Me llamó poderosamente la atención la información suministrada en entrevista en el programa Contragolpe del día Viernes 02/08/13, por parte de un representante de los empresarios venezolanos, sobre los planteamientos en la reunión entre los Cancilleres de Colombia y Venezuela. Este empresario, representante de los productores de cerdos, señaló las posibilidades de exportar carne de cerdo hacia Colombia y cuando la periodista le preguntó si eso sería luego de satisfacer la demanda nacional, el empresario le dijo, no, la exportación no es con excedentes, sino que deben crearse líneas para exportación y mencionó que el cerdo venezolano es apreciado en Colombia y la carne de cerdo endiablada también es un producto que ofrece amplias posibilidades para que los productores venezolanos exporten a Colombia y también a Mercosur.
Cabe preguntarse si es prioridad la exportación de carne de cerdo endiablada sobre la necesidad de suministrar al mercado interno carne de cerdo para el consumo fresco y en sus más diversas presentaciones, ya que desde hace unos cuantos años, la demanda nacional no cuenta con la disponibilidad suficiente durante todo el año y ha debido recibir los aportes de la importación de perniles de Portugal en épocas navideñas. Recuerdo la angustia del encargado de un mercalito en el municipio Santa Rita del estado Zulia, situado a menos de quince minutos de la ciudad de Maracaibo, al comentarme que cuando las personas acudían en busca de pernil en diciembre pasado, y le reclamaban como el ministro Osorio ofrecía en televisión la abundancia de pernil y otros productos para la mesa navideña, él se veía obligado a constestarle, “bueno eso será sólo en caracas, porque aquí no hemos recibido nada”. Entonces, ¿Cómo es que estos empresarios venezolanos se plantean la exportación independiente de la satisfacción de la demanda interna?
En agricultura la prioridad es alimentar a la población, satisfacer sus demandas, haciendo con ello los aportes exigidos para la construcción de la soberanía alimentaria. Además, ¿Qué pasa con la aplicación del Plan de la Patria? En él se señala dentro del primer objetivo, en el punto 1.4: “Lograr la soberanía alimentaria para garantizar el sagrado derecho a la alimentación de nuestro pueblo” y dentro de éste, en el punto 1.4.8.2: “Diseñar y ejecutar una política de exportación a los países del Caribe y al Norte de Brasil.”, además 1.4.8.3: “Definir en el marco de los acuerdos internacionales y de integración, políticas comerciales para la protección de la agricultura nacional.” Parece que queda bien claro que el primer objetivo, la esencia y razón de la producción agrícola en Venezuela, debe ser en primer lugar la satisfacción de las necesidades de la población venezolana y de igual modo, la política de exportación debe DISEÑARSE y los diseños exigen aplicación de criterios que recojan la complejidad del panorama agrario, no deben darse respuestas aisladas. Está explícito en el Primer objetivo del Plan Patria, que nos proponemos alcanzar la soberanía alimentaria para garantizar el derecho a la alimentación del pueblo. En tal sentido, es preciso tener presente que aún cuando en la producción agrícola participen empresas privadas, la obligación primera que tiene todo el sector, es la satisfacción de la demanda interna, aún cuando se trate de productores privados, ya que éstos son atendidos por el Estado Venezolano, a través del otorgamiento de divisas, la exención de impuestos para la adquisición de insumos, la dotación de servicios como electrificación rural, agua para riego, vialidad y comunicaciones, la construcción y el mantenimiento de la infraestructura para la producción y todo un conjunto de facilidades de apoyo que requieren su retribución en eficiencia productiva, pero no eficiencia medida en divisas obtenidas, sino en satisfacción de necesidades del pueblo, como corresponde en SOCIALISMO. Parece una contradicción, que en el marco del encuentro de los cancilleres de Colombia y Venezuela, se piense en la exportación de productos agrícolas cuya demanda no se encuentra satisfecha en la actualidad y más aún está siendo atendida a través de la importación. Pareciera que en las reuniones faltaran puntos de vista y quizás sea porque no se encuentran representados todos los actores de la complejidad agraria, ¿Por qué no se incluyen en estas reuniones a las comunidades organizadas y consejos de campesinos? Así se contempla en el Plan Patria, numeral 1.4.10, en otro objetivo estratégico: “Establecer mecanismos para ejercer la nueva institucionalidad revolucionaria que garantice la participación de los pequeños y medianos productores en las decisiones en materia agropecuaria, a través de los consejos de campesinos y las redes de productores libres y asociados.” Me parece que es necesario promover desde la institucionalidad la discusión del tema antes de tomar decisiones que parecieran contradecir los objetivos del Plan Patria, sobre todo en estos momentos, cuando hacemos el mejor esfuerzo, eso creo, por continuar el recorrido iniciado. Ante circunstancias como ésta uno se pregunta ¿Será que no hemos analizado suficientemente la situación actual, derivada del desabastecimiento de alimentos? Aún a riesgo de ser tomada como criticona, aguafiestas y enemiga del proceso, envío estas líneas porque así pienso en torno al tema y creo que seguimos teniendo una democracia participativa y protagónica ¿No? ¿O se ha dicho otra cosa? Además, porque la agricultura suele tomarse como una actividad marginal en el conjunto de la economía venezolana y aunque institucionalmente mucho decimos, la efectividad que puede encontrarse en las acciones que con tan buena voluntad han sido concebidas desde 1999, no es aún la esperada ni la deseada.
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