Martes 5 de mayo
Mis felicitaciones a los propagadores de la expansión de la mortoria fascista impuesta en estas tierras porque de verdad dieron en el clavo. Ustedes malditos perros han acabado con la vida de quien expresaba a cabalidad ese pequeño hombre nuevo que a golpes y patadas viene creciendo entre nosotros. Dieron en el clavo señores, porque solo una persona como él, con la claridad que lo inspiraba, con el perfecto desinterés de estar condenando a nadie a la eterna explotación, con la furia que alimentaba su voluntad, era capaz de llevar la lucha obrera hasta donde pudo llevarla, desplazando un sindicato tan burácrata como vendido. Fue capaz de hacerlo porque puso por delante el grito del obrero mismo, del amigo con quien comparte todos los días la jornada de trabajo, con quien sueña las mil y una formas de terminar de una vez por todas con esa desdichada vida poniendo por delante el deseo de liberar y ser libres. Solo desde ese sueño pudieron hacer lo que hicieron: ir directo a lo que tenemos que hacer, tomar por asalto todas esas empresas buscando aplastar la relación patronal misma, buscando coño que la revolución al menos en su cuerpo tenga algún sabor a verdad. El era la nueva clase obrera que con su muerte gana también su primer mártir.
Pero hay algo más en todo esto que posiblemente multiplique todavía mas la rabia. Hace dos días Argenis llama con un raro tono de voz. Era una voz confusa y caída. Después de haber negociado la destoma con la empresa y firmado el acuerdo de respeto, como era de esperarse la empresa contraataca, disparando contra él todas las acusaciones. Estaba acusado en fiscalía por obstrucción a la jornada laboral. Artículo sacrosanto de toda ley capitalista del trabajo. Semanas antes había sido objeto de un semisecuestro donde agentes de la patronal y la gobernación los amenazan si no dejan la toma. Se oía en Argenis la voz de aquel que se siente solo y en peligro. Como siempre reitera que sabe que no va a echar para atrás. Y efectivamente, ayer rompe el primer cerco. Antes de ir a presentarse a la fiscalía va a la empresa y allí mismo los trabajadores exigen se haga un referendum para legitimar su condición de vocero de los trabajadores que los sindicaleros trataron de quitarle. Vuelve a llamar y su voz ya se oye otra vez inmensa. A la mañana siguiente lo matan a la salida de su casa. Aterrado el fascismo conque esa alma subversiva vuelva a levantarse acaban con su vida. Esta mañana es tomada la empresa, varios carros incendiados, el gobernador tiene que salir corriendo de una asamblea general del consejo regional de trabajadores convocada...¿Qué supone todo esto?...es muy sencillo, en Cumaná como en general en el estado Sucre se está viviendo una situación que está el borde de la rebelión obrera, pero mientras esto pasa, mientras una y otra empresa son tomadas y la clase obrera allí sí juega a cabalidad su papel sin esperar permiso ni representación de nadie, la patronal y el poder regional de estado se acercan, se hacen idénticos el uno al otro. La cadena degenerativa de los poderes regionales que viven los estamentos derechistas como chavistas desborda y a la vez expresa a todas sus dirigencias mayores. En este caso se trata de una gobernación donde todo el poder mafioso de Ramón Martínez vuelve a reproducirse con el actual gobernador Maestre. Es un poder degradado y efectivamente mafioso que solo sabe actuar bajo amenaza...la horrorosa muerte de Argenis es idéntica a ellos, a patrones y burócratas. Independientemente de quien fue y ejecutó la orden de matarlo, ellos son los que crean el ambiente necesario, el ambiente de terror y desmovilización, de aislamiento y amenaza, de demagogia y engaño, que permite que actos como este asesinato se hagan sin pestañeo y miedo a la respuesta....
Sí, por todos lados nos estan matando...todas las semanas uno y otro dirigente del campo, dirigente obrero o campesino muere frente a nuestras narices y la hipocresía oficial responde con la mismas palabras: "averiguaremos". Que desgracia no tanto por estas palabras sino de aquel que cree en ellas....se acabó amiguito, el alma de un muchacho trabajador, claro, inmenso y feliz como Argenis nos emplaza a todos a otra cosa...esta vez se responde con la lucha y vaya a saber que más...
Saludo Argenis, me despido sin lágrima
Viva la clase obrera
Hasta la victoria siempre