Más de 120 movimientos debatieron las 33 Reformas en Buenos Aires

Ciento veintisiete agrupaciones, movimientos sociales, partidos y medios alternativos se reunieron este martes entre las 5 de la tarde y las 8.35 de la noche en el Salón Simón Bolívar del hotel BAUEN recuperado, para conocer de la propuesta de reforma constitucional presentada por el presidente venezolano el 15 de agosto.

El Foro-Taller comenzó con unos trescientos entusiastas asistentes y terminó con alrededor de doscientos veinte a las tres horas y media, después de un informe de casi media hora ofrecido por el diputado bolivariano Alfredo Murga, que vino expresamente para informar y debatir con esta parte de la militancia argentina sobre la profundización de la "revolución bolivariana".

El evento fue abierto con palabras de bienvenida del dirigente cooperativo Marcelo Ruarte, del Hotel BAUEN, quien relató que Venezuela y su gobierno ha estado presente desde el inicio de la recuperación del hotel, en 2002, cuando la empresa venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) facilitó la apertura de las instalaciones pagando el alojamiento de grupo vocal ARCOS de Venezuela, lo que permitió a los doce trabajadores que resistían a las puertas del hotel, comenzar a reactivarlo.
Nuestra consigna era "Ocupar, resistir, producir, y eso fue lo que nos permitió el gobierno revolucionario de Venezuela cuando alojó a esos chicos de la agrupación musical", señaló Ruarte.

El Embajador venezolano Arévalo Méndez Romero inició el taller con la explicaciòn de los parámetros de su desarrollo, las razones que tuvo el presidente Hugo Chávez para proponer las treinta y tres reformas, e insistió en el carácter profundizador de las mismas. "Nuestro objetivo, desde que el presidente las propuso el 15 de agosto, no es otra cosa que darle rango constitucional a las conquistas y logros alcanzados estos años", adujo el diplomático.

El debate

Una vez realizados los informes del Embajador y el diputado Murga, las agrupaciones comenzaron sus preguntas, en primer término dirigidas a aclarar aspectos de los artículos referidos al derecho de propiedad, los derechos ambientales, el poder popular, las comunidades indígenas y otros aspectos constitucionales que no están contemplados en las 33 reformas.

El expandido interés de los presentes por conocer y percatarse de la innovación constitucional bolivariana, los llevó, inevitablemente a desviarse a asuntos y temas sociales no incluidos la propuesta presidencial; sin embargo, no afectó el debate, algo que casi se logra cuando dos participantes, casi al comienzo, se enfrentaron por el concepto "comunidad organizada". El primero, dirigente de una seccional de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), quien recordó que en Argentina esa denominación trae malos recuerdos del corporativismo estatalista autoritario nacido en el Congreso Filosófico de 1950 y adoptado por el gobierno de Juan Domingo Perón. Esto fue respondido por un miembro de una radio alternativa del barrio Bajo Flores de la Capital Federal, de ideología peronista, que defendió tanto el concepto como la denominación.

El diputado Murga acudió a la experiencia viva del proceso revolucionario del que es parte y contestó, equidistante y con equilibrio, con estas palabras: "nuestra revolución bolivariana no tiene un dogma fijo y menos único para hacer lo que estamos haciendo desde hace nueve años. El núcleo --amplió-- de estas reformas es el poder popular, eso debe quedar claro, y al contrario de quienes piensan que el presidente tendrá más poder acumulado, de lo que se trata es de descentralizar ese poder entre los consejos populares", y citó cifras contundentes como estas: en casi 10 meses se han construido más de 18.000 consejos populares de poder, que al día de hoy han manejado en forma autónoma 8 millardos de bolívares para obras sociales; luego agregó: en cada uno de los 360 municipios del país "existe por lo menos un medio alternativo" libre, autónomo, independiente del poder del gobierno: "Eso es para nosotros la comunidad organizada", remató.

Entre los movimientos presentes predominaban los de tipo barrial, piqueteros y no piqueteros, surgidos al calor de la crisis argentina de 2001-2002, pero también asistieron organizaciones estudiantiles de la Universidad de Buenos Aires y otras universidades de provincia como la de La Plata, la de Mar del Plata, de La Patagonia y de Luján. Participaron agrupaciones religiosas de Córdoba, indígenas y movimientos rurales del norte y noroeste argentino, en total: más de 130 representaciones de once provincias y sesenta y cuatro poblaciones del país.

Entre los medios alternativos más conocidos se encontraban AnRed, la Red Eco Alternativo, Radio Bajo Flores y una decenas más. Fue destacada la presencia de dos medios no alternativos. Uno, El Territorio, el más leído de Misiones, representado por el sub director Alfredo Poenitz, y el Grupo de medios Capital con una revista y dos emisoras de radio, asistidos por su directora Mariquita Torres. ambos son solidarios con Venezuela.

Fue evidente la presencia de organizaciones profesionales, centrales sindicales como la CTA y partidos de la izquierda marxista, como el PCR y el PCA y nacionalista del país de distintas fuentes.
El acto cerró en orden y con gran entusiasmo por multiplicar el debate de las reformas en cada una de las localidades de origen. Al día siguiente, la agencia Ejes registró que 28 programas de radio de la Capital Federal reprodujeron comentarios y entrevistas sobre el evento organizado por la Embajada de Venezuela y el Batallón filial argentino del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).


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