06/11/12.-Los Estados Unidos continuarán aislándose en América Latina, porque ninguno de los dos candidatos más prominentes, Obama (demócrata) y Romney (republicano), que compiten hoy por la presidencia de ese país, ha planteado nada diferente al disco rayado de la lucha contra el narcotráfico o contra el terrorismo, que son temas ya irrelevantes para esta región.
Así opinó el sociólogo y analista estadounidense, James Petras, en declaraciones ofrecidas este lunes a Radio Centenario de Uruguay , sobre las perspectivas para Latinoamérica de las elecciones presidenciales de su país.
“Creo que en 90% va a ser la continuación de lo existe actualmente. Con amenazas contra Irán, con el apoyo incondicional a Israel, con la intervención a través de mercenarios en Siria; van hacia el aislamiento en América Latina, continuará la dependencia de China alternando con amenazas de políticas bélicas… No hay entre los dos, al final de cuentas, en la macropolítica ni en la macroeconomía mucha diferencia.
“Hasta ahora -señala- no han propuesto ninguna alternativa en la política hacia América Latina; siguen el mismo cliché, como discos rayados hablando de la lucha contra el narcotráfico, la lucha contra el terrorismo, cosas vacías, huecas, que no tiene ninguna relevancia para América Latina”.
Al extender la mirada hacia otras regiones del mundo, señala: “En relación con el mundo árabe, el mundo musulmán, el medio Oriente, tal vez Romney es un poco más belicoso, pero hay que entender que Obama ya tiene los barcos de guerra frente a Irán, está canalizando dinero con los terroristas en Siria.
06/11/12.-Es difícil imaginar que Romney pueda ir más allá porque el pueblo está cansado de las guerras terrestres, es posible que uno y otro candidato aumenten la guerra de los drones y utilicen terroristas y mercenarios para las intervenciones como lo hicieron en Libia o lo hacen actualmente con Siria.
“Ninguno de los dos tiene propuestas de paz entre palestinos e Israel; siguen en forma totalmente desequilibrada a favor de Israel. En este sentido, a pesar de la demagogia de ambos candidatos en la política exterior, hay un porcentaje mínimo de diferencias”.
El abstencionismo como obstáculo
Al referirse a la participación de los electores estadounidenses en el proceso comicial, expresó que preveía una elevada abstención. “Esperan una participación máxima de un 60% que significa un 40% de abstención”.
Ahora-continuó- hay un factor que es difícil calcular, y es que en más de 20 Estados se han creado una serie de obstáculos, particularmente sobre la necesidad de una foto de identificación, con libreta de conducir, pasaporte o algún documento con foto. Y mucha gente pobre no tiene forma de conseguir siquiera un certificado de nacimiento u otra forma de identificación, se lamentó.
“Entonces no tenemos claro cuánta gente que quiere votar está descalificada, o puede ser descalificada. Es un problema para el cálculo, yo por lo menos pienso que habrá un 45% de abstención, pero podemos equivocarnos porque en los últimos días ambos partidos han movilizado todos sus militantes, funcionarios, para ir a todas las vecindades para casi presionarlos o forzarlos a votar. En este sentido, hay un enorme gasto de dinero pagando funcionarios para que vayan puerta a puerta”.
Las opciones minoritarias
Destacó además que en estos comicios están participando, además de Demócratas y Republicanos, otros partidos pequeños: “Eso es importante porque hay cuatro partidos pequeños que están presentando candidatos. Podemos decir dos de la derecha libertaria, que creen que el gobierno republicano es demasiado estatista, demasiado centralista, y buscan un conservadurismo que esté menos metido en el exterior y más orientado a fomentar el mercado libre sin un gran Estado. Este sector puede perjudicar a Romney en algunos lugares como Virginia, donde puede tener algunos seguidores.
“En el otro lado hay dos partidos de izquierda, el partido Verde, que tiene las mejores chances de romper la barrera de un millón de votos. Es un Partido que apoya un Plan Nacional de Salud, salario mínimo para todos los trabajadores de más del 60% del salario mínimo actual; propone incrementar la inversión pública, la obra pública; se manifiesta en defensa del medio ambiente; propone recortes en el uso de gases venenosos. Este partido Verde se ha registrado en casi todos los Estados y es el partido que yo voy a votar”, reveló Petras.
“Después hay un Partido Socialista pero muy sectario, sin gran arrastre, que presentan una campaña testimonial, sin posibilidad de conseguir más de cien mil votos, lo que es infinitamente poco”, precisa el analista.
En cuanto al balance real, el profesor argumenta: “Estos cuatro partidos juntos, con suerte podrán conseguir dos millones de votos. En todo caso, el Partido Verde ha hecho una buena campaña, ha movilizado a algunos sectores sindicales de base –y no a los líderes nacionales-; tiene arrastre entre los pueblos universitarios, tiene algún apoyó en los centros urbanos. Ahora hay un problema: algunas veces, el Partido Demócrata en particular, trata de hacer todo lo posible para perjudicar al Partido Verde. Dicen que es un voto inútil, dicen que los verdes hacen el juego de la derecha, o sea, toda una campaña muy sucia por parte del equipo de Obama para limitar el impacto del Partido Verde. Incluso excluyeron a la candidata Jill Stein, de todos los debates. Ella fue incluso desde la audiencia para preguntar y la agarraron y encarcelaron por “provocar disturbios”.
Petras subraya que las movilizaciones partidistas son muy pequeñas. “Lo que no se ve aquí son pósters o afiches, publicidad callejera, gente movilizándose en gran forma. Si contrastamos por ejemplo con Venezuela, donde medio millón o un millón de personas sale a la calle a manifestarse. Aquí consideran una gran manifestación si salen quince mil personas, que es lo que puede movilizar un candidato fácilmente en Rocha (departamento del este uruguayo).