Es necesario recordar que este diferendo es parte de las primeras agresiones del imperialismo contra Venezuela; bueno es señalar que fue en 1.896, cuando los ingleses, despojaron a nuestro país de 60.000 millas (98.000 Kms. cuadrados) y se lo incorporaron a la Guayana, territorio que estudios geográficos y geológicos posteriores confirmaría la existencia en ellos de yacimientos de bauxita, hierro, manganeso, oro, diamantes y ahora también se ha descubierto que hay petróleo en toda esa región y sus adyacencias marítimas. En esto, precisamente, se nutren los carburantes aprovechados por los enemigos de Venezuela para tratar de generar un conflicto en esa frontera, con la esperanza de que el Consejo de Seguridad de la ONU ordene a la OTAN venir a poner orden.
En este litigio está hartamente demostrado que la razón está del lado de Venezuela; pero, las componendas imperiales han predominado y, ahora, les parece oportuno reactivar el problema, con un aditivo nuevo: no es Venezuela quien reclama el territorio usurpado con manu militari, sino Guyana que ahora quiere un pedazo de mar. No faltarán quienes, siendo aparentemente venezolanos salgan a darle la razón al vecino país o a sugerir soluciones guerreristas que provocarían un conflicto bélico de imprevisibles consecuencias negativas para el nuevo escenario que se viene desarrollando en América del Sur. Tal vez este sea uno de los propósitos.
Los venezolanos debemos estar muy alertas contra este y otro tipo de provocaciones que irán apareciendo a medida de la reducción del tiempo para la fecha de los comicios del 7 de Octubre de 2012.
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