A) Individualizar las relaciones laborales liquidando los contratos colectivos y la estabilidad en el empleo. Con nuevas formas de contratación individual “sin responsabilidad para el patrón” (contratos a prueba, de capacitación y temporales o labores discontinuas). En el caso de la educación, se crean los nombramientos de código 23.
B) Con la subcontratación (outsourcing) que crea trabajadores desechables a voluntad del intermediario, con jornadas que pueden llegar a las 16 horas. Los trabajadores pagan a los intermediarios por tener ocupación. Imponer el salario a destajo y más corporativismo.
Pretenden introducir el salario a destajo mediante “el salario vinculado a la productividad”, es decir, vinculado a más horas de trabajo y explotación. Se busca suprimir el principio de “salario igual a trabajo igual” establecido en la negociación colectiva y sustituirlo por “bonos”, “comisiones” individuales, etc., al arbitrio del patrón. En la escuela pública se profundiza esa política mediante las políticas “de evaluación universal” cuyo fin es liquidar las plazas de base, y los cambios en “carrera magisterial” (salario “por méritos”), en la cual los resultados de la prueba ENLACE tendrán un 50 por ciento de ponderación.
Se pretende que los sindicatos acepten transformar los contratos colectivos en instrumentos de individualización de las relaciones laborales, destruyendo la contratación colectiva. Se pretende llevar al corporativismo hasta las últimas consecuencias, obligando a los dirigentes sindicales a formar parte de organismos corporativos (“comités de productividad y capacitación”), formados por patrones, funcionarios gubernamentales y representantes sindicales, que serían dependientes de la secretaría del Trabajo, y se encargarían de “proponer mecanismos y nuevas formas de remuneración”, y “cambios en la organización del trabajo y las relaciones laborales” entre otras tareas. En educación, estas funciones las llevarían a cabo los “consejos de participación social”.
Ante este panorama hoy se requiere la movilización unitaria de todas las organizaciones que se manifiestan por la defensa de los derechos laborales, El 30 de octubre de 2010 el Sindicato Mexicano de Electricistas llamó a construir una fuerza política nacional a este llamado se han adherido dirigentes y activistas de organizaciones obreras, campesinas, indígenas, populares y políticas de todas las entidades de la República para dar paso a la fundación de una Organización Política Nacional de los trabajadores y el pueblo.
Este reagrupamiento político de los trabajadores, a llamado a las direcciones de los sindicatos, a las direcciones de las organizaciones sociales y políticas que junto se inicie la movilización del pueblo trabajador contra esas contrarreformas
*Comisión Internacional de la ÚNETE