¿Y cuándo será el Día Universal de la Madre Palestina?

Mañana por la tarde llevaré un pequeño ramo de flores a una madre. Aquí, en este país que aprendí a querer como mío. También llamare por teléfono a mi propia madre. Pero esta noche quiero pedir que todos los que queremos al Pueblo Palestino, los que sufrimos al verlos sufrir las atrocidades que les provoca el sionismo. Todos aquellos que sentimos en la piel, en los músculos, en el alma, la tristeza que provoca la impotencia por no poder abrazarlas, darles calor, una sonrisa y una flor a las mujeres de esa tierra maltratada por la bestia sionista, saludemos a las Madres Palestinas.

A las de Gaza y a las de Cisjordania. A las desplazadas y humilladas en países que montan campamentos nada humanitarios. A las que vemos llorar y luchar y deseamos ver reír. A esas mujeres heroicas que paren sus muchachos con el dolor de no saber cuánto tiempo van a vivir. Pero con el convencimiento de que serán hombres y mujeres íntegras, valientes, altivas, como ellas mismas, el tiempo que tengan para combatir por su hogar usurpado en esta tierra.

Esas Madres que los cobijan y los aman y los educan. Que les transmiten desde su vientre y su leche el amor por esa tierra devastada por el más brutal de todos los genocidios que haya conocido la humanidad. Que los visten y los peinan, que los miran profundamente a los ojos para ver los olivares que cobijaban a los ancestros y que hoy ya no existen. Y que en esas miradas transparentes encuentran sus casas, a la que sueñan con volver y volverán…

Ellos, los sionistas, creen que alguna vez borraran de la faz del planeta a ese pueblo. Pobres bestias incultas. No entienden que el usurpador al fin será desalojado. No entienden que por más maquinas de la muerte que creen y utilicen, la vida florece cada mañana con el primer rayo de sol y la primera gota de lluvia, con el primer abrazo de amor. Que la noche, por más larga que sea, siempre es vencida por la luz.

Como nosotros mañana, y otros, otros días, los pueblos árabes tienen su propio día de la Madre. Pero el mundo de hoy necesita un Día Universal de la Madre Palestina. Para que ese día todos, en todos los rincones del planeta, en cada plaza de cada ciudad sobre la tierra. Todos los hombres y mujeres que tenemos derecho de llamarnos humanos, todos los humillados, los explotados, los oprimidos, los maltratados, los piadosos. Unamos nuestros corazones y nuestras manos. Levantemos fuerte nuestro grito. Que las bestias sientan lo que no pueden comprender. Que tiemblen cuando perciban que cada Madre Palestina es nuestra Madre. Y cada uno de nosotros y nosotras y nuestros hijos e hijas, junto a los de ellas, vengaremos su humillación, recuperamos junto a ellas sus olivos y sus casas. Sanaremos con nuestros abrazos el dolor de esas mujeres heroicas.

Y al final, en esa mañana luminosa que nos espera, un viento huracanado de justicia y libertad, barrera de la faz de la tierra a la bestia inhumana y con la bestia desaparecerá para siempre el lugar que habita: el Estado Nazi de Israel.


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Carlos Carcione

Coordinador del Equipo de Investigación de Marea Socialista

 @carloscarcione

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