Para romper la lógica concebida en el medio de producción capitalista en esta empresa del Estado, indistintamente de que la materia principal para elaborar aceite comestible, sea palma, soya, girasol, maíz u oliva en granos como materia prima nacionales o importados a granel, o bien sea en aceite vegetal líquido, se debe tomar en cuenta varios aspectos que de seguro van a abaratar el costo final de producción y por ende, el precio de compra para los consumidores. Entre otros aspectos tenemos: La tapa plástica de baja densidad es elaborada con un material costoso; el embase (botella) igualmente plástico; la etiqueta publicitaria autoadhesiva y barnizada; la máquina etiquetadora para troquelar en serie; el plástico que permite envolver los bultos de 12 ó 24 embases; y, por qué no, los inefables intermediarios que no participan en lo más mínimo en la producción pero se llevan la mejor ganancia.
Por otro lado el uso de la botella plástica como recipiente para el aceita se convierte en un problema ecológico que repercute hondamente en lo social por el grado de contaminación, ya que este material al ser mezclado con aceite se hace irrecuperable para otro uso beneficioso.
Esto nos lleva a una oportuna interrogante: Qué es lo que el consumidor realmente necesita, el aceite, pues, de allí que para nada le sirve la tapa, la etiqueta, la botella, ya que estos materiales una vez gastados van directamente a parar los basureros.
Ahora, si estos materiales son eliminados del proceso de fabricación para la distribución del aceite, indudablemente que el costo de producción se reduciría en un porcentaje importante y, por ende, el precio al consumidor sería realmente justo.
He aquí la propuesta que beneficiaría a todos: Recordemos el tiempo cuando las bodegas o pulperías en las comunidades, antes de la aparición del gas doméstico, tenían bidones de perolones con almacenamiento de querosén mediante los cuales se permitían vender en embases a las familias la cantidad en litros que dispusieran para su consumo. De esta experiencia tomamos la iniciativa para proponer a Industrias Diana que, en cumplimiento de la orientación del Presidente Nicolás Maduro, como parte del impulso del 3. Motor Agroalimentario para el desarrollo económico en la coyuntura actual, diseñen e instalen directamente en las comunidades, sean en bodegas populares u otros establecimientos, con participación de Consejos Comunales o Comunas, bidones o pimpinas con capacidad d 100, 200 o los litros que sean necesarios, acondicionados para el llenado de botellas y otro recipiente, donde se expenda el aceite comestible en embases de vidrio con contenido de un (1) litros para uso familiar recargables.
Para muestra de la viabilidad de esta propuesta les proporcionamos como referencia la siguiente imagen:
Hernán Zamora, Cristian Farías, José Francisco Ochoa, Eduardo Madrid, René, William Montoya, Magalys Rosa, Gladys Arraya, Vicente Pontillo, Vicente Reina, Julio Puerta y Gustavo Vásquez.