A raíz de los anuncios del gobierno de que aumentará el salario a 130 Bs Digitales, equivalentes a unos 30 dólares y apenas cubre el 8 % de la canasta alimentaria o 4 % de la básica, Aporrea preguntó su opinión a Gonzalo Gómez, como accionante de un Amparo Constitucional para reivindicar el Art 91 CRBV (salario mínimo con referencia a la Canasta Básica) que introdujo hace tres años y medio en la Sala Constitucional del TSJ, el 17 de julio de 2018.
Gómez notifica que, luego de tres años y medio de haber sido presentada esa Acción de Amparo ante la Sala Constitucional del TSJ, contra la violación del Artículo 91 de la Constitución, el máximo tribunal del país decidió declararla "inadmisible", mientras "el gobierno sigue violando flagrantemente la norma constitucional y el derecho en materia salarial".
En el documento del Amparo se solicita al TSJ que se ordene "…al Ejecutivo Nacional que se aboque al reajuste inmediato del salario mínimo vital, en correspondencia con el cálculo científico-técnico del costo de la Canasta Básica…".
Comenta Gómez que, "el TSJ no se molestó en presentar una motivación o argumentación que corresponda a alguna lógica de defensa del derecho de las y los trabajadores de Venezuela, sino que recurre a detalles leguleyos e irrelevantes para rechazar la atención del reclamo, evidentemente como una forma de sacárselo de encima, sin entrar en lo sustancial".
Interpreta el demandante que: "Es la consecuencia de tener que cargar con un TSJ pro-patronal y supeditado a la burocracia neo-burguesa gobernante", señala Gómez. "Y si la clase trabajadora no pone en su sitio a un gobierno tan antiobrero, que además es autoritario, las instituciones del Estado burgués venezolano, no van a impedir que, como todos los años, se siga violando el Art 91, y se mantenga el salario por debajo del piso".
"Decidimos usar este Recurso, en su momento, para promover la defensa del Art 91 y por ende del salario, a sabiendas de que el respeto a los derechos de los trabajadores sólo puede obrarse por la organización, la movilización y la lucha".
Explica el entrevistado que, "se agarra el TSJ de excusas leguleyas e irrelevantes para permitir que el gobierno continúe vulnerando el derecho a un salario suficiente y digno" ... "como excusa, recurre al absurdo de decir que los accionantes: mi persona, Gonzalo Gómez y Carlos Paredes, supuestamente no acreditamos la representación que alegábamos tener, cuando bastaba con nuestra condición de ciudadanos para reclamar un derecho del pueblo trabajador".
Gómez aclara que en el Recurso, actuaba como ciudadano y en nombre de la organización de hecho Marea Socialista (cuya legalización el CNE y el TSJ nunca permitieron), pero que el TSJ jamás solicitó tal acreditación de pertenencia, que él considera innecesaria en su caso y, por su parte, el otro accionante, Carlos Paredes, es miembro de una organización registrada y actuante como tal, de manera pública y comunicacional, y en distintos ámbitos judiciales, incluidas otras salas del alto Tribunal. Paredes está al frente del Comité de Contraloría Social del Sistema de Justicia Judicial (CCSSJJ), especialmente activo en Barinas y en la región andina.
Continúa exponiendo Gómez: "El tribunal nunca notificó que hiciese falta esa acreditación de los demandantes, lo cual, además, no era posible conocer directamente a través del expediente, pues nunca lo mostraban y siempre decían que lo tenía en su despacho el Magistrado Ponente. Así a lo largo de todos estos años, lo que evidencia una táctica dilatoria, evasiva y denegadora de justicia".
A su parecer, "resulta ridículo que, por este motivo, tres años y medio después de su introducción, desestimen e inadmitan un Amparo que reclama un derecho constitucional, humano y vital. Y al hacerlo, consienten y dejan que siga corriendo una gravísima violación, que tiene implicaciones desastrosas para las condiciones de vida de los trabajadores y de las trabajadoras, y para las familias de aquellas personas que dependen del trabajo asalariado". Por eso opina que, "para los señores Magistrados es más importante una acreditación innecesaria, que nunca solicitaron, que el derecho mismo de millones de personas, sometidas a la imposición de un salario mínimo casi equivalente a cero, y que supone trabajar bajo condiciones semi-esclavas, como mano de obra prácticamente gratuita, a consecuencia de la violación gubernamental y patronal del Art. 91 de la CRBV".
"Millones de personas, sometidas a la imposición de un salario mínimo casi equivalente a cero, y que supone trabajar bajo condiciones semi-esclavas, como mano de obra prácticamente gratuita, a consecuencia de la violación gubernamental y patronal del Art. 91 de la CRBV".
Esto, en su criterio "nos muestra, una vez más, la falta de independencia de poderes, y que hay un sometimiento de las más altas instituciones, tanto a la voluntad del gobierno como de la clase explotadora capitalista, en Venezuela". Por eso menciona que siempre dejaron claro que: "No esperábamos mucho más de la institucionalidad burguesa, pero aun así decidimos usar este Recurso para promover la defensa del Art 91 y por ende del salario, a sabiendas de que el respeto a los derechos de los trabajadores sólo puede obrarse por la organización, la movilización y la lucha"... "Pero eso es justamente lo que tenemos que lograr, y un paso en esa dirección se podría comenzar a dar con la preparación de actividades del 1º de Mayo con independencia de clase frente al gobierno burocrático madurista y a los dirigentes seguidores de los partidos patronales".
