Con el imperio norteamericano asechándonos, la política internacional es para nosotros una trinchera estratégica.
Chávez puso énfasis en la política internacional y nuestro actual Presidente se destacó en ese campo de batalla. No dudo de la capacidad del canciller Elías Jaua, pero considero que no le ha puesto atención a nuestras mejores armas para el posicionamiento de Venezuela en el mundo: nuestras embajadas.
Nuestras embajadas deben servir, en primer término, para estrechar lazos de amistad con los países del mundo. Además son nuestros ojos y oídos en el mundo, ya que estamos claros que las cadenas informativas mundiales responden a los intereses imperiales. Otra labor vital de nuestras embajadas, en esta coyuntura histórica, es la de abrirle mercados a nuestros productos y así fortalecer una política productiva que diversifique la economía nacional. Pero hay que reconocer que tenemos un desorden con nuestras embajadas y consulados en el mundo. Eso se evidencia en que poseemos un arrume de jefes de misión con sus períodos vencidos y que además no tienen absolutamente nada que mostrar; además hay personal técnico con credenciales diplomáticas. Buena parte de ese personal de apoyo ya ni quieren regresar a la patria; y ni hablar de embajadores que por el tiempo que tienen en la embajada, se creen reyezuelos.
Nuestro posicionamiento en América Latina es incuestionable, pero hay que ser más exigentes con los miembros de misiones en países como Chile, Colombia; Perú, Panamá, Guyana, Honduras y México. En el Caribe hay que exigir resultados a nuestras misiones en Trinidad y Barbados, por cierto que en esta última, el embajador, que tiene el período vencido, participó en el golpe en contra de Chávez en el 2002 -misterios de la ciencia-. En Oceanía, nuestro embajador en Australia estuvo como encargado de negocio del 2005 hasta el 2010, en esta fecha fue nombrado embajador en ese país; eso significa que tiene 9 años en Australia; tiene el período vencido y no tiene absolutamente nada que mostrar de su gestión. Casos como el de este embajador se repiten en buena parte de nuestras misiones en el mundo. Si ocurre que esos embajadores, diplomáticos y técnicos, pasen tanto tiempo en nuestras embajadas, significa: o que la revolución no tiene por quienes reemplazarlos o lo que es peor, no le estamos prestando atención a la política exterior.
Como ya dije, las embajadas son el instrumento más idóneo para fortalecer la imagen de la Revolución en todo el planeta; para fomentar y canalizar lazos de nuestro partido con movimientos sociales y partidos progresistas en el mundo, para el mundo escuche de nuestra parte lo que realmente ocurre dentro de la patria (razón por la cual debe haber un periodista en cada representación diplomática nuestra); en fin hay que hacer un plan de trabajo y un fuerte seguimiento de gestión a nuestras embajadas y consulados.
La canalla internacional insistirá en nuestro aislamiento. Elías, sacude esa cancillería y ponla a tono con la batalla internacional.
*Internacionalista