29 noviembre 2011 | El canciller ruso, Serguei Lavrov estimó que tal propuesta sería cuando menos deshonesta, pues ahora varios países europeos y del Medio Oriente suministran pertrechos a grupos armados en Siria
El ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, rechazó este martes una propuesta para imponer un embargo de armas a Siria, tras reunirse en esta capital con su similar islandés, Ossur Skarphedinsson.
Al referirse a una iniciativa manejada el pasado domingo en una reunión de la Liga Árabe (LA), Lavrov estimó que tal propuesta sería cuando menos deshonesta, pues ahora varios países europeos y del Medio Oriente suministran pertrechos a grupos armados en Siria, denunció.
Una situación similar, recordó, ocurrió en Libia, cuando la prohibición realmente sólo funcionaba para las tropas del asesinado líder libio Muhammar Gadafi.
“Respecto a los llamados de congelar las ventas de armas a Siria, vamos a tomar en cuenta la experiencia de Libia para conocer bien cómo actúan en realidad nuestros socios”, subrayó el ministro ruso.
Libia fue sometida a casi ocho meses de bombardeos aéreos por parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte con el pretexto de imponer allí una zona de prohibición aérea y proteger a la población civil, entre la cual causaron miles de muertes, según estadísticas oficiosas.
Occidente no sólo violó las restricciones para llevar armamentos a Libia, sino que además envió especialistas para adiestrar a la oposición armada e incluso, algunos medios locales estiman que tropas occidentales participaron directamente en un ataque a Trípoli.
La LA aprobó el pasado domingo un paquete de sanciones contra Siria que incluye el congelamiento de fondos, la suspensión de contactos con su Banco Nacional y de proyectos financiados por naciones de esa organización regional, entre otras medidas.