Noviembre 17 de 2012.-Israel ha destruido la sede del Gobierno de Hamás en Gaza, pero no ha hecho mella en la solidaridad del mundo árabe con el pueblo palestino. Esta mañana, entre los escombros y columnas de humo dejados por los bombardeos israelíes, el ministro de Exteriores tunecino, Rafiq Abdessalem, ha acudido a la franja para entrevistarse con líderes de Hamás. Ayer hizo lo propio el primer ministro egipcio. Los gobiernos surgidos de la primavera árabe quieren dejar claro que los tiempos del mirar hacia otro lado durante las ofensivas israelíes se han acabado:
- “Israel debería saber que el mundo está cambiando, también en los países árabes. Israel no puede seguir recurriendo al uso de la fuerza. No está por encima de la ley y no tiene una protección especial. No está por encima de las leyes internacionales y nosotros condenamos esto”, decía el jefe de la diplomacia palestina.
La operación “Pilar Defensivo” es la respuesta israelí a los ataques fronterizos de milicias palestinas. Desde que comenzó, el pasado miércoles, unos 40 palestinos han muerto, más de la mitad civiles, y al menos 330 han resultado heridos. En el bando israelí, hay 3 bajas mortales.
A dos meses de las elecciones, el Gobierno de Benjamin Netanyahu parece decidido a lanzar una gran operación terrestre contra Gaza y ha movilizado a 75.000 reservistas, un número que no se había alcanzado en décadas. Tampoco se había percibido tan cerca la amenaza palestina. Los cohetes que lanzan desde la franja las milicias armadas no sólo golpean localidades israelíes cercanas, sino que han llegado a alcanzar Tel Aviv y las afueras de Jerusalén.