El presidente venezolano se reunió con abogados de líderes de las FARC presos en Estados Unidos
Caracas, 1º de septiembre. Seis horas después de haber asumido como mediador en el diálogo entre el gobierno y la guerrilla de Colombia, el presidente venezolano, Hugo Chávez, se reunió en Bogotá con abogados de líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) presos en Estados Unidos, a quienes les dijo que la exigencia rebelde de devolverlos a Colombia es “el tema más espinoso” de la agenda.
La reunión se realizó a la una de la mañana, después de la entrevista en Colombia entre Chávez y el presidente colombiano, Álvaro Uribe, donde el venezolano fue autorizado para auxiliar en las negociaciones con las organizaciones guerrilleras colombianas, lo que primeramente incluye el canje de unos 45 políticos, militares y policías en manos de las FARC a cambio de 400 guerrilleros presos en cárceles.
“El presidente Chávez nos atendió muy amablemente a la una de la madrugada y fue muy cordial con nosotros”, dijo Ramiro Orjuela, abogado del comandante guerrillero Ricardo Palmera, cuyo nombre de guerra es Simón Trinidad, y Anayibe Rojas, también conocida como Sonia.
Orjuela es el miembro de más alto rango de las FARC que ha sido capturado por las autoridades colombianas, y luego extraditado y juzgado en Estados Unidos.
Al encuentro con el mandatario venezolano acudió asimismo el defensor de otro jefe rebelde, Rodrigo Granda, el llamado canciller de las FARC, excarcelado por Bogotá a petición de Francia y actualmente en Cuba.
Los abogados informaron a Chávez respecto de la situación de los procesos judiciales que se le siguen a los colombianos.
“El presidente Chávez lo ve como uno de los temas más difíciles. Él recurre a frases y, en otras palabras nos dijo que la peor diligencia es la que no se hace y se comprometió a insistir”, dijo.
El presidente venezolano “dice que este tema tiene que incluirse (en las negociaciones de un eventual canje). No se sabe cómo se va a resolver el tema, porque ni siquiera se han iniciado las conversaciones, pero el tema sí está incluido”, señaló el abogado.
Gestión cuesta arriba
Miembro de una prestigiosa familia de la costa norte de Colombia, Trinidad fue extraditado a Estados Unidos a finales de 2004. Allí, el jefe rebelde fue encontrado culpable el pasado 9 de julio de conspiración para cometer el secuestro en Colombia de tres ciudadanos estadunidenses.
Trinidad y Sonia forman parte de una lista de unos 400 guerrilleros que el grupo propone canjear por 45 rehenes, incluidos los tres estadunidenses y la ex candidata presidencial franco-colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada el 23 de febrero de 2002.
Sonia, extraditada a Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico como integrante de las FARC, fue condenada el pasado 2 de julio a 16 años y medio de prisión, la primera sentencia condenatoria contra un rebelde colombiano emitida por un tribunal de Estados Unidos.
Durante el juicio, la fiscalía presentó a Sonia como una de las líderes del frente 14 del Bloque Sur de las FARC, descrita en la documentación judicial como la principal guerrilla de Colombia.
Los fiscales señalaron que el dinero del tráfico de droga del que fue acusada era utilizado para comprar mercancías destinadas a las FARC, a las que Washington acusa de introducir cocaína en territorio estadunidense.
El canciller fue liberado el 4 junio por instrucciones de Uribe, a petición del presidente Nicolas Sarkozy. Tras su liberación se dirigió a La Habana, donde se encuentra desde entonces.
Como resultado de los acuerdos formulados por Chávez y Uribe el viernes pasado en la hacienda presidencial venezolana de Hato Grande, el mandatario venezolano prevé la posibilidad de celebrar la semana entrante su primer encuentro con un representante de las FARC –cuyo nombre no fue dado a conocer–, a fin de impulsar el canje.
En Bogotá, el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo, consideró que el dirigente de las FARC que se entrevistaría con el gobernante venezolano será de más alto rango que Rodrigo Granda, pero no precisó.
Con relación al diálogo con el Ejército de Liberación Nacional, el alto comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, expresó en la capital colombiana su confianza en que el comandante de esa organización, Pablo Beltrán, sea el principal representante en las conversaciones a celebrarse en Caracas, y destacó que la primera cita con Hugo Chávez podría celebrarse la semana próxima.
En tanto, en la localidad fronteriza de San Antonio del Táchira, en el suroeste del país, altos funcionarios del gobierno de Venezuela entregaron este sábado a las autoridades de Colombia a 27 de los 40 paramilitares colombianos que fueron indultados por el presidente Hugo Chávez.
Los 27 paramilitares fueron recibidos por Luz Estela Yáñez, cónsul de Colombia en San Antonio (500 kilómetros al suroeste de Caracas), y por el representante del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) colombiano, Julio César Sánchez.
El grupo cumplía una sentencia de seis años de prisión en Venezuela por haber participado en un plan que tenía el objetivo de derrocar a Chávez, pero fue descubierto por la inteligencia venezolana y desmantelado en 2004.
El resto de los indultados tendrá que permanecer todavía por tiempo indefinido en territorio venezolano, hasta que se clarifique un presunto asesinato en la finca donde fueron capturados hace tres años en Caracas.
“Estos hermanos colombianos incautos fueron utilizados contra el sueño del pueblo venezolano representado en esta revolución (bolivariana), contra la estabilidad política del país y contra la vida del presidente de la república”, afirmó el ministro del Interior de Venezuela, Pedro Carreño, durante el acto de entrega.
Los paramilitares colombianos fueron detenidos en 2004 en una quinta de Caracas, en momentos en que se preparaban para realizar una movilización militar en torno al Palacio de Miraflores, sede de la presidencia, que Chávez describió el viernes pasado como “un simulacro de alzamiento”.
Mediante la emisión del decreto número 5,500, Chávez indultó a estos paramilitares como un gesto de buena voluntad en la víspera de su cita del viernes con su par colombiano, Álvaro Uribe.
Después de la ceremonia de entrega, los paramilitares fueron llevados en autobús hacia la frontera, donde el DAS colombiano verificará si penden acusaciones en su contra, antes de liberarlos.
Carreño subrayó que con este indulto “Chávez y Venezuela le dicen al mundo que apuestan por la paz”, durante la ceremonia en un destacamento de fronteras de la Guardia Nacional venezolana, en la que participaron familiares de los paramilitares liberados.
“Gestos como éstos fortalecen los lazos de unión entre nuestros países”, dijo la cónsul colombiana.