El sindicalismo venezolano ante la crisis


En una breve explicación, es necesario describir el comportamiento del movimiento sindical nacional, ante la crisis económica más multifactorial de nuestra historia contemporánea, y digo multifactorial, por los diferentes factores que nos conllevaron al estado actual…guerra económica, instituciones corrompidas, empresarios inescrupulosos, políticos corruptos y corruptos políticos, erradas políticas económicas y el fallecimiento de Hugo Chávez.

El movimiento sindical venezolano, en su esencia fundamental se caracteriza por una gestión más reivindicativa que de carácter político, y esto ha sido así desde su propio origen, siempre subyugado al partido político de turno, esperando recoger las migajas patronales. Ahora bien, para lograr reivindicaciones y mejoras en las condiciones de trabajo, dentro de un sistema rentista-capitalista como el nuestro y en el que se importa el 100% de insumos o materia prima procesada, se requiere de una fuerte inversión en divisas por parte del Estado, extraída de la renta del excremento del diablo.

Si los petrodólares (si son preferenciales mucho mejor) lubrican la maquinaria del aparato productivo nacional, es obvio que la burguesía es feliz y permite la producción en sus centros de trabajo, es aquí donde los sindicatos venezolanos hayan sentido a su existencia, pues la producción les garantiza exigir al patrono más reivindicaciones y mejores condiciones de trabajo. Hasta aquí, hemos esbozado el esquema tradicional antes de la sequía de divisas.

El escenario dio un vuelco de 360 grados. Ya se cerró el chorro de dólares y por esta razón, no hay para todos, y aplicando el sentido de la lógica, lo poco que hay es destinado a lo esencialmente prioritario para el pueblo. Ante esta tesitura, muchos sectores de la economía están semiparalizados productivamente, y por consiguiente, los sindicatos de dichos sectores se encuentran en graves aprietos, al no saber reaccionar ante una crisis inédita, que no les permite obtener reivindicaciones económicas porque su accionar siempre estuvo amarrado a la producción de sus centros de trabajo, menospreciando la acción política como herramienta de lucha.

En el sector automotriz, por ejemplo, en un principio los sindicatos producto del desespero y el temor de perder puestos de trabajo, cayeron en el error de hacerle el juego a las transnacionales, exigiendo lo que le correspondía exigir al patrono ante el gobierno nacional y regional, era a los patronos quienes debían de solicitar sus divisas. Luego vinieron las visitas inútiles a las distintas instituciones del Estado e individualidades del gobierno sin ningún éxito. Esta receta ha sido la constante dentro de las industrias del sector privado. En el sector publico las cosas no son tan distintas, trabajadores oprimidos por la bota militar y sindicatos actuando como apéndice del partido de gobierno negando la realidad. Y cada sindicato actúa a su libre albedrio, como mejor le plazca, asemejando una caja de gatos.

Todas estas circunstancias, dan muestra que como movimiento no estábamos preparados para enfrentar un periodo de tantas complicaciones económicas, que no tenemos un manual para confrontar una crisis tan feroz. Pero de toda esta experiencia, la clase trabajadora del país debe comprender que la única forma de salir adelante es a través del desarrollo de la conciencia e identificación de clase trabajadora, dejando atrás los egoísmos, la dependencia de partidos políticos burgueses, y superar la atomización existente dentro de la clase trabajadora. Es la única manera de trascender de lo reivindicativo al plano político.

Como hace falta un partido de los trabajadores en una época en la que se pretende hacernos pagar la crisis que otros causaron!!!

*Secretario de Reclamo del sindicato de trabajadores de FCA Chrysler


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