Es cierto que este gobierno ha hecho honor a la deuda que por prestaciones e intereses de prestaciones sociales acarreaba la Republica, desde el año 1975, con los trabajadores de las universidades públicas venezolanas.
Es cierto que gobiernos de derecha no pagaron ni hubiesen asumido esa deuda nunca.
Es cierto que una deuda tan cuantiosa no puede ser pagada a todos los acreedores al mismo tiempo.
Es cierto que el respaldo con Bonos Petrorinocos de PDVSA SOCIAL, a través de la banca pública, es la manera económicamente viable y garantizada de cancelar totalmente estos pasivos laborales, sin que se les vuelva “sal y agua” a los acreedores antes de cobrarlos.
Es cierto que en tan solo mes y medio de tiempo ya el Estado ha cancelado a más del 10% de los trabajadores, con los cuales se tiene esa deuda.
Es cierto que los pagos se están haciendo de acuerdo a las leyes, convenios y normas establecidas para cancelar deudas públicas internas, y los acreedores que los han recibido están muy satisfechos con los montos percibidos.
Es cierto que los acreedores enfermos graves tienen necesidades más urgentes y justificadas de recibir ese su dinero antes que los sanos.
También es cierto que el gobierno cambió el orden de pago de esas obligaciones públicas por indeterminados criterios de selección del acreedor; obviando procedimiento administrativo universalmente usado siempre, como lo es: pagarle primero al que se le debe desde hace más tiempo, es decir, al que llegó primero (cola administrativa).
¿Indeterminados criterios?
¡Si, como lo lee. Indeterminados!
Sino pregúntele a los miles de profesores y empleados que cada lunes buscamos afanosamente el listado de “sorteados” en la “rifa” de la semana y comprobamos como han sido seleccionados trabajadores que, sin estar enfermos graves, sin haber solicitado causas especiales ameritadoras de adelantarlos, sin tener más edad que otros, aparecen en tan revisada lista antes que los que esperamos desde 1998.
¿Porque cambiaron el orden de cancelación?
Tengo casos concretos identificados y a disposición de quien lo requiera, de personal universitario jubilado; por ejemplo: en 2008, menor a 64 años de edad, sano y ya cobró completo. Esta ¨calamidad¨ se repite en cada universidad pública semanalmente, generando múltiple decepción (por no decir arrech… colectiva).
Por esas acciones y otras de ineficacia administrativa, que rayan en la indolencia y el ventajismo, es que día a día, se suman más venezolanos al descontento del gobierno, sin ser culpa de Chávez, sino del alto gobierno que cambia un concepto de selección milenario, universal, lógico y aceptado por todos, por un criterio de selección chucuto, escondido debajo de la manga e inexplicable; que obviamente se aplica para favorecer a algunos. ¡Seguro!
Sra Ministra, muestre las listas completas de orden de cancelación de deuda para que la gente sepa a qué atenerse, e incluya los montos a percibirse. SEA TRANSPARENTE.
Prof.
jaisanvil@gmail.com