En un movimiento que claramente vuelve a violentar la legislación internacional en temas migratorios, la administración de Donald Trump está planeando desestimar las solicitudes de asilo de potencialmente cientos de miles de inmigrantes en Estados Unidos.
Según dos fuentes a las que tuvo acceso la cadena estadounidense CNN, el gobierno del magnate neoyorquino está en el camino de poner en marcha un movimiento que convertiría a cientos de miles de migrantes en elegibles para una deportación rápida.
Para ello, el gobierno haría uso del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), una dependencia que presta servicios a los solicitantes de asilo, para que dé información sobre las personas que gozan de este beneficio para buscar el camino a su anulación y posterior deportación.
Según la ley estadounidense, quienes buscan protección contra la violencia o la persecución en su país de origen pueden solicitar asilo para permanecer en Estados Unidos. Trump, al asumir el cargo, bloqueó el acceso a las solicitudes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos.
La nueva medida del gobierno de Trump, afectaría directamente a 250 mil personas, pero 1,45 millones siguen actualmente en condición de solicitantes de asilo y podrían ver cómo se anula automáticamente su trámite. Además, serían deportados con mucha facilidad.
La administración de Trump, no tiene reparo en seguir ampliando su política de deportaciones masivas, aún haciendo uso de medidas como la anulación de ciudadanía para personas que cometan algún delito.
USCIS, el nuevo brazo armado del ICE
El USCIS, es un ente dependiente del Departamento de Seguridad Nacional, y es responsable de la gestión de los beneficios federales de inmigración.Recientemente, recibió de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, la autoridad para iniciar procedimientos acelerados de deportación, así como para “tomar medidas adicionales para sancionar las infracciones civiles y penales de las leyes de inmigración”, según un memorando obtenido por CNN.
Defensores de los derechos de los migrantes en EEUU, advierten que colocar al USCIS en el centro de la campaña de deportación del presidente Trump, probablemente tendrá un efecto paralizante para quienes intentan obtener alivio y permanecer en Estados Unidos.
El USCIS puede transferir a las personas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para llevar a cabo las siguientes etapas de su proceso migratorio si determina que no son elegibles para recibir ayuda en EEUU.
“Están convirtiendo la agencia que consideramos que proporciona beneficios de inmigración en un brazo ejecutor del ICE”, dijo Sarah Mehta, subdirectora de asuntos gubernamentales de la división de igualdad de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles.
Anulación del beneficio de asilo
Si el gobierno de Donald Trump elimina el derecho al asilo de migrantes, estaría dando uno de los pasos más contundentes para bloquear una de las vías para solicitar la nacionalidad estadounidense.
Si esto hubiese sido así en el pasado, descendientes de migrantes cubanos como el secretario de Estado, Marco Rubio, migrantes como la congresista nacida en Cuba, María Elvira Salazar o el mismo presidente Donald Trump, de madre escocesa, no podrían optar por la nacionalidad estadounidense.
Aún así, el gobierno de Trump sigue buscando la forma de acabar con todos los programas de protección a los migrantes, incluyendo los que existen en estados que les brindan su protección.
El proceso de asilo, afectado por la nueva medida, también es diferente porque proporciona una solución a largo plazo para los solicitantes y sirve como camino hacia la ciudadanía estadounidense, incluso para personas que ingresaron al país ilegalmente.