*El título de este artículo viene de un comentario que escuché de un gran amigo colombiano hace unos años.
El presidente de Colombia Juan Manuel Santos dio unas declaraciones recientemente donde, entre muchas incongruencias y contradicciones, se exculpa de los males que sufre Venezuela; dice que su gobierno no es responsable de la escasez; de que tengamos la inflación mas alta del mundo; también dijo que los venezolanos se van a Colombia en busca de libertad; que los problemas en nuestro país son causados por el fracaso del modelo llamado "Revolución Bolivariana".
Permitame, presidente Santos, como venezolano y chavista que soy, responderle desde esta tribuna: el hecho de que usted intente desmentir mil veces los argumentos de nuestro presidente Nicolás Maduro para tomar la correcta decisión de cerrar la frontera, no va a revertir la realidad que conocemos y padecemos todos los venezolanos, indistintamente de nuestras diferencias políticas. Tal vez su discurso sirva para generar una matriz de opinión favorable a nivel internacional, pero ambos pueblos, el venezolano y el colombiano, sabemos muy bien que a Maduro lo asiste la razón y lo obliga la Constitución a proteger su pueblo.
Usted, de forma irresponsable, acusa a nuestro gobierno de generar escasez de alimentos en Venezuela. Yo quiero corregir su apreciación: aquí no hay escasez, lo que sufrimos es una descarada hemorragia fronteriza de bienes y alimentos por parte de mafias contrabandistas que vienen desde su país a llevarse todo lo que no pueden comprar los colombianos allá por su alto costo y son vendidos con la complacencia de su gobierno a pesar de que el presidente Maduro ha solicitado su ayuda para corregir este problema y usted se negó a colaborar.
Acá tenemos un aparato productivo, que si bien no cubre la totalidad de la demanda, es suficiente cuando se complementa con algunas importaciones que ejecuta el estado.
Lo que resulta verdaderamente imposible es que también asumamos la responsabilidad de alimentar a 10 millones de colombianos que habitan en los departamentos cercanos a nuestra frontera. Ya los 5 millones que viven con nosotros puso la cosa difícil.
Igualmente, presidente Santos, goza usted cuando nos señala de poseer la inflación mas alta del mundo y tal vez tenga razón. Lo que resulta asombroso es su defensa a las casas de cambio que operan en Cúcuta y presumir que no tienen nada que ver con el ataque a nuestra moneda. Con estas declaraciones se convierte usted en cómplice necesario del mas grande fraude cambiario de la historia, allí mismo, dentro de su país.
Usted conoce bien esa centrífuga perversa que conforma DolarToday, casas de cambio en Cúcuta y Banco Central de Colombia; es difícil creer que usted no esté involucrado en esa mafia.
Desde allí se golpeó casi de manera mortal a nuestro Bolívar. No se haga el desentendido.
Así mismo, presidente Santos, declara usted que los venezolanos se van a Colombia a buscar libertad! Créame que lo primero que se me ocurrió fue soltar una carcajada cuando lo escuché, pero el asombro me lo impidió. Será que los venezolanos van a Colombia a buscar la libertad de que un soldado gringo le viole una hija bajo la mirada complaciente de su gobierno? O van en busca de la libertad de que un paraco le empotre una bala en el cráneo y lo desaparezca en una fosa común?
Cuál libertad se puede buscar en Colombia? Libertad de expresión? Libertad sindical? Libertad de militancia política Libertad de vivir?
Por favor presidente Santos, respete su investidura y respete a ambos pueblos que sabemos bien que nada de eso se consigue en su país.
La única libertad que tienen los colombianos es a cruzar la frontera antes de que el hambre, la oligarquía o los paramilitares los lleve a la muerte. En Colombia no se vive, se sobrevive.
Para finalizar presidente Santos, le aconsejo no repetir que la Revolución Bolivariana es la causante de nuestros males.
No existe manera de sostener esa tesis cuando solo en 2014 ingresaron 170.000 mil colombianos a nuestro país para engrosar la ya abultada cifra de 5 millones de sus conciudadanos en nuestro territorio.
Este noble pueblo, representado en un gobierno bolivariano del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, ha sabido darle vivienda, trabajo, estudio, nacionalidad y calidad de vida a todo el que llega a nuestra patria. No solo a colombianos, si no a gente venida de todos los continentes que huyen de las calamidades mas infernales que uno pueda imaginar.
De hecho, nuestra gentileza ha sido criticada por la oposición de aquí; esa misma que hoy se da falsos golpes de pecho por las deportaciones recientes.
Con la mayor inflación, con el contrabando que sufrimos, con inseguridad importada y con todos los problemas que podamos padecer; Venezuela es una tierra noble y hospitalaria.
No se meta mas con este pueblo presidente Santos. El mundo nos conoce y también conoce a los de su casta. No siga acusando a la revolución bolivariana de todo lo que ustedes nos infringen.
Cada país es libre de tomar la decisión soberana de abrir o cerrar su frontera y de permitir o negar el acceso a cualquier visitante.
Presidente Santos, sea usted el primer mandatario en ocuparse de los pobres de Colombia.
Deje el show político y asuma su responsabilidad. Tal vez los 8 millones de colombianos que peregrinan por el mundo buscando oportunidades piensen algún dia en volver a su terruño. A menos que el desplazamiento forzado de pobres sea una política de estado de la clase dominante en Colombia como vengo sospechando desde hace tiempo.
Saúl Morales Solórzano.
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