19 de julio de 2012.- El nuevo embajador de EE.UU. en Quito, Adam Namm, alertó a Ecuador del "riesgo" de sanciones para el país por sus acuerdos comerciales y financieros con Irán y por su cooperación petrolera.
El embajador Namm se expresó en estos términos en una entrevista con la agencia Efe en la que esgrime que las relaciones entre Quito y Teherán contravienen las leyes de Estados Unidos, pues -asegura- las normas norteamericanas penalizan "a países que hacen negocios con Irán".
"Son leyes y si Ecuador o una institución financiera viola estas leyes hay penalizaciones", sostiene Namm, que, en consecuencia, advierte a Ecuador del "riesgo" que corre por sus acuerdos con Irán. “Ecuador está ahora bien informado sobre las leyes de los Estados Unidos, y ojalá que no vaya en contra de estas leyes", destacó el embajador.
El representante de EE.UU. también reiteró la línea de Washington en relación a Irán, país al que considera como un estado que “apoya el terrorismo” y que elabora proyectos nucleares peligrosos, algo que Teherán rechaza recalcando que las investigaciones son pacíficas.
Una cooperación que Washington no desea
Las relaciones entre Ecuador e Irán se estrecharon tras la visita en enero a Quito del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. Entonces ambos países acordaron intensificar los intercambios comerciales y financieros, extendiendo su cooperación al sector bancario, comercial y, lo que más le molesta a EE.UU., al sector petrolífero.
El Banco Central ecuatoriano colabora con el Gobierno iraní para facilitar los intercambios comerciales y el parlamento de Ecuador estudia actualmente la aprobación un acuerdo comercial con los iraníes. A su vez, la compañía estatal Petroecuador prevé colaborar con el sector petrolero iraní, que viene padeciendo sanciones rigurosas impuestas por EE.UU. y la Unión Europea.
Se informa que Irán, por su parte, está interesado en participar en la construcción de la Refinería del Pacífico en la costa ecuatoriana, un proyecto valorado en 12.000 millones de dólares.
Reglas
Estados Unidos y Europa han bloqueado activos del Banco Central iraní e impiden a la banca iraní recibir o hacer transferencias internacionales de forma directa, entre otras sanciones.
La potencial cooperación petrolífera entre el país latino y Teherán también puede ser un pretexto para imponer sanciones estadounidenses.
Las declaraciones del embajador norteamericano se producen en medio de la tensión que gobierna las relaciones entre Ecuador y EE.UU., que ahora refuerza su presencia militar cerca de Irán. Namm llegó a Quito en mayo, después de que su su antecesora, Heather Hodges, fuera expulsada el año pasado por las autoridades.
El motivo fue un cable divulgado por WikiLeaks donde Hodges acusaba la policía ecuatoriana de supuesta corrupción. Desde entonces el Gobierno del presidente Rafael Correa ha acusado de forma reiterada a Washington de intervenir en asuntos internos del país latinoamericano, e incluso de espionaje.
Además, las autoridades ecuatorianas adviertieron que Estados Unidos financia a grupos opositores encubriéndolos como ONG y acusaron a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) de desestabilizar la democracia en la región.
Actualmente, Ecuador considera la solicitud de asilo del fundador de Wikileaks, Julian Assange, que se encuentra en la embajada ecuatoriana en Londres. Según varios analistas y fuentes, si Assange fuera trasladado a EE.UU. podría ser ejecutado.