1º de Mayo, solo en Socialismo seremos libres

Afirmar que la Humanidad atraviesa una crisis civilizatoria con el inminente riesgo de desaparecer no ha sido una exageración del comandante Fidel Castro.

Tampoco es hiperbólico repetir con el Comandante Chávez que solo en Socialismo seremos libres y capaces de detener la maquinaria destructiva del capitalismo.

Y esa lucha por la salvación de la Humanidad, precisamente este 1 de Mayo, pasa por entender que los obreros y campesinos, las clases explotadas todas, debemos tomar las riendas de la Revolución para romper con el capitalismo y el viejo sistema burgués venezolano que no termina de morir.

Este 1 de Mayo debemos alzar la bandera del Socialismo en alto y recordar que el Comandante Chávez, cuando decía “todo el poder para el pueblo”, retomaba la clásica consigna de Lenin de “todo el poder para el soviet”. Es decir construir el Socialismo desde abajo, con las comunas y las empresas y el campo en manos de los trabajadores.

No es fortuito que Chávez, en sus últimos años de vida, denunciara la perversidad de la tercerización en Venezuela, la cooptación institucional y partidista, la burocratización y corrupción, producto de una cultura puntofijista que, aunque muerta y sin ascendencia sobre las masas, sigue “vivita y coleando” como afirma Oscar Bataglini en su libro Ascenso y caída del Puntofijismo, producto de todo un sistema de valores instalado en lo más profundo de la psiquis del venezolano.

Su discurso Golpe de Timón lo resume magistralmente: No es posible construir el Socialismo bajo la sombra y los valores del sistema burgués. Debemos dar un salto como clase obrera y campesina para superar el modelo rentístico petrolero. Si bien la Revolución Bolivariana tuvo un auge de masas entre los años 2001 y 2002, cuando se enfrentó el golpe de Estado y el sabotaje petrolero, y con la victoria del referéndum presidencial de 2004, hoy ha perdido fuerza y la clase trabajadora, los hombres y mujeres de la tierra, y los movimientos sociales, no están exentos de esta realidad de amarre con las viejas prácticas políticas pequeño burguesas y paternalista.

Seguimos dependiendo, como en la cuarta república, de la renta petrolera y asimismo la lucha se sigue definiendo por los grupos que intentan adueñarse del poder del Estado para hacerse de la renta petrolera.

Y otra vez en términos económicos, en términos de la lucha de clases y del desarrollo de las fuerzas productivas, seguimos en deuda con el proyecto socialista: No hemos trascendido el modelo económico instaurado desde Juan Vicente Gómez.

Ese es el origen del problema económico actual y la clase obrera y campesina, los movimientos sociales, las comunidades que luchan por la construcción de las comunas, tenemos la responsabilidad histórica de transformar la realidad y poner la correlación de fuerzas a nuestro favor para irremediablemente conducir las riendas de la Revolución.

Perspectivas

A pesar del panorama económico complejo que atravesamos, nos hemos declarado potencia socialista y como tal hay que reconocer los triunfos, avances o conquistas, y retrocesos, que se hayan dado en los últimos 25 años.

La Revolución Bolivariana agolpó toda una manifestación política y social que se resistía a morir desde la traición puntofijista hasta la década de 1990. Si bien ha sido una revolución institucional, no ha cesado porque desde abajo, con duras críticas pero con lealtad, existimos por organizaciones de izquierda, movimientos sociales y organizaciones revolucionarias que constantemente estamos pujando y aportando para mejorar y dar saltos cualitativos.

Durante la década neoliberal todos países de América Latina sucumbieron en la pobreza, producto de la aplicación de las políticas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y del saqueo de nuestras riquezas.

Venezuela, en ese escenario de liquidación, fue víctima de la aprobación de una Ley del Trabajo (1997) profundamente regresiva, que permitía los intermediarios y la tercerización como algo natural.

Con el decreto de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras revertimos esa realidad. Pero más allá del avance en términos de beneficios materiales se abrió un gran debate en torno al papel del trabajador en la Revolución.

Incontables fueron las propuestas de sindicatos, consejos de trabajadores, partidos, movimientos sociales y organizaciones revolucionarias para que, desde y por fuera de esta Ley, se promoviera una nueva cultura del trabajo que permitiera a las clases explotadas ser protagonistas de su destino y para que la Revolución Bolivariana pudiera avanzar en el control y administración de una nueva estructura económica, con impacto directo en el cambio de las formas y condiciones de las relaciones sociales de producción.

Recordemos los debates que los compañeros del Partido Comunista de Venezuela dieron por todo el país para promover los consejos de trabajadores, y las propuestas concretas y metodología para hacerla posible.

Hoy seguimos luchando desde las clases explotadas y la realidad no ha cambiado mucho. Creció la burocracia y seguramente mejoró la calidad de vida y los niveles de empleo de un amplio sector, pero las condiciones sociales y políticas siguen siendo las mismas, las fuerzas productivas son casi nulas.

