, informó este miércoles que Washington discutiría nuevas medidas contra Libia, tras la decisión de Naciones Unidas de aplicarle sanciones. Conminó al coronel libio a abandonar el poder inmediatamente.

En Venezuela, el presidente Hugo Chávez advirtió que sobre Libia parece haberse tejido una campaña de mentiras como la que se tejió en 2002 contra Venezuela. “En vez de mandar marines, tanques y aviones ¿por qué no enviamos una Comisión de Países Amigos de Buena Voluntad para ayudar a que no se sigan matando en Libia? ¡Son nuestros hermanos! El mandatario sostuvo, en un acto público, que “con mucho respeto a los gobiernos del mundo... yo no soy una veleta que se deja llevar por el viento que sopla... Como todos dicen que Gadhafi es un asesino, entonces Chávez debe decirlo también. Pues no me consta y sería un cobarde, que sin saber exactamente lo que en Libia está ocurriendo yo salga a decirle asesino”.

Por su parte, el premier nicaragüense Daniel Ortega se ha solidarizado en nombre de su pueblo con Gadhafi y ha dicho que el líder libio es víctima de una “arremetida mediática”.

“Nicaragua, mi gobierno, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, y nuestro pueblo, le acompañan en estas batallas que no sólo representan la defensa de la dignidad y de la nación y la cultura libia, sino que son también expresión de las luchas a las que, en distintas formas, nos estamos enfrentando todos los pueblos del Sur”.

El líder sandinista manifiesta que su país participa de todos los esfuerzos “para contribuir a promover la paz en Libia” y advirtió que acoge y respalda la iniciativa del presidente de Venezuela de conformar una comisión internacional para servir, con Gaddafi, al diálogo y la paz en Libia.


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