Sindicalismo, invariables y firmes atenuantes capitalistas

CONCEPTO SINDICALISMO: Movimiento organizado que se basa en la asociación de trabajadores para tener una REPRESENTACIÓN común de intereses económicos, políticos y sociales. Surgió a fines de la década de 1.870 en Francia, y fue bajo la influencia del anarquista Pierre Joseph Proudhon. Su máximo esplendor fue en 1.902 cuando logran tener una gran importancia como organización sindical obrera que les dura hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Marx y Engels entienden el propósito de fondo y le califican como el surgimiento de la repuesta obrera al empeño patronal de minimizar los salarios. En ese inicio sindical, se planteaba la creación de una sociedad sin Estado, que pusiera toda su producción a la satisfacción equitativa de las necesidades aboliendo beneficios particulares e individuales propios del capitalismo.

SINDICALISMO DE HOY: El sindicalismo se ha desviado de su ánimo principal y esto debido al roce de la discusión contractual y demás privilegios que sus miembros se otorgan a contra posición de su fin, del desigual nivel en las negociaciones ante entes patronales muy expertos y de una gran preparación neo-capitalista explotadora con clara visión aniquiladora, bien dispuestos a mayores inversiones en tales precisas ocasiones para contrarrestar cualquier movimiento que puje en pro a la dignidad laboral y de una única condición sine qua non para corroer el liderazgo obrero. Y por demás, está reconocer la poca o ninguna convicción a su ideario de lucha obrera por parte de estos "líderes", que en grande influye en su muy baja ilustración de todas las materias al respecto, así como su nulo proceder dogmático político que ha sido penetrado por el instigo de la politiquería partidista anti-obrera, también, de mucho más riesgo, se destaca el incontrolable delirio al auge del poder envilecedor a que le expone la confrontación, donde el patrono le exhibe mieles de poder instantáneo para endulzarle y después desecharle al cesto de la anulación y del desconocimiento total de su masa obrera, son en muy buena parte, los invariables firmes atenuantes capitalistas del sindicalismo manufacturado por el hoy fascis-imperialismo industrial y hacerle un piti-mecanismo inofensivo. El sindicalismo no cala en ninguna revolución aunque en sus filas se pretenda la inusual idea de un procedente cambio ideal, porque su estructura está solidificada en un grupo representativo que anula el protagonismo colectivo, que es de élite y de mando unilateral; algo así, como un Senador del Congreso de IV República, omnipotente y vitalicio en la decisión del rumbo y destino de un pueblo; en este caso, de la amalgama trabajadora-obrera que pugna por la liberación y la impostergable creación del Neo Orden Socio Laboral, donde los términos, sí son de tú a tú y de propiedad obrero comunitaria, no patronal, de empoderamiento a la sólida construcción de las Comunas obreras-empresariales-sociales. El fin de la fáctica inquisidora figura patronal de total dominio expoliador a la constitucionalidad laboral.-



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