Avances y/o retrocesos

En la economía no se ha avanzado en lo absoluto y un indicio de ello es que el camarada Nicolás Maduro reconociera que no hemos cambiado el modelo económico rentista petrolero. Podríamos incluso comparar el actual período con el de la Venezuela saudita y nos daríamos cuenta de los altos ingresos de dólares producto de la venta de petróleo a precios estables y a la par el incremento de las importaciones, sin ningún avance en la construcción de un parque industrial en las áreas de alimentación, por ejemplo, o en tecnología.

Aunque podemos mencionar como un logro importante la nacionalización y rescate del elefante blanco que era PDVSA, luego de la victoria popular de 2002 y 2003 se dejó a un lado la efervescencia política: Los trabajadores de la industria petrolera, en su gran mayoría, no son otra cosa que una nueva clase social dentro de la empresa de mayor ingreso de dinero.¿Quién enfrentará, si las circunstancias lo demandan, otro sabotaje petrolero? ¿Están los trabajadores petroleros preparados para combatir la arremetida fascista desde lo político, militar y técnico? Es un reto pendiente.

También retomamos CANTV, el sector eléctrico nacional y las empresas básicas de Guayana, pero ya conocemos los problemas de conducción y producción que enfrentan Corpoelec y las empresas del acero. Fue un paso importante retomar estas empresas, crear otras, pero la torpeza institucional y la cooptación, como lo llegase a reconocer el Comandante Chávez, han sido un freno para la clase trabajadora.

Chávez, al expresar continuamente la necesidad de superar el capitalismo de Estado, la tercerización en todos los sectores laborales del país, no hacía otra cosa que defender el derecho de la Revolución a conquistar espacios para la clase trabajadora.

Frenamos el proceso privatizador de los noventa, pero no hemos salido del laberinto de las reglas burguesas y la cultural del puntofijismo, y por lo tanto, de la cultura de la lucha por el poder del Estado para administrar la renta petrolera.

Toca hoy superar de manera urgente el rentismo petrolero, el capitalismo de Estado, desplazar a la burguesía tradicional importadora, acabar con la cooptación de la clase obrera, los movimientos sociales, campesinos y estudiantiles, entre otros, para que el poder realmente sea ejercido desde las bases. Solo así avanzaremos hacia el socialismo.

Una clase trabajadora organizada, capaz de entender su rol histórico, puede perfectamente contribuir al desarrollo de las fuerzas productivas que necesitamos en estos momentos para romper con el modelo rentístico importador.

¡Viva Colombia!
Reivindicar la lucha por el Socialismo este 1 de Mayo en Venezuela, sin solidarizarse con la lucha de nuestros hermanos colombianos por una patria soberana, sería una traición e hipocresía.

La Corriente Bolivariana Guevarista de Venezuela extiende su mensaje a las organizaciones sociales de base de Colombia, del campo fundamentalmente, pero también indígenas y de la ciudad, que desde este 1 de Mayo activaron el Paro Nacional Agrario y Popular para reclamar sus derechos al uso de la tierra y soberanía.

Colombia, un pueblo hermano humillado por la guerra de la oligarquía y el imperialismo, no podrá sostenerse ni conquistar la paz si no se respetan los derechos de los campesinos a producir sus tierras y reconquistar las tierras arrasadas por el terrorismo de Estado en complicidad con las transnacionales.

De allí que nuestros hermanos en marzo pasado celebraran la Cumbre Agraria, Étnica y Popular para permitirse mandatos y formas de gobierno y diálogo para la construcción de una patria libre, y denunciaran al mismo tiempo el incumplimiento de las promesas del gobierno de Juan Manuel Santos hechas en diciembre pasado.

A pesar de la imposición del neoliberalismo en los años 1980 y 1990 y de la metralla asesina de los paramilitares y la intervención militar gringa, el pueblo Colombiano sigue luchando y dando el ejemplo al mundo entero para gritar hoy ¡Viva el Paro Nacional Agrario y Popular!

El año pasado, después de una importante y agitada jornada de movilización y paro agrario en Colombia, reprimida implacablemente por el Gobierno, mientras hipócritamente se sentaba con las FARC en La Habana para debatir sobre los acuerdos de paz, los movimientos campesinos e indígenas lograron sentar al gobierno de Santos para entablar diálogos y presentar diversas propuestas como la conformación de las zonas de reserva campesinas para evitar el arraso de las locomotoras minero energéticas.

Pero solo fue una promesa del gobierno, una pantomima para legitimarse ante el mundo y presentar a la reelección presidencial a Juan Manuel Santos.

La Corriente Bolivariana Guevarista, en su infranqueable apoyo a las organizaciones sociales y políticas que luchan por la paz y el socialismo en Colombia, sigue y seguirá dando su apoyo a los más explotados y reprimidos de América Latina porque, como decimos siempre, la paz de Colombia es la paz de Venezuela y la suerte de América toda.

!Viva el Paro Nacional Agrario y Popular de Colombia¡ !Arriba el Socialismo¡ !Horror a la burguesía¡

Venezuela, 1 de Mayo de 2014

traslashuellasdeamerica@gmail.com
@patriadiversa


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