El tradeunionismo estrecho hacia la lucha “realista” de míseras reformas graduales ha consumido y mal consumado la lucha sindical; la inconformidad placentera de creerse realizado y la nunca formación necesaria para avanzar y poder combatir en mejor condición del conocimiento debido, ha mellado y ha terminado en el total dominio de la figura de la incorrecta negociación de meras reivindicaciones que obvian lo social, que se hayan inducidas al nada ético plano personal y al tan sólo logro del beneficio muy unilateralmente ego-centralizado, y, son ya cosas que menguan su personalidad de lucha sindical; su vigencia, es fraudulenta, de muy poca credibilidad e infructuosa. Nos amerita la nueva concepción del Consejo Trabajador de integración multi-personal y diverso.
Ser obrero no significa ser insignificante ni escenificarse como desinformado ni no poseer el debido conocimiento de una cultura general ni soló limitarse al simple saber mecánico productivo; la producción del pensar no está etiquetada única y exclusivamente a la clase “pudiente intelectualizada”, no, no le veamos así, es de libre elección y gratuita, hagámosle herramienta cotidiana nuestra. Colegia con el nuevo Orden Social del Trabajo.
El Consejo Presidencial de Trabajadores/as nos llama a nuestra formación integral y para ello se requiere de nuestra toda gran disposición y gran voluntad; entender muy bien, que fuera de todo tapujo contradictorio, no sólo de arepa vive el ser pensante, existen satisfacciones colectivas sociales que energizan la capacidad del todo obrero, cuales, somos todos como unidad de fuerza creadora, de lucha y de superar escollos en pro del alcance de niveles superiores del nuevo socialismo chavizta-bolivariano.
Lo cognitivo es tarea del ideario del pensante que no acarrea ni requiere de una excelsa condición humana para su exposición, está abierta a la creación que se oculta en cada uno de nosotros; hurguemos en ella, dejando atrás los timoratos que nos pueda crear la vileza que se dice extraordinaria y secuestra de manera individual un Don natural y colectivo.
Que nos bien auto-invitemos a buscar y conseguir la realización mancomunado los puntos álgidos que por propia naturaleza emergen de los diversos pensamientos en el debate orientador y que a bien nos permita a cada instante ir socavando, internalizar y exteriorizar nuestra memoria conductiva de tales pensamientos con aciertos y desaciertos, es la digna idea proactiva y productiva; hagámosle sin resquebrajos ni temores a equivocarnos, vayamos al natural ensayo y error, comprobemos y aprendamos de nuestra grandes propias experiencias vividas y compartidas. Seamos naturalmente lo que somos; humanos, viviendo en humanidad.
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