Volviendo a referirse a la Acción de Amparo, recuerda que a ella se habían adherido varios dirigentes sindicales, activistas obreros y militantes de organizaciones políticas; entre éstos algunos miembros de la Coordinación Nacional de Marea Socialista, como Zuleika Méndez y Gustavo Martinez; así como el luchador obrero de la región de Guayana, Jean Mendoza; el trabajador jubilado Aureliano Sánchez y el abogado laboral Rony Reyes. Los accionantes del Amparo entregaron numerosas planillas de firmas de dirigentes sindicales y trabajadores en respaldo a la iniciativa. También eran adherentes varios ex ministros del gobierno del presidente Hugo Chávez, como los ciudadanos Héctor Navarro, Oly Millán y Gustavo Márquez, algunos dirigentes históricos de los trabajadores como Santiago Arconada y Orlando Chirino, entre otros.
Varios adherentes del Amparo, militantes de Marea Socialista, ante el TSJ
Credito: Aporrea (Archivo)
"Una catástrofe para el trabajo, como lo es ésta, tiene que ser enfrentada y superada con organización, conciencia y lucha, acumulando fuerzas en la resistencia, hasta que sea posible un vuelco político favorable para la clase trabajadora en el país".
En el largo tiempo transcurrido desde la introducción del Amparo, los accionantes presentaron varios escritos complementarios y de impulso del Recurso, demandando la protección y restitución de los derechos violados, que fueron acompañadas de concentraciones de dirigentes sindicales y de trabajadores ante la sede del Tribunal Supremo de Justicia.
Ahora, aunque no descartan que se pueda emprender cualquier otra iniciativa judicial, Gómez y Marea Socialista, enfatizan lo que siempre recalcaron en sus mensajes, y es que "la clave para la reconquista de los derechos conculcados a la clase trabajadora y que debe primar sobre cualquier otra acción es la movilización unitaria y combativa".
Preguntado Gómez sobre el reciente aumento de salario decidido por el gobierno, empieza por apuntar que "el gobierno y sus acólitos pretenden presentar el aumento como algo colosal, al decir que es un incremento del salario mínimo integral de más del 1.600 % o 1.700 %, que aplica también a pensionados y jubilados, lo cual es una grosera manipulación porque venimos de tener por años un Salario Cero y seguimos estando en fracciones insignificantes del costo de la canasta básica (referencial para el salario mínimo según el Art 91) e incluso de la simple canasta alimentaria"...
Detalla que, "el aumento del salario que según la Gaceta Oficial quedó en 130 bolívares digitales, equivalentes a unos 30 dólares, y supuestamente a 1/2 Petro (un cuento que llevan tiempo echándonos), sigue estando en el tope más bajo de toda América Latina, por debajo del de los países más pobres" ...
Se refiere también al llamado "anclaje al medio petro", para decir que,"por supuesto que el aumento del salario mínimo a lo llaman equívocamente ‘anclaje’ a ½ petro, no cumple con lo dispuesto por el Art 91 CRBV, que no referencia el salario mínimo a esa moneda virtual, sino al costo de la canasta básica; así que eso es un invento que no satisface" ...
Gustavo Martínez (adherente del Amparo) y Gonzalo Gómez (accionante) Credito: Aporrea (Archivo) |
Tomando en cuenta serias fuentes extraoficiales (sociales-sindicales), en vista de que el Estado no proporciona datos sobre el valor de la Canasta Básica ni de la Alimentaria, evalúa que,"si nos vamos al valor referencial, que según la Constitución debe ser el costo de la canasta básica, ésta se encontraba ya a comienzos del año por encima de los 700 dólares, mientras que el valor de la canasta alimentaria en enero de 2022 se ubicó en alrededor de 365 dólares, de manera que el salario otorgado apenas alcanza para el 4 % del valor de la básica y es apenas el 8 % de la alimentaria"... "Y eso se lo chupa el gasto de movilización al trabajo, por lo cual decimos que el salario sigue siendo, para efectos prácticos, igual a Cero; o sea: nos han quitado el salario en Venezuela y se impuso el trabajo gratuito, semi-esclavo"...
"El aumento del salario que según la Gaceta Oficial quedó en 130 bolívares digitales, equivalentes a unos 30 dólares, y supuestamente a 1/2 Petro (un cuento que llevan tiempo echándonos), sigue estando en el tope más bajo de toda América Latina, por debajo del de los países más pobres"
"Por cierto que, esta situación descrita -comenta Gonzalo Gómez- es algo de lo que el sector privado nacional y extranjero, se aprovecha, aunque sea en gran medida opositor político a Maduro, pues se beneficia enormemente de eso, pues le permite también funcionar con un costo laboral equivalente a Cero, gracias al gobierno que se auto titula como ‘obrero’, pero que es del capitalismo salvaje".
Remata diciendo que: "Una catástrofe para el trabajo, como lo es ésta, tiene que ser enfrentada y superada con organización, conciencia y lucha, acumulando fuerzas en la resistencia, hasta que sea posible un vuelco político favorable para la clase trabajadora en el país ... y, entretanto, tenemos que ir forjando un instrumento político de la clase, un partido de los trabajadores" ... "Por eso veo con mucha simpatía los reclamos que están haciendo sectores de trabajadores en algunas zonas, como los trabajadores de Masisa en Guayana, que reclaman por los incumplimientos de los ajustes salariales establecidos en los convenios laborales y se movilizan hacia los tribunales del trabajo, buscando unificar y coordinar sus luchas con trabajadores de otras empresas, como una iniciativa autónoma, que se suelta del freno y la manipulación de las burocracias sindicales, cómplices tanto de la patronal privada como del patrón Estado".