Diciembre 26 de 2015.-Centenares de agricultores palestinos protestaron en la mañana del pasado 18 de diciembre por el cierre de un portón de acceso a sus tierras. Finalmente, las autoridades israelíes lo abrieron y permitieron el paso de los campesinos.
Foto: ISM
En 2002, 3.200 donums (320 hectáreas) de tierras agrícolas quedaron aisladas del resto de las pertenecientes a los habitantes de dos pueblos, Deir al Ghsun y Al Yarocheyah, debido a la construcción del muro delapartheid israelí. Desde entonces, los agricultores tienen que cruzar uno de los dos portones para poder acceder a sus parcelas. El paso por el portón requiere mucho tiempo y no todos los agricultores palestinos consiguen el permiso necesario para cruzar.
Abdulah Ganer llega todos los días a las seis de la mañana al puesto de control para poder estar entre los primeros para cruzar el portón. Se supone que los soldados abren la puerta a las siete, pero los agricultores se quejan de que no es así.
"Pasamos, si es que pasamos, cuando les da la gana a los soldados", dice Abdulah.
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Él y su familia tienen 16 donums (1,6 hectáreas) de tierra en el otro lado del muro del apartheid. La parcela ha sido propiedad de la familia durante tres generaciones y Abdulah está esperando para poder pasársela a su hija. "Somos una familia de agricultores. Controlando el acceso a nuestras tierras, tratan de destruir nuestro patrimonio", dice.
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Esta parte del muro no rodea ningún asentamiento ni base militar. Lo único que hay entre el muro y la Línea Verde es tierra agrícola palestina. "Estas tierras no han sido rodeadas por el muro por razones de seguridad, sino para robarnos las tierras", explica Abdulah.
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Ayer, los soldados dijeron a los campesinos que cerrarían el puesto de control 623, uno de los que guardan los portones. El cierre del portón sería demoledor para Abdulah y los 300 agricultores que dependen de su apertura para ganarse la vida. "¿Qué podemos hacer? —pregunta—. Somos campesinos, solo podemos protestar. Ellos son soldados, pueden dispararnos".
Ni siquiera es seguro que los agricultores afectados por el cierre del portón vayan a conseguir el permiso para pasar por el otro portón. Y aunque lo hagan, la inexistencia de carreteras al otro lado del muro del apartheidles obliga a andar durante horas hasta llegar a sus tierras. En el caso de Abdulah, este tiene que andar una hora y media desde el otro puesto de control antes de llegar a su parcela. Eso significa que solo podrá trabajar unas pocas horas en sus tierras antes de que los soldados cierren de nuevo el portón.
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Ayer por la mañana, agricultores y activistas palestinos se reunieron con unos políticos para protestar por el anuncio de cierre del puesto de control. Tras pedir que el portón permaneciera abierto y amenazaran con llevar el asunto a los tribunales, las autoridades israelíes accedieron a dejar el portón abierto. Para los agricultores, esta es una victoria modesta, pero importante. No obstante, el futuro del puesto de control es incierto y los agricultores no estarán satisfechos hasta que el muro del apartheid haya sido demolido y tengan garantizado el acceso libre a sus tierras.
Fuente: Farmers protest closure of gate blocking them from accessing their land, Movimiento de Solidaridad Internacional, 19/12/2015
Traducción: Javier Villate (@bouleusis)
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