El llamado pragmatismo de los gobiernos progresistas de Brasil y Uruguay posibilita abrazos, sonrisas y acuerdos con el genocida Bush

InSurGente (J.L).- Tanto Lula en Brasil como Tabaré Vázquez en Uruguay llegaron al gobierno encabezando organizaciones de izquierda, con un programa antimperialista. Pero, el paso del tiempo va colocando a ambos gobernantes en otro sitio, para regocijo y alborozo de la derecha. En efecto, Lula y Vázquez han invitado a George W. Bush para llegar a acuerdos económicos y fortalecer lazos entre sus respectivos países. Al PT y al Frente Amplio no parecen importarle qué es y qué representa EEUU en el mundo. La oportunidad de sumarse al eje antiimperialista de Cuba, Venezuela y Bolivia parece alejarse definitivamente. El llamado pragmatismo, el triunfo del neoliberalismo no parece respetar siglas ni luchas anteriores, ni vergüenzas.


Agencias/inSurGente.-

URUGUAY


Tabaré Vázquez se mostró complacido con la visita de Bush y refirió que la intención es “incrementar nuestro intercambio comercial, aumentar el intercambio científico, tecnológico y cultural con el país hermano y ver la forma de, juntos, lograr una mejor calidad de vida para nuestros pueblos. Hablamos muchos de cómo podemos intercambiar estudiantes, ideas”.


Vázquez también señaló la necesidad de cambios en las políticas migratorias de EU y Bush dijo que él buscará “una ley de migración compasiva y razonable” que reconozca que no se puede dar la ciudadanía automáticamente a los indocumentados, pero “tampoco se puede sacar a la gente a patadas”.


Bush dijo haber hablado con el presidente Vázquez sobre el uso del etanol como combustible y reconoció sus esfuerzos por mejorar la economía nacional,.


BRASIL

Brasil Y EEUU acordaron desarrollar estrategias que permitan abaratar el costo de estos biocombustibles, reducir los terrenos necesarios para su producción y el precio de los cultivos de los que se obtienen, para hacer el etanol y productos similares atractivos globalmente. EEUU se garantiza en Brasil un buen suministrador de materias primas.

A su vez, ambos países fomentarán la producción de este combustible en países de Centroamérica y el Caribe, para responder a la creciente demanda mundial de esta fuente de energía alternativa al petróleo.

Este acuerdo implica que Brasil y EEUU cooperarán, a través del Foro Internacional de biocarburantes, para desarrollar reglas que permitan la comercialización del etanol en los mercados mundiales.

Bush recalcó ayer que EEUU tiene las "necesidad de reducir en un 20 por ciento en 10 años el consumo de combustibles fósiles" con el fin de elevar la utilización de combustibles alternativos "al 30 por ciento para 2017", lo que implica casi septuplicar el uso del biocombustible.

Para Lula, la alianza implica la posibilidad de transferir el desarrollo técnico que logró en la materia a otros países de la región y aumentar las exportaciones del etanol, cuya producción mundial está en 70 por ciento en manos de Brasil y EEUU.

Bush adelantó que pidió al Congreso que destine 1.600 millones de dólares más para el presupuesto destinado en investigación en el área en los próximos diez años, de manera que los dos países "puedan trabajar juntos".

Lo que el acuerdo no contiene es una reducción de los aranceles del etanol que EEUU compra a Brasil. Como el etanol de Brasil es más barato que el norteamericano, EEUU impone un arancel del 2,5 por ciento y una tasa de 0,14 centavos por cada litro del combustible brasileño importado para proteger a sus productores.



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