23 de octubre 2008. - Con una masiva deserción de eurodiputados, una resolución contra las inhabilitaciones en Venezuela fue votada con apenas el 6,5% de votos de la derecha y extrema derecha del Parlamento Europeo.
El viceministro para Europa, Alejandro Fleming, apuntó que la masiva deserción de eurodiputados en la plenaria del Parlamento Europeo “demostró el repudio a los grupos de derecha y de extrema derecha que utilizaron las instituciones europeas para favorecer los intereses de la oposición venezolana”.
La resolución solo contó con el apoyo de 51 diputados derechistas, de los 783 que conforman el Parlamento Europeo, lo cual equivale a un 93,5% de deserción.
Asimismo el viceministro consideró que la sesión realizada en el Parlamento Europeo, para tratar asuntos ajenos a su incumbencia, ridiculiza a este organismo.
Horas antes, el Parlamento Europeo aprobaría varios textos relativos al presupuesto 2009 con un quórum de más de 500 diputados.
“Esta masiva deserción demuestra que la gran mayoría de los diputados no se prestó al juego de la derecha y de la extrema derecha, y se negó a avalar con su voto que el Parlamento Europeo se colocara al lado de la corrupción en Venezuela,” indicó el Viceministro.
Explicó que la derecha europea ha vuelto a utilizar de manera abusiva el recurso de urgencia del Parlamento Europeo, “porque no tiene a su alcance otra manera de atacar a Venezuela y sus instituciones democráticas.”
“Venezuela es un país soberano y el tema de las inhabilitaciones son de nuestra estricta competencia,” dijo el Viceministro.
“Resulta contradictorio que la derecha europea rechace las inhabilitaciones porque no acepta que una decisión administrativa impida que un funcionario corrupto sea electo, pero al mismo tiempo respalda la Directiva de Retorno donde una decisión administrativa puede llevar a la cárcel a un inmigrante que no ha cometido crimen alguno,” sentenció.
Los grupos Socialistas, Verdes y de la Izquierda Unitaria rechazaron participar en la redacción y votación de una resolución contra Venezuela, y señalaron que la misma respondía a una “operación política electoralista” de la derecha europea para beneficiar a los candidatos de la oposición venezolana en las próximas elecciones del 23 de noviembre.
