Hace rato esperamos vivir humanamente, con dignidad como nos merecemos.
No morir a golpes o balas policiales, ni malandros, ni ser sembrados en jardines ajenos porque la tierra no nos pertenece.
Trabajar en lo que sabemos y nos paguen lo justo por ello. Que el pan nuestro de cada día sea de alimentos y no de injusticias.
Esperamos dormir bajo techo, sin que nos allanen los sueños, desorganicen nuestra comunidad, desinformen, desvíen los presupuestos, corrompiendo lo que tocan a su paso. Que las leyes se decidan en la Asamblea Nacional, atendiendo a la sociedad que norman.
Que nos escuchen en las oficinas y en las escuelas se aprendan.
Hace rato dejamos atrás todo, incluso la solidaridad o, aunque sea, la piedad necesaria.
Enmudecimos o gritamos confusamente a solas, maniatados por el miedo. Hace rato es tiempo de denunciar lo que individualmente y colectivamente nos afecta, apropiarnos de la historia y que ésta tenga un final feliz y no de puro cuento.
Atentamente,
Juan López
El popular Ñango
* es una de las víctimas de la represión policial en Güiria del 19 de de octubre del 2006 que espera justicia para mayor información escribir a
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